Entre diciembre de 1981 y julio de 1983 estuvo vigente la ley marcial en Polonia. Se trataba de sofocar la rebelión popular catalizada a través del sindicato Solidaridad y su lider Lech Walesa contra un Estado totalitario. Había un toque de queda permanente y se detuvo y encarceló a más de 10.000 opositores al régimen comunista. En ese escenario, Polonia se presentó en el estadio de Riazor a jugar un Mundial en el que acabó tercera. La epopeya se narra en un documental “Mundial: The Highest Stakes”, dirigido por Michal Bielawski. A Perú le ganaron 5-1 en un duelo memorable con los siguientes actores:
1. Wladyslaw Zmuda. Solo Messi (26), Matthäus (25), Klose (24), Maldini (23) y Cristiano Ronaldo (22) han jugado más partidos en Mundiales (21 en cuatro citas) que este central poderoso y gran disparo que se lucía con el número nueve a la espalda. Fue, con Boniek, el primer polaco en jugar en la Serie A italiana, entonces la meca futbolística. Pasó también por el Cosmos neoyorkino. En 1974 había sido elegido mejor jugador joven del Mundial. En 1982 era un central monumental firmó un contrato con el Verona.
2. Jozef Mlynarczyk. El mítico meta Jan Tomaszewski había pasado aquel año por el Hércules, pero ya no jugaba en la selección, donde estaba asentado este solvente portero del equipo dominante entonces en el país, el Widzew Lodz. Luego hizo historia en el FC Porto, con el que ganó la Copa de Europa y la Intercontinental.
3. Stefan Majewski. Multiusos defensivo al que apodaban “el doctor” por su capacidad para encontrar soluciones tácticas. Tuvo una larga carrera como entrenador.
4. Pawel Janas. Central marcador que jugaba a la sombra de Zmuda, sin mayores alardes. Fue seleccionador polaco en el Mundial de 2006. Disputó los siete partidos en España y luego aceptó una oferta del Auxerre galo. Diez años después de jugar en A Coruña ejerció como seleccionador olímpico con el equipo que perdió la final en Barcelona ante España.
5. Zbigniew Boniek. El mejor futbolista del equipo y quizás (con permiso de Kazimierz Deyna y Robert Lewandowski) de la historia del país. Un talento de físico exuberante que desbordaba por cualquier flanco del ataque. Su ausencia en la semifinal contra Italia, por una tarjeta amarilla que vio contra la URSS, cercenó el sueño polaco de ganar el torneo. Un mes después se fue a la Juventus, donde conformó una dupla inolvidable con Michel Platini. Siempre aparecía en las grandes noches de fútbol.
6. Janusz Kupcewicz. Había estado en el Mundial de Argentina, pero sin minutos. En A Coruña se destapó como una solución vigorosa para el centro del campo polaco. Falleció en el verano de 2022.
7. Waldemar Matysik. Peón de brega en la medular, un portento físico que se mostró en Riazor con apenas 21 años y no salió del Gornik Zabrze hasta 1987. Emblema de los jugadores de Silesia, se expresaba en el dialecto de su tierra y tenía fama de no saber hablar polaco correctamente. Se fue al Auxerre, donde llegó a coincidir con Eric Cantona.
8. Jan Jalocha. Uno de los pretorianos del seleccionador Antoni Piechniczek, se trataba de un lateral derecho coriáceo que se adaptaba también al flanco opuesto.
9. Andrzej Buncol. Le apodaban “el querubín” por su cara de niño. Centrocampista de buen pie, letal a balón parado. Autor de un importante gol ante la RDA que abrió el camino de la clasificación para el Mundial. Fue el primer polaco en ganar la Copa de la Uefa y lo hizo en las filas del Bayer Leverkusen, tras histórica remontada ante el Espanyol adiestrado por Javier Clemente.
10. Grzegorz Lato. Había sido el máximo goleador en el Mundial de Alemania en 1974 y también dejó su sello cuatro años después en Argentina. En 1982 apenas marcó un gol y fue en Riazor en este partido contra Perú. Jugaba acostado a la derecha aunque luego acabó como senador de un partido de izquierdas. Veloz, se decía que corría los 100 metros en 10.2 segundos. En 1982 jugaba en el Lokeren belga y tras el Mundial se marchó al fútbol mexicano.
11. Wlodimierz Smolarek. Un prodigio técnico, extremo zurdo exquisito que deslumbró en España y cuatro años después en México. Sabía asociarse y caía hacia posiciones interiores siempre con colmillo. Campeón con el Widzew Lodz antes del Mundial, jugó después en el Eintracht y el Feyenoord. Su hijo Euzebiusz (Ebi) también jugó en Riazor, con el Racing de Santander. Falleció víctima de un infarto a los 54 años l
