Dos Tours, dos Giros, un maillot arcoíris y un oro olímpico, entre otros, rodarán el jueves 22 de febrero a toda velocidad por el Paseo Marítimo coruñés con sus espectaculares y carísimas bicicletas de contrarreloj. La etapa inicial de O Gran Camiño, prueba con sólo dos ediciones de recorrido pero ya asentada en el calendario internacional, ha traído a nuestra ciudad a algunas de las grandes estrellas del pelotón.
El cabeza de cartel es Jonas Vingegaard, un menudo y rubio escalador danés que los dos últimos años batió a Tadej Pogacar en las montañas del Tour. El ciclista del equipo Visma eligió en 2023 las carreteras de O Gran Camiño para su debut. Ganó. Y le gustó. Un año después está otra vez en Galicia y se dice listo para revalidar su triunfo. El camino hacia París empieza en la Torre.
"Estoy muy feliz de estar aquí otra vez. El año pasado fue una muy, muy buena experiencia, aunque el tiempo no fue el mejor", admitió sonriente en la rueda de prensa previa a la carrera, su primera comparecencia pública en 2024, otro tanto para la organización de O Gran Camiño y que despertó gran expectación, con una docena de medios nacionales e internacionales acreditados para la carrera. "Me gustan la carrera, el recorrido y la organización. Disfruté mi tiempo aquí y por eso he decidido volver".
La Torre será la gran protagonista del día con permiso de los Vingegaard, Egan Bernal (Tour 2019 y Giro 2021), Richard Carapaz (Giro 2019, oro olímpico en Tokio 2021), Carlos Rodríguez (5º en el último Tour) o Michal Kwiatkowsi (campeón mundial en 2014, Milán-San Remo 2017), algunos de los grandes nombres que tomarán la salida en A Coruña, y de la tremenda infraestructura que mueve una vuelta por etapas.
El faro romano más antiguo del planeta aún en funcionamiento, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco hace ya 15 años, iluminará a los ciclistas, que saldrán de uno en uno, el primero a las 14.45 horas y el último, Vingegaard, a las 16.52h.
El circuito, de casi 15 kilómetros, es “muy rápido”, en palabras de Carlos Canal –uno de los seis gallegos en un pelotón de 118 unidades–, y sólo tiene un par de complicaciones: el ligero repecho hacia el Monte San Pedro –punto de cronometraje intermedio y que otorgará puntos para la general de la montaña–, el descenso empedrado de O Portiño y el ascenso final hasta la base de la Torre.
Otro de los aciertos de O Gran Camiño es ofrecer una contrarreloj para que los grandes equipos puedan probar su material a estas alturas del año: "Es muy importante para ver dónde estamos en comparación con otros ciclistas porque en el Tour también habrá muchos kilómetros contrarreloj. Poder probar lo que funciona y lo que no y poder hacer cambios si lo necesitamos está muy bien", reconoció Vingegaard.
El temporal, con fuertes rachas de viento [de hasta 70km/h según las previsiones y alerta naranja] podrían condicionar el normal desarrollo de la etapa, pero la organización espera no tener que modificar el trazado. "Es parte de la carrera y es igual para todos, no estoy preocupado por el viento, aunque parece que va a ser muy fuerte. Si no es muy fuerte creo que podré lidiar con ello, soy capaz de correr con lluvia y viento", asumió el danés, acostumbrado a entrenarse con un clima similar en su país.
El temporal sí podría alterar la clasificación. No es lo mismo rodar en asfalto seco que sobre el piso mojado. Tampoco hacerlo con incidencia menor o mayor del viento. El riesgo es parte del juego, pero en febrero y con toda la temporada por delante nadie quiere poner en peligro sus próximos objetivos.
La presencia del pelotón de O Gran Camiño ha generado expectación y debate en nuestra ciudad. La presencia de un doble ganador del Tour en una carrera internacional, con señal televisiva para 170 países de todo el mundo, tienen un innegable impacto mediático. La afección por los cortes de tráfico, de 13 a 17 horas en todo el circuito, tiene su peso en el otro lado de la balanza. Nunca llueve a gusto de todos.
