Yeremay decanta el derbi en Ferrol (0-1)
lll
17º-23º

Yeremay decanta el derbi en Ferrol (0-1)

Un gol del extremo canario soluciona para el Deportivo un sufrido partido en A Malata
Yeremay decanta el derbi en Ferrol (0-1)
Yeremay celebra el gol del triunfo en Ferrol | FERNANDO FERNÁNDEZ

Usuario

Sin alardes, con alguna dosis de sufrimiento, de nuevo con despropósito arbitral y algún palo recibido en la recta final del partido, el Deportivo sacó los tres puntos de A Malata (0-1), un preciado botín que deja al equipo muy cerca del objetivo de la permanencia en la categoría. Ganaron los chicos de Gilsanz, que saltaron al campo tras conocer el empate sin goles del Eldense en su casa ante el Burgos. Ahora el abismo se abre a nueve puntos de distancia. Con 27 por disputar, escalar a esta altura hasta los 45 semeja una garantía de sosiego en el final de temporada... salvo que al equipo le de por ponerse a ganar partidos y los de arriba empiecen a flaquear, que igual así hay mambo. Tampoco conviene ilusionarse con un combo, el de este Deportivo, que una vez más mostró lo justo para transitar por media tabla de la categoría. Ahí es donde está, undécimo, a la espera de la jornada dominical.

 

En Ferrol el equipo llegó al descanso con la lengua fuera y ya todo tuvo un puntito de agonía. Esprintó de inicio, convencido y con jerarquía para imponerse. Incluso maniobró en busca de la sorpresa porque partió con Mella por la derecha y Yeremay por la izquierda, pero al primer minuto ambos intercambiaron su posición. La pelota la manejó bien el equipo en ese amanecer, con interesantes apariciones de Mario Soriano para aclarar las jugadas y una clara ocasión de gol inicial forjada por Yeremay, ya a pierna cambiada, con un centro tan venenoso que quizás fuese un disparo, pero ante al que a Eddahchouri le faltó colmillo para buscar el contacto con el esférico y enviarlo dentro de la portería. Se perdió el Racing en ese inicio, desnortado y superado, apenas punzante en unas contras bien defendidas por el Deportivo, atento y ordenado en el repliegue.

 

Llegó el gol, el fruto del buen juego, tras una disputa en la medular en la que Villares se avivó para recoger un rechace y la zaga verde le lanzó una invitación al pase, mal posicionada la línea, demasiado separadas sus piezas. El todocampista del Deportivo, que está para lo grueso y para lo fino, sacó la mirilla y colocó el balón al espacio para que Yeremay encarese a Yoel y se horchatase las venas a la espera de que el meta se venciese. Una vez caído el cancerbero vigués, el genio canario colocó la pelota por el medio de la portería.

 

El gol cambió el partido. El Deportivo se adocenó entre la solana de la tarde porque además el Racing, que hasta entonces jugaba a la espera, acudió a apretarle arriba para cerrarle caminos hacia sus mejores jugadores. Soriano simplemente desapareció, Yeremay y Mella dejaron de tener continuidad en las acciones y se quedaron apenas para algún brochazo. El juego decayó antes que las ocasiones para marcar. Yoel frustró una de Yeremay y en el epílogo de la primera parte el Racing se lanzó a por el empate. Lo hizo a la manera de los equipos desahuciados, sin mucha más chicha que el entusiasmo y las facilidades que le concedía el rival, con más problemas por el costado de Petxarroman que por el de Tosic, por más que el lateral serbio, novedad en la alineación para solucionar el problema de las ausencias en los flancos, también tuviese tajo ante Naím García.

 

El extremo racinguista apuntó un par de veces a la meta de Helton. También lo hizo Fran Manzanara, tras explotar un agujero en la derecha por la falta de contundencia deportivista. Se cayó de alguna manera el equipo de Gilsanz antes de llegar a un descanso que se antojaba reparador. No fue así. Los verdes ya habían dado un paso hacia delante y tras ellos fue A Malata, que se tomó el partido como la gran cita de una temporada aciaga. En una campaña con tantas heridas, chafar al Deportivo tendría un efecto balsámico para todos, hubiera sido un reconstituyente para el orgullo. Se aplicó el Racing en ese objetivo y la respuesta de los chicos de Gilsanz consistió en bajar ritmo y contener. No era un buen plan. El Deportivo necesita frenesí y verticalidad para mostrar su mejor versión. Cuando lo hizo, incluso en ventaja en el marcador, pareció más cómodo que cuando trató de contemporizar. Y además era en ese escenario cuando Yeremay, Mella, Soriano o el propio Villares mejor podían explotar su talento. No así Eddahchouri, del que apenas hubo más noticias que un pésimo remate de cabeza a centro de Mella, que en la segunda parte retomó su posicionamiento habitual en la derecha. Yeremay se fue a la izquierda, en realidad para tratar de contactar, más por dentro más que junto a la linea, con la pelota. Cuando la cosa se puso seria Gilsanz lo sustituyó por Barbero. Al máximo goleador de la segunda división neerlandesa le queda justita la categoría de plata española.

 

De quien sí hubo novedades, una vez más fue de Helton Leite, felino para sacar bajo palos un testarazo de David Castro a la salida de un córner. En las esquinas estaba la definición del partido. Para el Racing porque por ahí se oteaba el peligro con su poderío aéreo, para el Dépor porque debió sentenciar a poco más de un cuarto de hora del final gracias a un córner, una acción ante la que Yoel ya hacía ademanes extraños. El sol, que se ponía por Doniños, golpeaba duro en A Malata. Saltó a por la pelota y, deslumbrado, la metió en su portería. Medio Racing se llevó las manos a la cabeza mientras los deportivistas celebraban el regalo, pero el árbitro mandó parar para señalar una falta alucinante. El portero al que Borja metió hace trece años un inolvidable gol en Balaídos acudió en solitario a por el esférico, pero el trencilla advirtió una infracción de algún jugador deportivista en los típicos forcejeos en el área que además no influían para nada en la pifia del guardameta. 

 

Son acciones y decisiones que decantan los partidos. Por suerte no ocurrió así en esta oportunidad, así que la polémica se irá al limbo de los malos arbitrajes. También el partido. El Dépor se blindó con Mfulu y Martínez en un final abrupto, con alguna brusquedad local y la complacencia de un mal árbitro. Los puntos se fueron hacia A Coruña para casi sellar el pasaporte que da la continuidad en el fútbol profesional y dejar al Racing con pie y medio en Primera RFEF. 

 

Ficha técnica

 

Racing: Yoel, Buñuel, Puric, David Castro, Brais Martínez (Insua, m. 84); Naim García (Nacho, m. 73), Álvaro Sanz (Jauregi, m. 73), Fran Manzanara (Gelardo, m. 84), Señé, Héber (Raúl Blanco, m. 66); y Álvaro Giménez

 

Deportivo: Helton Leite; Petxarromán, Pablo Vazquez, Dani Barcia, Tosic; Villares, José Ángel (Mfulu, m. 71); Mella (Diego Gómez, m. 85), Mario Soriano (Hugo Rama, m. 85), Yeremay (Pablo Martínez, m. 90); y Eddahchouri (Barbero, m. 71)

 

Árbitro: González Esteban (Comité Vasco). Amonestó a David Castro, Jauregi, Puric y Buñuel por los locales y a Petxarromán, del Deportivo.

 

Gol: 0-1, m. 18, Yeremay

 

Incidencias: A Malata. 8.778 espectadores

Yeremay decanta el derbi en Ferrol (0-1)

Te puede interesar