La derrota del CRAT Rialta en Sant Cugat (33-17) deja al equipo coruñés en el alero. Último de la Liga Iberdrola con solo un punto en seis partidos, cada vez tiene menos opciones de lograr la permanencia. Dos de las jugadoras que abandonaron en verano el equipo, las veteranas Elsa Porto y Judith Hernández, acudieron a la llamada del club y reaparecieron el domingo para intentar darle la vuelta a la situación. Más vale tarde que nunca.
“Mi plan era dejarlo arriba de todo y en mi cabeza había pensado que esta era mi última temporada, pero tardé en volver porque de cabeza no iban muy bien las cosas por unos motivos personales”, se sincera Elsa, una auténtica institución en el Arquitectura: 15 años en el club, dos títulos de División de Honor y tres caps con la selección española.
“El 20 de diciembre se acababa el plazo para cerrar las fichas. Yo había pensado en dejarlo, pero la directiva y el cuerpo técnico me presionaron para volver y al final acepté por echar una mano, intentar mejorar el nivel general de la plantilla y echarme unas risas porque yo hago más de payasa que otra cosa”, ríe la jugadora de 36 años natural de A Rúa de Valdeorras (Ourense).
Elsa, licenciada en Ciencias del Deporte y de la Educación Física, es monitora en el gimnasio de la Universidade da Coruña y no era ajena a la realidad competitiva del CRAT: “Trabajo a ras del campo, hablaba con mis compañeras, algún día me metí a jugar una ‘tocata’ en un entrenamiento y también venía a ver los partidos de casa con un grupo de veteranas”.
La tercera línea detectó la necesidad en el equipo coruñés y acabó por acceder a la petición del club para reforzar la plantilla, en una vuelta un poco a la desesperada en el complicado camino hacia la permanencia: “Es difícil pensar en salvarse. Estoy contenta por echar una mano y volver a jugar un ratiño, pero un poco triste por el resultado. No rascamos ni un triste punto y nos hacía mucha falta”.
Elsa entiende que la marcha de hasta diez jugadoras (ella y Judith, incluidas) es el principal motivo para el bajón de rendimiento de un grupo que la pasada temporada alcanzó las finales de la Copa RFER, la Liga Iberdrola y la Copa de la Reina de seven. “Fuimos subcampeonas de todo, pero perdimos a medio equipo titular. El nivel tenía que bajar sí o sí”, zanja la veterana.
El domingo en La Guinardera no solo reaparecieron Elsa y Judith, que jugaron los 80 minutos del partido con la camiseta del CRAT Rialta. También se unió al equipo coruñés Alborota Martínez, becada por la Federación para jugar con el equipo nacional de seven, y que disputó su segundo encuentro del curso de azul y negro.
El regreso de las dos veteranas y de la potente ala andaluza no es la única buena noticia para el equipo coruñés. Y es que la primera línea Maica Martí, operada de una lesión de rodilla y que esta temporada no ha llegado a debutar, ya se entrena sobre el terreno de juego del Universitario de Elviña y podría reaparecer en las próximas fechas. El siguiente partido del CRAT es este mismo domingo en casa contra el Majadahonda.