El Corralón de A Gaiteira, donde el fútbol y el Deportivo aprendieron a caminar
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El Corralón de A Gaiteira, donde el fútbol y el Deportivo aprendieron a caminar

Acogió los primeros partidos en la ciudad en 1894. También el primer encuentro del Dépor, en 1906, se jugó allí. Las Torres de San Diego, Novoa Santos y Pastor Díaz ocupan el terreno en la actualidad.
El Corralón de A Gaiteira, donde el fútbol y el Deportivo aprendieron a caminar
La imagen utilizada para el tifo ante el Sporting, una acción del partido entre el Deportivo y el Pontevedra SC, el 14 de agosto de 1908 en el Corralón de A Gaiteira | FOTO: JOSÉ SELLIER / ARCHIVO RC DEPORTIVO

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LOS ESCENARIOS OLVIDADOS DEL DEPORTE CORUÑÉS (I)

 

“O soñado no Corralón, conseguímolo en Riazor”, rezaba el tifo desplegado en la grada de Marathón durante los prolegómenos del partido del pasado domingo ante el Sporting de Gijón. “O Corralón” es el Corralón de A Gaiteira, el solar en el que hace 130 años se disputó por primera vez un partido de fútbol en A Coruña y en el que el Deportivo jugó, hace casi 118 años, el primer encuentro de su historia.

 

El Corralón de A Gaiteira es un enorme descampado, también mencionado en numerosas publicaciones como Corralón de La Palloza, que ocupa una extensión de 18.000 metros cuadrados.

 

Los terrenos acogen, en 1892, una gran exposición y feria de ganado de toda Galicia. Su propietario entonces es Nicolás María del Río. Más tarde lo hereda su hijo Eduardo, un conocido comerciante que ejerce de cónsul de Dinamarca y trabaja como consignatario de la empresa de navegación a vapor La Bética-Sevilla. Su familia es dueña de varios terrenos en la zona. De su propiedad también es una fábrica de salazón en el interior del Corralón, a la orilla del mar.

 

La misión primigenia del Corralón es resguardar al ganado recién descargado por las embarcaciones que atracan en el puerto herculino. Para ello, en su zona más cercana al mar, se levantan unos galpones. Detrás de ellos se extiende una enorme llanura, en la que cuando el tiempo lo permite también descansan las reses.

 

El Corralón se sitúa entre el río Monelos –límite entre los ayuntamientos de A Coruña y Oza hasta 1912 y que se encontraba tras el muro que puede verse en las fotos– y la Fábrica de Tabacos. Es el lugar donde desde 1980 se levantan las Torres de San Diego y se cruzan las calles Manuel Piñeiro Pose, Pastor Díaz y Novoa Santos. Ese vasto solar es utilizado para la realización de múltiples competiciones deportivas a finales del siglo XIX e inicios del XX. Junto a la Plaza de Toros, es el primer gran recinto deportivo de la ciudad.

 

El enorme terreno es el escenario en el que un balón de fútbol rueda por vez primera en A Coruña. La primera aparición documentada del foot-ball en la ciudad tiene lugar el 28 de febrero de 1894. Los contendientes son el British Lawn Tennis Club y el Sporting Club Casino. El primero de ellos es una sociedad creada por adinerados comerciantes británicos afincados en la ciudad. Su presidente, Mr. Walter, es el cónsul del Reino Unido. El segundo es la entidad deportiva más antigua de A Coruña. El Sporting Club Casino nació en 1890 y todavía hoy goza de una gran actividad polideportiva, aunque el fútbol hace muchos años que ha dejado de encontrarse entre sus intereses. El balompié se estrena en la ciudad con un ensayo de cara a futuros partidos serios.

 

Ambos equipos vuelven a patear el cuero el 3 de marzo, según el diario El Anunciador, que incluso publica las alineaciones. Por parte del British forman Spaks, Bayliss, D.T. Guyatt, D.E. Guyatt, Baker, Leitle, Julio Varela Dalmau y Rowstrom. Por el Sporting juegan Miranda, Iglesias, Mitchell, Mesa, Arias, Long y Olmos. Por lo que se puede deducir, hablamos de lo que hoy en día es conocido como pachanga, porque no aparecen 22 jugadores. Quién sabe si es la primera vez que se disputa un encuentro del ahora tan popular fútbol 7.

 

Irrupción del Corunna

La actividad futbolística prácticamente desaparece hasta la aparición, a principios del siglo XX, del Corunna Foot-ball Club. El club, fundado en 1901, entrena y juega habitualmente en la Plaza de Toros.

 

Sin embargo, cuando de verdad explota la pasión por el fútbol en la ciudad, se hace necesario un terreno de juego más grande que el que ofrece el coso herculino. Corre el año 1906 cuando los atletas de la Sala Calvet retan al Corunna. Los sportmen del gimnasio regentado por el maestro Federico Fernández Amor-Calvet en la calle Galera, practicantes de gimnasia sueca, esgrima, boxeo y remo, se juntan el domingo 25 de noviembre de aquel año para entrenar por primera vez al nuevo deporte, gracias a la cesión del terreno por parte de Eduardo del Río.

 

El empresario también presta el Corralón para el partido, que tiene lugar el 8 de diciembre de 1906 a partir de las tres de la tarde. La sorprendente victoria de los deportistas de la Sala Calvet (2-1) los anima a dar el paso de crear, unas semanas después, el Club Deportivo de la Sala Calvet, actual Real Club Deportivo de La Coruña.

 

El Deportivo juega allí 18 de sus 19 primeros partidos, entre el encuentro fundacional y el 29 de noviembre de 1908, fecha de un partido a beneficio de las víctimas del naufragio del buque ‘La Unión’, el último antes de mudarse al Parque de Riazor, feudo deportivista entre 1909 y 1944. El choque restante es la visita al Fortuna vigués para inaugurar el campo de Bouzas a comienzos de ese mismo año. El conjunto gris –todavía no había adoptado la actual camiseta blanquiazul– debió jugar tres partidos más allí, pero no se celebran por incomparecencia de Deportivo B, María Pita y The Widovers.

 

La amplia actividad polideportiva del Corralón incluye carreras ciclistas, concursos hípicos, carreras pedestres y pruebas de tiro de pichón. El terreno se estrena como velódromo el 26 de septiembre de 1897. La primera prueba de equitación tiene lugar el 11 de agosto de 1904, enmarcada en las Fiestas de María Pita. Las pruebas de tiro cobran gran relevancia ya en la segunda década del siglo, cuando renace el interés para que el solar vuelva a ser campo de fútbol y, además, de tenis, aunque no hay constancia de actividad en el deporte de la raqueta.

El Corralón de A Gaiteira, donde el fútbol y el Deportivo aprendieron a caminar

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