Primera derrota en la Champions para el Liceo, que perdió por 5-2 en su visita al Trissino italiano. El equipo coruñés llegó a dominar el marcador por 1-2, después de darle la vuelta al tanto inicial de los locales por medio de dos goles fantásticos de César Carballeira y Fabrizio Ciocale, pero fue imposible ganarle a un italiano a su mismo juego. Cuando el partido se volvió loco, de portería a portería, el conjunto dirigido por el exverdiblanco Tiago Sousa, que se apoyó en un polémico penalti para iniciar la remontada, fue más efectivo. Fue clave también el inicio del segundo tiempo, con un gol anulado a César Carballeira y la lesión de Dava Torres. Los dos capitanes koruños, protagonistas a su pesar. 

Debut continental en el mejor momento, con la confianza de las tres victorias en la última semana, sobre todo la del domingo contra el Calafell. Los verdiblancos tenían muchas ganas de verse en el escenario de la Champions aunque les tocaba estrenarse en territorio hostil, es una de esas pistas pequeñas, resbaladizas, con el público entregado y un enorme tifo que ocupa todo uno de los frentes: Forza Trissino, amore bluceleste.

Salió Juan Copa con su cinco de gala, el que lleva utilizando en los últimos partidos, incluido Martín Rodríguez en la portería pese al esguince cervical que le obligó a pedir el cambio en el partido contra el Calafell. Arnau Xaus había marcado tres goles en los siete primeros minutos de ese partido y también tuvo la primera oportunidad en Trissino. El capitán David Torres conectó con él en el área, pero su disparo no encontró puerta.

La ley del ex

Eran los minutos del tanteo, que no duraron mucho. Esto es la Champions. Esto va en serio. Lo demostró Reinaldo García. Un veterano como el argentino, que pasó dos años en A Coruña y que a pesar de que ya pasó de los 40, todavía se mantiene al máximo nivel. Entró por el lado izquierdo, disparó y Rodríguez tocó la bola, pero no con la suficiente dureza como para despejarla, porque siguió su camino hacia las redes para convertirse en el 1-0.

No perdió los nervios el equipo verdiblanco. Siguió con su plan, defendiendo bien, incluso con presiones altas, para intentar correr. Las transiciones ya son una de las marcas de identidad de este equipo. Y fue así como le dieron la vuelta al marcador en apenas tres minutos. Primero, en un robo. Carballeira cortó una bola en el área y no se lo pensó dos veces. Se echó a correr, porque encontró el carril abierto. Se apoyó en Ferruccio, que le devolvió el pase y el coruñés remató entre las piernas para el 1-1.

También a toda velocidad llegó el de Fabrizio Ciocale, no solo porque fuese a la contra, sino porque apenas llevaba unos segundos en la pista. No necesitó más, saliendo desde el banquillo, con ganas, el único que ya sabía lo que era jugar en el PalaDante por su paso por el Valadagno. El argentino tampoco dudó. Levantó la bola y la picó a gol. Un malabarista del stick.

Penalti

El Liceo completó las rotaciones. La velocidad de los pequeños también hizo daño al Trissino, con disparos de Nil Cervera y los gambeteos de Bruno Saavedra. Pero no le duró mucho la alegría porque los árbitros señalaron penalti de César Carballeira, que protestó con vehemencia. Un expero como Giulio Cocco no perdonó ante Martín Rodríguez para hacer el 2-2.

El partido se volvió completamente italiano, con dos equipos que corrían de un lado a otro de la pista, sin orden defensivo, los dos verticales, buscando la portería en todo momento. Ataque en una portería, después en la otra sin respiro. Y en eso, el Trissino es especialista. Y tuvo más puntería. Como la de Alvarinho. Mandó la bola a la escudra de Martín Rodríguez, que la estaba esperando rasa en el primer palo.

Los verdiblancos hacían daño con la velocidad de Ciocale y Cervera, pero no encontraron la portería. Y al contrario, en una buena triangulación, Cocco asistió al segundo palo a Malagoli y este empujó a gol mientras Tato Ferruccio se lamentaba por el fallo. Antes del descanso, el Trissino aún tuvo un palo y una buena intervención posterior de Martín mientras que para el Liceo las mejores acciones las protagonizó el capitán David Torres, que buscó sin premio un gol que volviese a meter a los suyos.

Gol anulado

Este llegó tras el descanso con un tiro de César Carballeira desde casi el centro de la pista. Pero este fue anulado al entender la árbitra portuguesa Silvia Coelho que la bola impactó en el patín de Ferruccio antes de entrar en la portería. Entre esto y la lesión previa de David Torres, quepidió el cambio y ya no retornó al partido, las opciones del Liceo de creer en la remontada disminuyeron.

Y prácticamente se redujeron a cero cuando Davide Gavioli anotó el quinto. Otra vez pase al área, donde Gavioli se adelantó a Ciocale para mandar la bola a las redes y marcar el definitivo 5-2. Quedaban 16 minutos y el Liceo lo siguió intentando aunque ya parecía imposible no solo darle la vuelta al resultado, sino acercarse en el marcador. Buscó el gol que le permitiera mantener la fe e incluso pensando en el golaverage.

Saavedra, Ciocale y Cervera fueron de los más activos en los minutos finales, pero no consiguieron su objetivo. Dejaron detalles. Motivos por los que mantener la confianza pese a que se consumó la derrota, la primera en esta fase de grupos en la que los coruñeses viajan junto a Benfica, Oliveirense, Valongo, Trissino y Dinan Quevert y quieren acabar entre los cuatro primeros para clasificarse para cuartos.

Ahora les toca pensar de nuevo en la liga, porque el domingo visitan al Noia, a donde viajan ya directamente desde Italia. La Champions volverá en una semana, esta vez ya en el Palacio de los Deportes de Riazor, donde el Liceo recibirá al Oliveirense que ayer sumó su primera victoria con comodidad ante el Dinan Quevert francés.