El Campo de la Estrada es otra de las localizaciones coruñesas que se convierte en improvisado campo de deportes, principalmente de fútbol, en los albores del siglo XX. Sin embargo, sus mayores hitos están relacionados con la aviación y el beisbol.
El Ministerio de la Guerra se apropia de nueve hectáreas en este lugar, prácticamente limítrofe con la desaparecidas murallas de la Ciudad Vieja coruñesa, para levantar, entre 1859 y 1865, el cuartel de Atocha. El cuartel de Alfonso XIII –ese es su nombre oficial– cuenta con 175 metros de longitud y 60 de anchura y señala el inicio de la actual calle Campo de la Estrada, que hereda el nombre de la vasta explanada que se encontraba en la zona que ahora comprende la avenida del Metrosidero, la Residencia Militar –antiguo Parque de Artillería– y el actual patio del cuartel, en las inmediaciones de las instalaciones de la SD Hípica.
Tal es su extensión que tiene el honor de convertirse en el primer aeródromo coruñés y gallego. Desde allí despega, el 12 de agosto de 1911, el avión del francés Georges Leforestier, dentro de los actos del festival de aviación que organiza la Liga de Amigos. Sin embargo, poco dura el planeo. El recalentamiento de un cilindro hace perder 15 caballos al motor, cuyas revoluciones caen de 1.200 a 900. Leforestier consigue que el aparato caiga al mar en una zona poco profunda, incluso logra evitar el impacto sobre un bote y una trainera repletos de espectadores. Es el primer vuelo a motor que tiene lugar en Galicia.
Leforestier ocupa un lugar importante en la historia de la aviación. Además de pionero aviador también es un importante mecánico aeronáutico. El primer prototipo que pilota (Leforestier nº 1) y el monoplano Olga (un Blériot XI modificado) con el que sobrevuela A Coruña, son diseños suyos.
El festival aéreo es uno de los actos estelares de las Fiestas de María Pita que se celebran en A Coruña, ya en los comienzos del siglo XX como en la actualidad, durante el mes de agosto. El primer vuelo a motor en territorio español se produce menos de dos años antes, el 5 de septiembre de 1909.
En el primer festival de aviación, además de un hangar provisional para proteger los aeroplanos, se instalan unos amplios graderíos. Los precios de las entradas son los siguientes: Sillas (por abono para las dos tardes, 4 pesetas; para una sola tarde, 3 pesetas); grada, 1,50 pesetas para cada tarde, y entrada general para cada tarde, 0,50 pesetas.
El acceso a las sillas se encuentra junto a la fachada del cuartel. Hacia las gradas se entra solamente por la esquina del cuartel inmediata a la calle Orillamar. El acceso general es por Herrerías y la Maestranza.
Unos días después de aquel histórico vuelo, el 3 de septiembre de 1911, otro aviador galo, Pierre Lacombe, despega del Campo de la Estrada para llevar a cabo el primer vuelo entre A Coruña y Ferrol. Es un vuelo que no tiene el regreso esperado por los coruñeses. Un telegrama del gobernador civil llega a la capital herculina para anunciar que el aterrizaje de Lacombe es más complicado de lo esperado. El aeroplano toma tierra a seis metros del espacio reservado para los espectadores. Los daños en el aparato le impiden regresar al Campo de la Estrada.
La aviación está dando sus primeros pasos y los riesgos que asumen los pilotos –y también los espectadores– son grandes. Solo un día después de aquel movido aterrizaje de Lacombe en la ciudad departamental, el 4 de septiembre de 1911, Leforestier fallece en Huelva al caer su aparato a los pocos metros de emprender el vuelo debido a las fuertes rachas de viento.
El Festival Aéreo se repite en 1912 y 1913. En la segunda edición, despegan y aterrizan en el Campo de la Estrada, durante varios días, los franceses Léonce Garnier, Maurice Poumet y Henry Tixier. En la tercera y última lo hace Jules Védrines, mito de los albores de la aviación al ser el primer piloto en volar a más de 100 millas por hora (160 kilómetros por hora) y, unos días después repite Poumet, aunque esta vez para tomar tierra después de despegar desde Santiago de Compostela.
La Liga de Amigos de La Coruña nace en 1903 con el objeto de fomentar los festejos y diversiones públicas en la ciudad. En 1911 está presidida por el berciano Manuel Ramírez Rodríguez-Trujillo, alcalde herculino entre 1899 y 1900. Su vicepresidente es Leopoldo Hernández Robredo, valenciano de Burjassot que dirige la Granja Agrícola Experimental. La junta directiva la completan Pedro Menéndez Atocha (concejal del ayuntamiento coruñés), Eduardo Arcay, Alejandro Barreiro (periodista), Jesús Santaló Villar (secretario de los establecimientos de beneficencia provincial), Valentín Castro, Joaquín Martín Martínez (abogado y profesor mercantil), Gerardo Abad Conde (abogado, director del colegio Minerva y alcalde poco después, en 1918), Ramiro Llamas Fernández y Juan Rodríguez González.
El fútbol también es protagonista en el Campo de la Estrada durante la primera mitad del pasado siglo. La aparición de numerosos equipos a lo largo y ancho de la ciudad hace necesaria la adaptación de nuevos espacios para la disputa de duelos balompédicos.
El primer partido documentado en el terreno tiene lugar el 31 de marzo de 1907. Alumnos de la Escuela de Comercio, divididos en dos equipos, CD María Pita y Hércules FC, disputan un partido amistoso. Resulta vencedor el primero por 3-0, con dos tantos en la primera mitad y uno en la segunda.
Clubes como Reina Victoria FC, Bellas Artes, España FC, San Luis, Liceo Herculino, Alltheweek FC, Regional FC, Galicia FC o Unión FC surgen en la ciudad antes de 1909. La Plaza de Toros y el Corralón de A Gaiteira se quedan pequeños ante semejante demanda. El Campo de la Estrada es una opción perfecta, pues su enorme tamaño incluso permite disputar varios encuentros al mismo tiempo.
No solo Deportivo y Coruña juegan, en Riazor y en Monelos, contra equipos de fuera de la ciudad en aquella época primigenia. El enorme terreno de Atochas es escenario, el 2 de enero de 1910, de un partido entre el Herculino y el Suizo, un conjunto de Ferrol.
Más adelante, esta parcela se convierte en el lugar idóneo para que los más jóvenes disputen sus primeros partidos de fútbol. Efímeros equipos de chavales como Galia FC, Unión Sinagoga, As, Once Comunistas, Marina, Tomasinos FC, Anderson, Chacho, Construcción FC, Borbón FC, Florida, Sporting Dequidt, Comercio, Miguel de Cervantes, Rompe-Canillas, Once Leones FC, Cordonería, San Nicolás, Juventus, Mickey FC, Ángeles FC o los infantiles del Español de Santa Lucía y del Sporting Ciudad protagonizan diferentes retos y torneos a nivel local antes del estallido de la Guerra Civil.
El béisbol aterriza en la parcela de Atochas en 1934. El nacimiento los clubes Caribe y Piratas, en el seno del Centro Íbero-Americano de A Coruña, trae una nueva modalidad a la ciudad. Aunque los primeros partidos de estos equipos se disputan a domicilio, en Marín y Vigo, los entrenamientos iniciales de ambas escuadras coruñesas tienen como escenario el Campo de la Estrada.
El primer encuentro de béisbol en la capital coruñesa no se celebra hasta el 16 de septiembre de 1934, un duelo entre un equipo del Centro Íbero-Americano y un combinado vigués. Aunque exactamente no se juega en A Coruña, sino en Oleiros, en la playa de Santa Cristina.
Al año siguiente, el Hispania Hockey Club crea una sección de béisbol. Ya el 5 de abril de 1936, el Caribe se enfrenta a un equipo de la tripulación del mercante de vapor norteamericano Nishmaha. En esta ocasión, el partido sí se juega en el terreno de la Estada. Por parte de la tripulación norteamericana forman Johnson (1ª base), Whitey (pitcher), Rice (catcher), Charles Shepard (2ª base), Dos (left fielder), Drotnine (3ª base), Johnson (center fielder), Steward (shortstop) y Wickie (right fielder). Por el equipo coruñés juegan Waldo (1ª base), Vicente Barro (pitcher), Marino (catcher), Mella (2ª base), Martínez (left fielder), Pancho (3ª base), Pavón (center fielder), Ramón (shortstop) y Ovidio (right fielder).
El solar permanece acotado por necesidades militares durante la Guerra Civil, donde precisamente funciona como aeródromo. El Campo de la Estrada también es el lugar en el que se instalan las primeras antenas de telegrafía sin hilos de carácter público de Galicia que, como no puede ser de otra manera, son propiedad del Ejército.
La actividad deportiva cesa definitivamente en el Campo de la Estrada poco después de la conclusión del conflicto bélico. El último partido de fútbol data del 20 de octubre de 1940, un enfrentamiento entre el Unión La Torre y el segundo equipo del Sporting Ciudad.