Momento delicado para el Liceo, que recibe al Sant Just (Palacio de los Deportes de Riazor, 12.00 horas) con todas las alarmas encendidas después de tres derrotas seguidas (Vic, Barça e Igualada). Una situación a la que los verdiblancos están poco acostumbrados (el Liceo nunca ha perdido cuatro partidos consecutivos desde su llegada a la máxima categoría en 1979) y en la que piden cobijo en su feudo. “Necesitamos ganar. No hay mejor medicina. Ante nuestra gente vamos a ir a por los tres puntos desde el primer minuto. En casa solo jugamos dos de los cinco partidos que llevamos. Aquí nos vendrán a ayudar”, analiza el técnico Juan Copa.
El coruñés se muestra pese a todo tranquilo. “No hay nadie nervioso ni preocupado. Los resultados van a llegar. Lo que tenemos que hacer es trabajar, entrenar, y por eso estoy tan tranquilo, porque estamos entrenando muy bien”, asiente. No se inmuta ni por el accidentado viaje de vuelta de Igualada. “Vamos a sacar positivas porque se vio un grupo súper unido. Sabemos que en los viajes pueden pasar cosas. Fue un contratiempo... pero esto es lo que supone estar en el Liceo”, valora.
Toca también hacer autocrítica. "Ver lo que estamos haciendo bien y lo que estamos haciendo mal, que seguramente serán bastantes cosas porque no estamos en un buen momento. Pero para esto estamos, para caer, levantarse, caer, levantarse. Es nuestro sino”, dice, alegando que el equipo tiene “mucho margen de mejora”. “A nivel individual pero sobre todo colectivo, que es lo que nos va a hacer estar cuando se luche por los títulos, que es donde queremos estar. El problema es que nosotros nos ponemos el listón muy alto siempre y luego nos llevamos hostias. Pero es la forma para competir por todo”.
Visita el Palacio de los Deportes de Riazor un Sant Just que el año pasado fue considerado la revelación del campeonato y que está reforzado por el exliceísta Sito Ricart. En el banquillo, hay un rival histórico como Mia Ordeig, al que el Liceo sufrió en el Vic y en el Barça. Un veterano al que se han cruzado infinidad de ocasiones, Borja López (45 años). Y un apellido ilustre como el de Joan Pujalte, hijo del exjugador verdiblanco Fernando Pujalte. Los catalanes, con dos victorias, dos derrotas y un empate, tienen un punto más que el equipo coruñés en la tabla.
El Liceo no gana desde su visita a Lleida el 16 de octubre. Antes lo había hecho en el inicio, precisamente en casa, contra el Alcoi. Quiere recuperar esas sensaciones. Porque sufrió mucho lejos de casa, en Vic sobre todo en ataque, en Igualada mucho más en defensa. Y por el medio, al Barça, de nuevo en A Coruña, le aguantó la primera parte. Y es que en el Palacio el Liceo es más fuerte. Y lo necesita más que nunca. Un triunfo. Para que no empiece a tambalearse la Copa.