Venía de ser campeón del mundo como capitán de la selección sub-19 y no había marcado desde que empezó el Europeo sub-23. Pero Jacobo Copa siempre hay que esperarle porque aparece en el día grande. Aún no estaba en juego un título, pero sí el pase directo a semifinales en el duelo contra Portugal. Y cuando España estaba contra las cuerdas, sufriendo el acierto desmedido de Lucas Honório a bola parada, primero empató el liceísta Nil Cervera y después apareció el coruñés para marcar cuatro goles, los tres últimos en los tres minutos finales, para darle un día de descanso al combinado nacional saltándose unos cuartos de final que hoy disputarán Francia contra Suiza, Italia frente a Alemania y Portugal ante Inglaterra.
La primera parte fue una auténtica locura. Cinco goles. Seis azules. Hubo un momento en el que había casi más jugadores sentados en la zona de castigo, dos por cada equipo, que en el banquillo. Portugal sacó provecho de esta dureza (además hubo nueve faltas para los lusos, ocho de los españoles) porque transformó sus tres acciones a bola parada, las tres de Lucas Honório, jugador del Tomar que pasó por la formación del Benfica y que ya está comprometido con el Valdagno para la próxima temporada. Efectividad cien por cien, con dos penaltis y una directa.
Y todo lo contrario para los de Pere Varias, que se vieron 0-2 y 1-3 por abajo en el marcador y que encima desperdiciaron dos directas, teniendo que sufrir para batir a Guga, el meta al que el Liceo se enfrentó en la Liga de Campeones en las filas del Valongo. Lo hicieron con un buen movimiento en el área de Carles Domenech y con un fuerte disparo de Joan Pascual. Pese a la locura, España seguía viva con el 2-3 al descanso.
Y cambió la suerte nada más abrirse la segunda parte, cuando Portugal cometió la décima falta. En vez de Carles Casas, que había fallado las dos anteriores, asumió la responsabilidad el liceísta Nil Cervera. Tiro directo ajustado al palo y para adentro. La aportación verdiblanca fue decisiva no solo por este gol del empate, sino porque Jacobo Copa, que apenas había jugado en el primer tiempo, estuvo sobre la pista muchos minutos en el arranque de la segunda. Con él llegó el cuarto de Carles Cases. Y él mismo se encargó de marcar el quinto.
España, sin embargo, cayó en la trampa. En vez de buscar la calma, dejó que se impusiera el caos en el que Lucas Honório fue el rey (hubo otras cuatro azules, dos para cada uno, diez en total al final del partido). Volvió a marcar de falta directa por la décima de la selección. Y repitió, para su quinto tanto de la noche, tras la azul a Burguillos. Tremendo repertorio. Quedaban diez minutos y el partido lo volvió a decidir la entrada de Copa después de que los dos equipos fallasen sendas directas. El coruñés marcó la suya, sentenció con una jugada individual cruzando la pista de lado a lado y cerró con una nueva directa. El niño de oro.
