El Nàstic de Tarragona afronta una revolución en su equipo, después de una temporada pasada no exenta de sustos y en la que acabó salvando los muebles, después de contabilizar un total de tres técnicos diferentes.
Con el objetivo de vivir un curso plácido y subir un escalafón sus aspiraciones (finalizó octavo, a siete puntos de los puestos dan acceso al playoff, su meta) los de Daniel Vidal han firmado ya a un total de once nuevas incorporaciones.
Dos de ellas son precisamente dos ex del Depor, que ocupan posiciones de área, en defensa y en ataque, respectivamente: Pablo Trigueros y Gorka Santamaría. El central llega tras su paso por la Cultural Leonesa, mientras que en lo que respecta al ariete jugó hasta diciembre en el Depor para después firmar por el CD Badajoz, donde marcó cuatro goles en 19 encuentros.
Una de las posiciones que se vio obligada a reforzar la entidad tarraconense fue la de la portería, tras la salida de Manu García, que en 34 partidos encajó 38 goles.
Sus buenos números hicieron que pusiese sus ojos en él el Granada, que lo ha reclutado para Primera División.
Para cubrir esa baja ha regresado al Nàstic el meta Alberto Varo. Además, el club se ha reforzado también con los defensas Nacho González (Mérida), Unai Dufur (Osasuna Promesas) y el lateral izquierdo Boaz Hallebeek (Pobla de Mafumet); los mediocentros Borja Martínez (SD Logroñés) e Iván de la Peña (Pobla de Mafumet), el extremo izquierdo Mario Rodrígue (SD Compostela) y los derechos Jaume Jardí (Real Madrid Castilla) y David Concha, este último como agente libre.
El equipo tendrá que mejorar en proyección ofensiva, donde solo marcó 37 goles, sumando su máximo artillero Guillermo Fernández nueve dianas, y empatados en tantos Marc Fernández y Pablo Fernández, los dos con cuatro en su casillero. Otro de los objetivos es lograr la ansiada estabilidad en el banquillo, después de que el año pasado pasasen hasta tres inquilinos.
Hasta la jornada 19 estuvo Raül Agné, con el que el equipo sumó siete victorias, el mismo número de derrotas y cinco empates. Fue cesado, con el Nàstic con 26 puntos y siendo duodécimo.
Su sustituto en el cargo fue Iñaki Alonso, que solo duró seis jornadas. Un único triunfo en su haber, un empate y tres derrotas seguidas (Murcia, Numancia y Eldense) motivaron su salida del club.
Diego Vidal, su segundo de a bordo, prosiguió en el cargo desde la jornada 26 a la 38. Cogió al Nàstic ocupando la posición número 12, a cuatro puntos de los puestos de descenso y consiguió terminar octavo, a siete del playoff. El Consejo renovó la confianza en David tras su buen papel en el tramo final liguero y ahora tiene toda una pretemporada para armar un equipo de su gusto desde el inicio.
El cuadro tarraconense ha arrancado con buen pie en su primer amistoso de pretemporada, en el que se enfrentó al Real Zaragoza, de Segunda División. Los de Vidal se midieron este pasado sábado día 5 a la entidad maña en el Nou Estadi y el duelo se saldó con un triunfo, por la mínima, gracias a un solitario tanto de Pablo Fernández. El de Candás, de 26 años, se ha convertido en uno de los veteranos de la plantilla y tras renovar, suma su tercer curso en el Nàstic. Un punta al que tener en cuenta dentro de un equipo que contará con, al menos, once caras nuevas.