Partido malo del Dépor, salvo los primeros 20 minutos cuando el equipo salió con la intención de ir a por el encuentro. Mucho dominio, mucha posesión de balón y llegó el tanto de Yeremay. Pero de ahí al descanso fue de menos a más el devenir del Dépor ante un Racing que se hizo con el balón. Se pasó de un 71% de posesión a irse igualados al descanso.
La única nota positiva fue la aparición de Yeremay, el gol y dos disparos más que no transformó. El equipo se fue ganando al descanso, a pesar que el resto de los compañeros de Yeremay no llegaron a pisar área en una primera parte en la que el equipo habría podido sentenciar en una contra.
En el segundo tiempo lo más importante fue la consecución de la victoria, que el Dépor logró sufriendo hasta el final. Incluso justificando la entrada de un tercer central, ante las acometidas de un Racing de Ferrol que dio entrada a sus dos delanteros centro, el Dépor fue incapaz de tirar a puerta. Además, el equipo volvió a necesitar a Helton, que salvó al Deportivo con una parada a un cabezazo de David Castro, tras un saque de esquina.
Lo positivo, en primer lugar fue el resultado, lo segundo fue poder constatar que Tosic puede jugar de lateral izquierdo, lo que disipa las dudas y en tercer lugar sendas aportaciones, de nuevo, Yeremay y Helton.
Si nos fijamos en lo negativo, lo primero y más importante fue el VAR o la ausencia de él. A lo mejor no estaba conectado o hubo un fallo técnico. No entiendo por qué no entra el VAR, no sé lo que pitó cuando estaban forcejeando hasta cuatro jugadores de ambos equipos. Al portero no le toca nadie, solo el sol que lo deslumbra. Es incomprensible que el VAR no entre y corrija al árbitro.
Tampoco fue bueno el comportamiento del Deportivo en la segunda parte, no le creó peligro al Racing y le costó contenerlo. Sabemos que es un duelo regional, casi derbi pero eso no le sirve al Dépor. El gol anulado justifica la protesta pero no que sea la única acción de peligro de la segunda parte. El Dépor está en condiciones de ofrecer otra imagen.