“Al 2025 le pido que el club siga creciendo”. Con ese deseo de Pablo Vázquez el Deportivo arranca un nuevo año con la intención de asentarse en Segunda División y alejarse de la zona de descenso. El primer reto del 2025, en La Rosaleda ante un Málaga que es décimo, pone a prueba varios propósitos de año nuevo para el Dépor: la necesidad de romper el gafe ante los equipos de la mitad alta de la tabla, mantener o mejorar los buenos registros como visitante, dejar atrás la goleada en contra el Mirandés con la que finalizó el 2024, lidiar con las bajas y los tocados y manejar el plano mental en un estadio que colgó el cartel de no hay billetes.
El Deportivo, con un partido menos por el aplazamiento del duelo frente al Tenerife, inicia este año con tres puntos sobre el descenso, un margen reducido que le empuja a romper una barrera que ha lastrado al equipo coruñés en la primera vuelta: no ha conseguido ganar a ninguno de los once primeros clasificados (cinco puntos sumados de 33 posibles). Aunque La Rosaleda no es el escenario más propicio para ello, ya que el Málaga solo ha perdido un encuentro en sus diez citas como local (cinco victorias y cuatro empates).
Por otro lado, la buena noticia de contar con toda la plantilla, con la única ausencia del sancionado Villares, se tambaleó en el último entrenamiento. Sergio Escudero sufrió un golpe en el codo izquierdo, la articulación que ya se lesionó en pretemporada, mientras que Barbero también se retiró de la sesión con molestias. Rafa Obrador será titular en el lateral izquierdo a la espera de conocer el alcance de la lesión de Escudero y el puesto de punta queda abierto para la entrada de Bouldini o, con menos opciones, Cristian Herrera. El canterano Kevin viajó a Málaga para reforzar el ataque.
Además, todo parece indicar que el Dépor podrá juntar a su tridente a pesar del leve esguince de tobillo sufrido por Mella a principios de semana. Mario Soriano tiene muchas papeletas de repetir en el doble pivote junto a Mfulu y Barcia regresa a la convocatoria tras superar su lesión muscular en el recto anterior, aunque Pablo Martínez seguirá una jornada más en el once titular.
El Dépor espera olvidar el sabor amargo de la contundente derrota por 0-4 ante el Mirandés en Riazor y conseguir su cuarta victoria a domicilio tras las goleadas a Albacete (2-5), Cartagena (1-5) y Cádiz (2-4). Aunque el Málaga no parece el rival indicado para repetir un partido de ese tipo. El club andaluz, décimo a pesar de ser un recién ascendido como el conjunto herculino, es el tercer equipo menos goleado de Segunda –el primero en casa empatado con el Mirandés–, encabeza las tres principales divisiones nacionales en número de porterías a cero (11) y cuenta con el guardameta más en forma, Alfonso Herrero: líder en paradas totales y en porcentajes de paradas en la categoría de plata, además de ser, según la estadística avanzada, el arquero que más goles evita en las primeras y segundas divisiones de las cinco grandes ligas en Europa.
No obstante, el Málaga cuenta con las bajas del sancionado Carlos Puga y los lesionados Larrubia, Castel, Dani Lorenzo y Haitam, además de la duda del delantero Roko Baturina por un proceso gripal. Sergio Pellicer, ex del Fabril, cumplirá 150 partidos al frente del Málaga y tendrá que recomponer su banda derecha, habitualmente ocupada por Carlos Puga y Larrubia. Un ligero contratiempo en la primera prueba del 2025 para dos equipos que buscan seguir recuperando parte de su esplendor.