Llegó con la vitola de titular indiscutible, pero lo cierto es que Mario Soriano perdió ese status en los dos últimos partidos del Deportivo por el bien del equipo.
“Mario es importante y tenemos que entender todos que porque un futbolista no juegue un día o no sea titular un día, no deja de ser importante. Cualquier equipo que pretenda tener rendimiento en esta plantilla debe tener una plantilla larga en la que haya días en los que te toque jugar 90 minutos, otros días entrarás desde el banquillo, otros días jugar 60”, comentó Imanol Idiakez sobre la situación de Soriano antes del encuentro ante el Albacete.
Lo cierto es que su salida el once es llamativa ya que en las cinco primeras jornadas fue titular. El único problema es que para que jugasen los cinco magníficos –Lucas, Mella, Yeremay, Barbero y el propio Soriano–, Idiakez tuvo que cambiar su sistema característico del 4-4-2 al 4-2-3-1 e incluso modificar la posición de Mella –jugó de lateral– para que todos conviviesen.
Sin embargo, con el paso de los días el técnico blanquiazul se dio cuenta de que había que sacrificar a uno y se decantó por el madrileño y el resultado no ha sido malo. Si bien es cierto que perdió ante el Burgos (0-2), contra el Albacete (2-5) el Dépor ya pareció el equipo del año pasado. En ambos duelos, Soriano fue suplente, pero salió al campo para ejercer como revulsivo. Contra el Burgos entró para buscar la remontada, mientras que contra el Albacete fue para mantener la posesión de balón y evitar sustos.
Consciente de que ese puede ser su nuevo rol, Mario Soriano tiene que dar un paso al frente para ser ese revulsivo y que desequilibre el partido. Calidad tiene de sobra, lo único que falta es que tenga las ganas para hacerlo.