José Ángel Jurado se ha postulado como un inesperado candidato para ocupar el rol de centrocampista de corte organizador, un perfil que el Deportivo busca en el mercado de invierno. Tras superar una pubalgia, el mediocentro no solo ha exhibido un rendimiento sobresaliente, sino que ha dado un paso adelante en un papel más creativo y gestor del juego, un perfil que el equipo buscaba desde hace meses sin demasiado éxito. El fichaje de Charlie Patiño, los intentos en pretemporada con Hugo Rama y la reconversión de Mario Soriano han ido dirigidos a llenar ese vacío, pero la irrupción de José Ángel al lado de Mfulu en el doble pivote ha cambiado el panorama.
Este giro de guion podría condicionar la planificación del club en el mercado de fichajes. Con Soriano afianzado en su posición natural como mediapunta tras la salida de Lucas Pérez y José Ángel rindiendo a gran nivel como gestor del juego, el ansiado fichaje de un mediocentro organizador podría dejar de ser una prioridad. No obstante, la extensión del campeonato en Segunda y la diversidad de escenarios y diferentes contextos de partido que se encontrará el Dépor son los otros factores que se contraponen en la balanza a la hora de acudir o no al mercado para buscar un ‘8’.
El jugador sevillano jugó ante el Málaga y el Burgos sus dos primeros partidos como titular desde que la pubalgia le hizo parar tras los minutos del 13 de octubre en Elche. A pesar de la inactividad, José Ángel ha sido uno de los más destacados en los dos duelos más recientes formando una sólida pareja con Nuke Mfulu.
A pesar de sumar un par de ratos jugando juntos en la medular, el dúo se ha complementado a la perfección en La Rosaleda y El Plantío. La presencia del congoleño como mediocentro posicional beneficia a José Ángel, que ve reducidas sus obligaciones defensivas gracias a la capacidad de su compañero para abarcar campo. No obstante, José Ángel también se mostró contundente en labores defensivas en los dos últimos encuentros. Por ejemplo, contra el Burgos protagonizó tres despejes, dos interceptaciones y dos entradas exitosas.
En cambio, la evolución de José Ángel ha llegado sobre todo con el balón en los pies. El andaluz, acostumbrado el curso pasado a ser el mediocentro posicional en el doble pivote, está asumiendo más responsabilidad en la gestión del juego. Ya lo hizo contra el Málaga, pero sobre todo se erigió como el metrónomo del equipo en El Plantío. Fue clave en la salida de balón, controló el tempo del encuentro, el flujo del juego pasó por sus botas, organizó las piezas del equipo y encontró con facilidad a jugadores más adelantados a través del pase, una de sus principales virtudes que no siempre ha sido reconocida.
De hecho, él mismo bromeó en la celebración del pasado ascenso que el mote de ‘asesino’, en referencia a su contundencia en defensa, no le hacía justicia: “Me han pintado ‘asesino’ en la parte de atrás del coche”, se quejó entre risas en el balcón de María Pita, mientras que Imanol Idiakez se encargó de echarle un cable con cierta ironía: “A Jose no le gusta que le llamen asesino, se cree que es más de tocarla”.
A pesar de contar con esa fama, sufrir una pubalgia que le dejó en el dique seco casi dos meses, regresar al doble pivote con un compañero con el que apenas había jugado y hacerlo con un rol diferente al del pasado curso, José Ángel ha dado un paso al frente. Además, salta a la vista su entendimiento con los jugadores de tres cuartos, sobre todo con un Mario Soriano al que busca en todo momento tratando de superar líneas de presión con el pase. Un ejemplo de ese feeling es la gestación del gol del empate en Granada, obra de Lucas, donde José Ángel desactiva la presión nazarí con un pase filtrado al madrileño.
Ahora solo queda esperar para conocer si el Deportivo va a apostar a medio-largo plazo por este José Ángel organizador o acudirá al mercado para incorporar a ese tan deseado ‘8’.