Irene Blanco: “Ferenc me escribió que el tiempo coloca las cosas donde tienen que estar”
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Irene Blanco: “Ferenc me escribió que el tiempo coloca las cosas donde tienen que estar”

La coruñesa acumula 15 medallas internacionales entre 2016 y 2024
Irene Blanco: “Ferenc me escribió que el tiempo coloca las cosas donde tienen que estar”
Irene Blanco, en la redacción del DXT Campeón | Quintana

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Irene Blanco (A Coruña, 2002) tiene quince medallas internacionales. Las cuelga todas del cartel de DXT Campeón, desde las dos primeras, en el Europeo sub-15 de Polonia en 2016 (dos platas) hasta las tres últimas, las que logró la semana pasada, de nuevo en Polonia, en categoría sub-23. Por el medio está una plata en 2018; el triple oro del Mundial y la triple plata en el Europeo, ambos sub-17 en 2019; un bronce continental sub-19 en 2021 y otros dos en 2023.

 

¿Ya ha aterrizado del sueño?
Estoy con el sistema nervioso frito de competir. El día después de ganar, me compré un helado, me puse una serie y cuando me quise dar cuenta ya estaba en fase REM. Pero muy feliz y de vuelta a la realidad.

 

¿El helado era un premio porque pasó restricciones para dar con el peso?
A ver, para mí dar 76 es como quitarle un retrovisor a un camión. No lo noto, ¿sabes? Prácticamente.

 

Antes competía en categorías de más peso.
Yo llegué a competir en 90 kilos en su día. Y en la Copa de España, en la que blanqueé, fui en 71, que es una menos de 76, la de ahora. Pero no, pero eso no es viable. Así me fue. 76 me va perfecta, la verdad. Ahora van a reestructurar las categorías. Por eso yo no me he precipitado demasiado a tomar decisiones. Y ojalá pongan la de 78. Esa es perfecta para mí. Cuando vayan a hacer las categorías, no creo que estén pensando en mí (se ríe). Pero entre 76 y 81, lo ideal es la intermedia de 78.

 

“Después de ganar, me compré un helado, me puse una serie y entré en fase REM”


¿Cómo fue la competición?
De las más bonitas de mi vida porque iba sin expectativa ninguna. Podía ser segunda, tercera, sexta... Arrancada se dio muy bien, en dos tiempos ya me costó un poco más porque saqué el tercer intento nada más. Era donde se supone que estaba en mi mejor estado de forma, pero no salió tan bien como lo esperado. Pero bueno, al final el resultado fue súper positivo y que no me hayan ido tan bien las marcas, para mí es una motivación ahora para seguir entrenando y en la siguiente competición, que es en tres semanas en la Copa de la Reina, hacerlo muy bien.

 

¿Quería demostrar de lo que era capaz a sí misma o a los demás?
Yo fui confiando en mí plenamente. O sea, lo que fuera que me pusieran delante lo iba a levantar, pero porque estaba convencida de que era el día y el momento y que si no era ahí, a lo mejor no me veía en otra así. Llevaba todo el año preparando esto. De entrenamientos y a nivel emocional. Desde principios de año oí unas cien veces decir a Ferenc ‘lo importante es el Europeo’. Me ayudó mucho, porque al verme allí dije: ‘Es aquí y ahora’.

 

Qué presión.
Te lo juegas todo súper rápido. Y cuando te quieres dar cuenta ya pasó. De hecho, estaba pensando, qué rápido pasa una competición. Y eso que era súper tarde. Y lo bonito es que quedaron en el club para verme y había algún niño pequeño que se quedaron porque les dijeron a sus padres que acababa de ganar Irene.

 

“El año que viene hay que empezar a meter la cabeza en la categoría absoluta”

 

El anterior campeón de Europa sub-23 fue Víctor Castro hace diez años. ¿Ya hacía halterofilia?
Aún no. Me faltaban nada, unos meses. Lo puso Ferenc por el grupo. Qué bonito, la verdad. También escribió, lo leo (coge el móvil): El tiempo siempre coloca las cosas donde tienen que estar. Si no lo hace antes, lo hace después.

 

¿Cuántos altos y bajos ha pasado en estos diez años?
Solo hubo un año que fue durísimo para mí, 2022. Quedé cuarta en el Campeonato del Mundo y en el Europeo júnior. Estaba enfadada. En 2023 saqué dos bronces, que no estaba contenta pero los peleé bastante. Y ya me dije a mí misma que 2024 tenía que ser sí o sí. Y ahora estoy muy contenta por el año que viene. Y ya pensando en cosas más grandes. Empezar a meter la cabeza en absoluto.

 

¿Ya tiene objetivos?
Los pusimos el lunes. Voy a hacer una toma de marcas para el Campeonato de Europa absoluto, que es a principios de año. Hasta que pase ese test seguiré entrenando a tope, cuidando la alimentación e intentando llevar todo bajo control. Y a largo plazo... ¿por qué no unos Juegos Olímpicos?

 

“En Coruña llevo vida de deportista pero puedo sentir a la vez que es una vida normal”

 

¿Seguirá en A Coruña?
Sí, porque me funciona. Entreno doble sesión cuando puedo. El gimnasio tengo la llave, puedo abrirlo. Y está Ferenc, está Diego... Hay entrenadores y monitores de sobra. Ahora mismo estoy viviendo con mis padres y estoy encantada. Madrid y León son experiencias que ya he vivido. Aprendí toda la disciplina y todo el sacrificio que tienes que hacer. Pero aquí lo llevo de otra forma. De hecho, Ferenc me permite hacer muchos cambios en los entrenamientos. Porque sabe que no es por vagueza ni por pereza. Muevo los entrenamientos para que lleve una vida de deportista, pero que pueda sentir que llevo una vida normal. Creo que estoy disfrutando mucho de vivir aquí. Porque lo eché mucho de menos. Tengo una cantidad significativa de amigos. Estoy muy contenta con eso. En Madrid me costaba mucho relacionarme. Creo que en cinco años hice cuatro amigos. Y aquí tengo toda mi vida. Y a Alejandro. Ese sí que lloró cuando gané. Y es el mejor compañero que tengo.

 

¿Qué va a hacer cuando Ferenc Szabo se jubile?
Es que no me lo creo. Yo cada vez que digo eso sé que va a ser mentira. Sí, se va a jubilar, pero va a seguir viniendo, va a seguir pendiente. La halterofilia es su vida. Es imposible que no vaya allí todos los días o por lo menos mínimo tres a la semana. Yo entiendo que ahora quiere dedicarse más a su mujer, a su perrita y a su vida en general. Le encanta ir por ahí con la caravana y hacer sus planes... Creo que es de lo mejor que ha dado la halterofilia en España. Le quiero un montón. Cuando volví a Coruña, no estaba motivada para entrenar. Y él me daba un motivo para ponerme las mallas todos los días.

 

“No me creo que Ferenc se vaya a jubilar, es de lo mejor que ha dado la halterofilia"

 

¿Tiene la sensación de haberse perdido muchas cosas?
Cuando estaba en Madrid y veía que todos salían todos los fines de semana, sí que lo pensaba. Ahora en perspectiva creo que no me he perdido nada. De hecho, este verano he salido alguna que otra vez, pero sin beber. Me he cuidado mucho para este campeonato. También la alimentación, todo lo que estaba bajo mi control. No había ido nada más que el año que gané el Mundial al Resurrection Fest y este verano fui a varios festivales con mi hermano. Yo sé que en ese sentido sí que noto que me he perdido cosas, pero tengo otras, que serán mejores, peores, pero bueno, son diferentes y son mis experiencias.

 

¿Es más fuerte física o mentalmente?
Muy buena pregunta. Pues el hecho de que crea que yo no soy fuerte a nivel mental, creo que me hace más fuerte a nivel mental. Pero claro, ¿quién soy yo para decir eso? Pero sí soy bastante emocional.
 

“Es un halago que me comparen con Lydia Valentín, no tenía un fallo técnico”


¿Le han comparado mucho con Lydia Valentín?
Para mí es todo un halago. Lo único que donde ella es todo rosita y Hello Kitty yo soy más de Kuromi y de ir de negro. Ojalá levantar con la misma técnica que ella. Entrené con ella, me parece una persona increíble. He analizado muchas competiciones de ella. Es que levantaba perfecto, no había un fallo técnico, por eso levantaba los kilos que levantaba. Si ha sido tan buena es por algo. También me leí su libro, El peso de la gloria. Dice cosas muy chulas. 

Irene Blanco: “Ferenc me escribió que el tiempo coloca las cosas donde tienen que estar”

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