Los últimos duelos entre el Liceo y el Noia son partidos declarados de alta intensidad. Lo fue la serie de semifinales de los playoffs por la liga del año pasado, en los que los verdiblancos cayeron a domicilio en el quinto partido y se quedaron sin final. Y ahora regresan al mismo escenario de la derrota (Ateneu Agrícola, 12.30 horas) buscando venganza y a la vez, acabar con el maleficio del territorio Bargalló, donde no ganan desde hace cinco años (hace cuatro se impusieron por 1-4 pero en Torrelavit). Todo en una novena jornada que acerca ya el ecuador de la fase regular, cuando se deciden los clasificados para la Copa del Rey. Y seguramente sin poder contar con Dava Torres, duda tras lesionarse en Trissino.
El equipo coruñés viene de unas semanas con mucha carga de partidos. El domingo pasado, hace solo siete días, estaba ganando en Riazor al Calafell, lo que culminaba una racha de tres triunfos seguidos que le elevó a la tercera plaza de la clasificación. Los buenos resultados se cortaron el jueves en Italia, desde donde la expedición liceísta ya viajó directamente a Sant Sadurní, aunque con tiempo para hacer turismo por Venecia.
La jornada europea no solo dejó la derrota del Liceo, sino que este también perdió a su capitán, David Torres, que tuvo que pedir el cambio nada más empezar la segunda parte por un problema muscular que aunque desde el club aseguran que no reviste gravedad, lo más probable es que no se arriesgue y hoy no salte a la pista. Porque la acción continua casi sin respiro y el jueves visita el Palacio de los Deportes de Riazor el Oliveirense.
Mejor le fue la jornada europea al Noia, que logró una importante victoria frente al Reus en el duelo español (3-1). Un triunfo que le reafirma tras un inicio dubitativo con derrota en el estreno frente al Calafell y los tres empates seguidos (Reus, Voltregà y Lleida) con los que llegan al partido los de Carlos Cortijo, que sustituyó este verano en el banquillo a Pere Varias, rumbo a la selección española para cubrir el puesto de Guillem Cabestany.
Baile de entrenadores, que no de jugadores, ya que la plantilla solo tuvo un único cambio de cromos, Xavi Rovira, que se marchó al Cerdanyola, por Xavier Aragonés, que llegó procedente del Lleida. El resto, los mismos protagonistas con los que tantas veces se ha cruzado el Liceo en los últimos años lideraros por el que sigue siendo una leyenda verdiblanca como Jordi Bargalló, que en apenas quince días cumple 45 años, aunque es el internacional Iván Morales el que con ocho goles lleva la batuta este curso en el ataque cavista.
Después de esta jornada, solo quedarán cuatro partidos para decidir los elegidos para la Copa. El Liceo tiene 15 puntos. El Noia,12 y un partido menos. El Igualada, con 11, marca la línea de la clasificación. Quien gane dará un paso importante, que no defiitivo, hacia ella.