Carlos Canal Blanco (28 de junio de 2001 – Xinzo de Limia, Ourense) es una de las joyas del ciclismo español y el primer gallego en un equipo World Tour desde 2010, el último año de Óscar Pereiro como profesional. En su primera temporada con los colores del Movistar Team, el limiano de 23 años desborda ilusión y se le dibuja una gran sonrisa cuando habla de la París-Roubaix, un sueño que hará realidad dentro de unas semanas. Su debut en el Tour de Francia tendrá que esperar. Por ahora.
Antes de afrontar la campaña de clásicas, con paradas en la Strade Bianche, la Milán-San Remo la Vuelta a Flandes y la citada Roubaix, entre otras, tomará la salida en O Gran Camiño, la carrera de casa. "Es lo que necesita el ciclismo gallego para resurgir", celebra Canal, que charla con este diario un día antes de la contrarreloj inicial en A Coruña.
¿Habías imaginado alguna vez formar parte de un súper equipo como Movistar Team?
No esperaba llegar hasta aquí. Lo veía muy lejano y difícil, pero he ido dando los pasos correctos y la constancia tiene premio. Es muy ilusionante correr para el mejor equipo español y uno de los WorldTour con mayor trayectoria.
Ilia Topuria, Alberto Contador y otros deportistas de élite hablan de la importancia de visualizar grandes logros, ¿es tu caso?
Si visualizas, apuntas muy alto y eres capaz de gestionarlo puede ayudar, pero si no lo consigues cuando crees que lo puedes conseguir puede llegar a frustrar. Yo soy más partidario de ir poquito a poco, disfrutando del momento, intentando mejorar sin fijarme en los demás. Me sirve con sentir que cada año ando más.
Después de dos años en Burgos BH (2020-21) y otros dos en Euskaltel-Euskadi (2022-23), ¿cómo es la dimensión de Movistar Team?
Impresiona por la exigencia y la dedicación de todos los profesionales que tenemos detrás, que se esfuerzan al máximo para que tengamos las mejores condiciones posibles. Es algo que me empuja a dar siempre el 100%.
Compartes equipo con Nairo Quintana y sigue por ahí Alejandro Valverde.
Es súper ilusionante poder compartir con los líderes de Movistar. Valverde sigue teniendo prácticamente el mismo nivel que cuando corría. Vive por y para el ciclismo, lo que más le gusta hacer es ir rápido en bici y lo sigue demostrando. La ilusión y la motivación que transmite Nairo, que parece que empezó el otro día después de haber ganado tanto, motiva para ser mejor. Me encuentro súper a gusto con ellos, son súper buena gente con los corredores jóvenes como yo. Nos ayudan muchísimo.
Hablabas de la exigencia, ¿notas una mayor presión por hacer buenos puestos?
La exigencia viene por las dos partes, tanto por el equipo como la mía propia. El corredor es el primero que se tiene que presionar, intentar mejorar día a día. Yo tengo mi propia ambición, de querer hacerlo bien, ayudar al equipo y estar lo más adelante posible. Siempre quiero más y esa ambición me impulsa a crecer como ciclista.
Has declarado que tu sueño sería correr la París-Roubaix y el Tour, ¿vas a tener oportunidad de debutar este año?
Las clásicas están marcadas en mi calendario y, seguramente, tenga la opción de acudir a la Roubaix. Al Tour, este año todavía no, pero me gustaría poder correrlo en un futuro. Es el sueño de cualquier ciclista.
¿Cómo descubrió las clásicas un chico de Xinzo de Limia?
Nunca he sido de ver mucho ciclismo por la televisión. De mi grupeta y mis amigos todos ven más carreras que yo. Prefiero desconectar. Lo de las clásicas es un paso lógico para un ciclista de Galicia, acostumbrado al mal tiempo, la lluvia y el frío. Son las carreras más duras que existen, tienen algo especial y me llaman por lo desconocido. Ya he corrido la Vuelta, ahora quiero vivir una clásica de 300 kilómetros, aunque sea para desear no haber ido (ríe).
Quiero vivir una clásica de 300 kilómetros aunque sea para desear no haber ido
Apuntas a un bloque de clásicas muy cargado, ¿cómo crees que te vas a desenvolver en Flandes o Roubaix?
No vale echar cuentas o imaginar, hay que ir allí y aunque no sea la preparación ideal, para rendir muy bien en una carrera específica, es mejor correr mucho para aprender, que te salga mal varias veces y aprender de los errores. Los que llevan ahí toda la vida corriendo saben dónde se hace la carrera. Este año nos estamos centrando más en aprender que disputar. Para saber lo que te va bien, tienes que probar.
Hablas de aprender, ¿qué has aprendido desde tu llegada al Movistar Team?
Es otra manera de correr. Se nota el peso del maillot, te dejan más sitio en el pelotón y la posibilidad de correr delante. A veces te ves con gente muy buena delante. Por ejemplo, en la Clásica de Jaén [acabó 8º] iba en el grupo de cabeza con [Sepp] Kuss, [Tim] Wellens, [Juan] Ayuso, Carlos Rodríguez, [Jan] Tratnik, [Michal] Kwiatkowski... Y pensé "mal no vamos". Te hace ganar confianza y creer que no soy menos que nadie.
¿Qué es lo que más te ha impactado en estos cinco años como ciclista profesional?
Sobre todo, lo que se anda en el ciclismo de élite, la diferencia de nivel y velocidad es brutal. Muchas veces no se refleja porque muchos corredores se pasan todo el día tirando para un líder, Por decir algo, [Jonas] Vingegaard destaca muchísimo, pero todos los que lo rodean son ciclistas espectaculares. Su trabajo queda un poco empañado porque tienen que tirar y ayudarle hasta que no le piden más y paran, pero son corredores que si se pusiesen a disputar individualmente estarían en el 'top 10' de la general. El nivel de esos equipos como conjunto, la dedicación y lo en serio que se toman el deporte es brutal.
Se nota el peso del maillot, te dejan más sitio en el pelotón
¿Y lo que más te ha costado al pasar del ciclocrós y la BTT a la carretera?
Lo que más me costó es saber cuando hay que guardar y cuando hay que gastar. Por mucho que andes, si sólo gastas no suele salir bien. Hoy ya le tengo cogido el punto a la carrera, cuando estar adelante, cuando guardar. Eso es lo que más note y por lo que me hubiera gustado correr alguna prueba de carretera en categorías inferiores.
¿Te planteas compaginar la ruta con otras disciplinas?
Lo único que podría plantearme sería correr alguna prueba de ciclocrós en invierno, una Copa de Galicia cerca de casa, con los amigos de siempre, embarrarme una hora y hacer un entreno curioso. Pero por el nviel de exigencia que tiene la carretera no hay casi hueco físico para planteármelo. Lejos de las grandes estrellas del ciclocrós que compaginan con la carretera, [Mathieu] Van der Poel, [Wout] Van Aert y [Tom] Pidcock, que tienen muy medido todo, es bastante difícil para compaginar el calendario. Hay que saber distribuir bien los esfuerzos.
Va a ser muy difícil hacer un buen puesto
Carlos Canal ya participó en las dos primeras ediciones de O Gran Camiño [14º en la general del 2023 y 41º en 2022] y en la tercera no podía faltar. En la contrarreloj de A Coruña tomará la salida a las 16.07 horas y su gran momento será en la tercera etapa, que partirá desde su pueblo, Xinzo de Limia.
Sexto en la contrarreloj del año pasado en Santiago y noveno en la crono de Sarria hace dos años, ¿cuál es tu objetivo en A Coruña?
No soy un gran especialista, pero me defiendo bastante bien y quiero salir con todo a hacer la mejor crono posible. Va a ser muy difícil hacer un buen puesto porque hay corredores de un nivel brutal. Se van a meter ahí delante unos cuantos Jumbo, Ineos ha traído a Joshua Tarling, campeón de Europa y tercero del mundo, Carlos Rodríguez, Michal Kwiatkowski... Hay muchos a los que les va bien la contrarreloj y, de hecho, están aquí para probarse. Va a ser muy, muy difícil, pero así podré medir mi nivel.
¿Qué te parece el recorrido de la crono?
El circuito es muy rápido. Sólo tiene un poco de complicación la bajada del repecho, que tiene un poco de adoquinado.
¿Y cómo puede condicionar el desarrollo de la etapa la previsión de lluvia y viento?
Dan bastante viento y un poco de lluvia. En una bici de crono puede hacerlo más peligroso, por la posición al ir acoplado. Hay que tener ese punto de calma.
Es súper ilusionante y especial salir desde mi casa
La tercera etapa saldrá el sábado desde tu pueblo, Xinzo de Limia, ¿es una ilusión especial?
Ezequiel (Mosquera, director de carrera) se ha portado. Es súper ilusionante y especial salir desde mi casa. Es un pueblo pequeño, nos conocemos todos y tengo muchas ganas de que la gente pueda ver ‘in situ’ a lo que me dedico y todo lo que implica el ciclismo.
¿Qué significa O Gran Camiño para el ciclismo gallego?
La organización está haciendo un trabajo espectacular y esta carrera es lo que necesita el ciclismo gallego para intentar resurgir. Está de capa caída, en gran parte es por la falta de un equipo profesional, ese trampolín que motive a los chavales jóvenes en ese punto que deben decidir si quieren ser ciclistas profesionales, aunque sea ProTeam o Continental, del estilo del Kern Pharma o el Euskaltel.
De 118 ciclistas sólo hay seis gallegos y tú eres el único de un equipo WorldTour, un espejo donde se puedan mirar los más jóvenes.
Cuando estoy unos días por casa, intento pasar por la escuela de Maceda, donde aprendí yo, y acercarme a los chavales para que tengan esa motivación e ilusión. Cuando yo era más joven me gustaba que apareciesen por allí Pablo Rodríguez o José Antonio Hermida [profesionales de BTT].
¿Pasas mucho tiempo lejos de casa?
Voy y vengo, entre las carreras y las concentraciones, pero como tenemos un muy buen ambiente en el equipo siempre tengo ganas de ir a competir. La única parte mala son los viajes.