Las principales ligas europeas no se han prodigado en la inauguración de nuevos estadios durante los últimos años. La pandemia mundial de COVID-19 y la crisis económica que generó en numerosos sectores puede tener buena culpa de ello. Pero lo cierto es que los escasos recintos de nuevo cuño coinciden en la tendencia que marcan The Kop y Die Gelbe Wand.
El principal ejemplo de ello es el fondo sur del Tottenham Hotspur Stadium, denominado Home End. El coliseo del club londinense, inaugurado en 2019, cuenta con un enorme fondo, inspirado precisamente en la Sudtribüne de Dortmund. Su capacidad es de 17.500 asientos, casi el 28% de las 62.850 localidades del recinto.
En Inglaterra está muy cerca de inaugurar su nuevo estadio el vecino del Liverpool, el Everton. Los ‘Toffees’ abandonan el vetusto Goodison Park, donde juegan desde 1892. Obra de MEIS Architects y BDP Pattern Architects, el Everton Stadium afrontará dos tests en los primeros meses del año antes de abrir sus puertas al primer equipo al inicio del curso 2025-26. Tendrá capacidad para 53.000 aficionados. Uno de sus fondos, aunque estará dividido, no se encuentra separado en distintas alturas. La grada de gol opuesta, sí.
En Alemania, el estadio de más reciente apertura es el Europa-Park de Friburgo, inaugurado en 2021 con 34.700 localidades. Igualmente cuenta con un fondo de un solo piso, a diferencia de los otros tres tendidos, construídos en dos alturas.
El fútbol italiano lleva unos cuantos años sin estrenar un estadio al más alto nivel, si exceptuamos la reforma del Friuli (Udine) en 2016 y la reconstrucción del Delle Alpi turinés, Juventus Stadium desde 2011. En Milán existe la idea de levantar un nuevo estadio junto al actual San Siro-Giuseppe Meazza.
El proyecto presentado por el estudio de arquitectura Populous –autor del anteriormente mencionado Tottenham Hotspur Stadium, el nuevo Wembley o la reforma de la Ciudad Deportiva de Abegondo– prevé dos fondos de similares características, con una pequeña separación tras las primeras filas detrás de ambas porterías y un inmenso segundo tendido. La diferencia con los dos laterales es que estos se dividen en tres alturas y cuentan con palcos VIP.
‘La Cattedrale’, como ha sido bautizado, está inspirado en los dos edificios más icónicos de la capital lombarda: el Duomo de Milán y la galería comercial Vittorio Emanuele. Sus graderíos podrían acoger a 60.000 aficionados.
La tendencia está clara. Un gran espacio para los menos pudientes y más ruidosos en un fútbol cada vez más parecido al deporte profesional americano. De hecho, los propietarios de Liverpool, Everton, Milan e Inter son estadounidenses.