Pese a que el fútbol le llevó a Barcelona, muchos jóvenes de A Coruña nacidos a principios de los 2000 recuerdan a Nico González por haber coincidido con él sobre el césped.
De aquel Montañeros alevín que asombraba tanto en A Coruña como a nivel autonómico, otro jugador, también centrocampista, emprendió rumbo a Barcelona, pero en su caso para jugar en la cantera del Espanyol, con previo paso por el Celta (otro que no formó parte del Deportivo a pesar de sus condiciones). Álex Ramos (Arteixo, 2000), dos años mayor, coincidió con Nico González a las órdenes de Jaime Paz en un Monta en el que también jugaban los hermanos Pérez (Álex e Isra) y Dani Tasende (hermano de Angeliño y actual futbolista del Zaragoza).
“No me ha sorprendido nada su fichaje por el City. Es muy joven y tiene condiciones para jugar en equipos de ese nivel. Sabía que tarde o temprano iba a estar en un equipo top. Tiene todas las condiciones para estar ahí”, indica el actual futbolista del Bergantiños, de Segunda Federación.
Álex Ramos: “Era un niño normal, pero con una autopresión llamativa para esas edades”
Álex le perdió un poco la pista tras su marcha a Portugal. “Desde que fichó por el Oporto no lo veía mucho, solo si marcaba algún gol o daba alguna asistencia, pero destaca por su recorrido, por su llegada al área e incluso algún gol o asistencia seguro que puede aportar”, analiza.
El centrocampista arteixán con pasado en Celta y Espanyol, entre otras canteras profesionales, destaca que “a nivel físico ha cambiado mucho. Ha crecido mucho en ese aspecto. De pequeño era un jugador más desiquilibrante, tenía más uno para uno”.
Precisamente, de la etapa en la que era benjamín y jugaba en el Alevín del Montañeros, Álex recuerda que “desde muy pequeño ya entrenaba con su padre casi todos los días y yo tuve la suerte de estar un año entrenando con ellos también y eso se notaba mucho. Además de eso, siempre competía contra gente de dos o tres años más que él y aun así marcaba la diferencia en casi todo. Compartí con él dos temporadas y era un niño como otro cualquiera pero, a la vez, tenía una autopresión que no era lo normal en esas edades”.
Álex asegura que “yo sabía que iba llegar. Su padre le ayudó mucho a conseguirlo porque sabe de qué va esto. A nivel de entrenamientos y alimentación, que es lo más importante, siempre tuvo una persona que lo aconsejó. Lo que más me ha sorprendido es el cambio físico, lo grande que es ahora. Hoy en día en el fútbol profesional es de las cosas más importantes. Pocos jugadores muy buenos llegan si no consiguen potenciar ese aspecto”, finaliza.
En ese equipo compartían el gusto por el fútbol, por lo que no es de extrañar que muchos sigan jugando en equipos de la zona. Un buen ejemplo es el de Martín Vila (Cambre, 2000), que lleva ya tiempo jugando en el equipo de su localidad.
“Fiché por el Montañeros en la temporada 2008-09 y él ya estaba en el equipo. Incluso muchas veces subía con gente dos años mayor que yo, es decir, cuatro años más que él, y seguía siendo el mejor. Es el mejor que vi con mis ojos. Es el típico chaval que con ocho años ya sabes que va a ser profesional. No por lo bueno que es, ni por tener de padre a Fran, que obviamente ayuda, pero la mentalidad que tenía con ocho años era una barbaridad. Te miraba a los ojos, te decía ‘yo voy a ser futbolista profesional’ y te lo creías”, rememora Martín, que como Álex Ramos quedó prendado de su fiereza competitiva. “Era súper aplicado, el mejor que vi nunca con mis propios ojos”, añade.
Martín Vila: “A veces subía con gente cuatro años mayor que él y seguía siendo el mejor”
El centrocampista cambrés, que coincidió antes que Álex con Nico, tuvo una experiencia aún más singular en aquel campo de fútbol 7 del chalé de Xaz, en Oleiros, donde el ahora jugador del Manchester City dio sus primeros pasos.
“Estuvimos entrenando en su casa durante toda una temporada. La instalación de Elviña no estaba disponible por una huelga, por lo que como tenían campo nos ejercitábamos allí bajo las órdenes de Fran. Nico era el que mejor aguantaba el ritmo”, apunta
“Fue una locura que nos entrenara Fran. Fuimos a Portugal a jugar un torneo, en el que estaba el Benfica, y lo ganamos”, añade sobre una temporada en la que también disputaron la Arosa Cup, donde participaron equipos como el Atlético de Madrid o el Real Valladolid.
Tampoco faltan palabras de aquellos que no fueron compañeros, pero sí rivales. Pablo Barral, ahora en el Miño, destaca que “siendo infantil de primer año en el Ciudad Jardín, jugué contra el Montañeros y estaba Nico pese a ser alevín de primer año. Destacaba igualmente”, corrobora.
Tres testimonios que representan a perfiles anónimos que respondieron a la publicación de su fichaje en la cuenta de X del Manchester City.
@CanoCanoez recuerda que jugó ante él con el Imperátor, mientras que @diegopolis24 se encontraba en las filas del Orzán cuando se citó con él. Pero el mensaje más destacado fue el de @BloopGG, que tiró de sentido del humor. “Yo jugaba de pequeño con este tío al fútbol. Al final el City se quedó con el malo, una pena que no me respetaran las lesiones”, publicó.