En la previa del partido, Lucas Pérez reconoció que tenía “muchas ganas” de volver a jugar con la selección gallega, algo que solo había hecho en una ocasión, cuando se enfrentó en Riazor a Venezuela.
No fueron palabras vacías, ya que el jugador coruñés partió como titular, con 30 minutos de juego pactados, e intentó desde un primer momento llevar el peso del ataque de A Irmandiña. Primero lanzó varias carreras en las que retó a los defensores panameños, y en sus últimos compases en el terreno de juego se animó con un disparo de falta y otro en acción en la que puso en serios aprietos a Orlando Mosquera.
Sabedor de que su sustitución se acercaba, corrió hacia el banderín de córner para enviar un último balón al área que pudo suponer el gol del empate si no hubiera aparecido un Bárcenas para desviar un cabezazo de Álvaro Carreras que cogía dirección portería.
“Hemos tardado muchos años en volver. Espero que disfrutemos de este partido en Balaídos”, indicó el máximo goleador del Dépor, que cumplió con su parte de la promesa, rayando a buen nivel.
Tanto el atacante deportivista como su compañero Diego Villares se incorporaron al mediodía a la concentración de la selección, donde fueron recibidos por el capitán y delantero del Celta, Iago Aspas.
“La relación con él siempre ha sido muy buena. Iago siempre me ha tratado con mucho respeto, al igual que yo a él. Somos amigos, nos conocemos desde hace mucho años, nos hemos enfrentado muchas veces, y ahora volveremos a jugar juntos, que es un placer”, apuntó el de Monelos en declaraciones para los medios oficiales de la RFGF.
Y así iba a ser, ya que el seleccionador Diego Martínez los incluyó a ambos en el once, pero una inoportuna molestia dejó sin jugar a Iago Aspas.
El delantero del Celta atendió durante el partido a la TVG y explicó lo que le había sucedido: “Tuve la semana pasada una molestia, y por eso salí del campo contra el Valencia. Hoy en el calentamineto me seguía molestando y no merecía la pena arriesgar a lesionarme seguramente”.
“Tenemos muchos jugadores jóvenes, con buen pie, y estamos disfrutando de un bonito partido”, explicó el jugador de Moaña, que se quedó con la parte positiva de las bajas que tenía la selección para el encuentro, entendiendo que eso daba la oportunidad de ver a jugadores más desconocidos para el gran público.
En lo que coincidieron ambos, aunque lo expresaron de forma diferente, fue en la siguiente afirmación: “Espero que no pasen tantos años para que se vuelva a repetir y que pronto haya otro partido”.
Parece claro que los capitanes, en el tramo final de su carrera, quieren y ven factible jugar juntos una última vez.