El currículum de José Sambade es extenso: fue entrenador de porteros del Depor, Besiktas, de la selección española... pero ahora regresa al origen: el entrenamiento de la base, de los porteros más jóvenes, que él admite que es “dar la vuelta, volver a los inicios”.
Gracias a la Sambade Goalkepper Academy, una academia que cuenta con 11 sedes por toda España, como Almería o Valladolid o sedes, de momento, sin escuela, pero con clínic, como Barcelona.
Un total de 160 niños con su sede principal, en Pastoriza donde él entrena, con 70 porteros y “un goteo constante de niños”. En Galicia ya está presente en Barbadás, Narón, Ordes, Dumbría, Burela, Noia y desvela que quieren sumar proyectos en “Pontevedra y Lugo”. “Los lunes intento estar en mi sede y los otros lunes voy rotando, para ver que se aplica mi metodología, soy la cara visible”, afirma. Junto a él un “cuerpo técnico interesante”. “Casal (Alberto, preparador de porteros del Depor) colabora conmigo, Toni Lodeiro, David Yáñez, Fran, que fue portero del Fabril...”, enumera.
En palabras del propio Sambade “una empresa que ofrece eventos de porteros, lo principal, la escuela” pero que también organiza clínics (está previsto uno en Navidad, los días 26,27,28 y 29), en verano en Campus en Dumbría con residencia y otro tipo de actividades y formación también para preparadores de porteros. “Es formación, algo que he hecho yo toda la vida. Dar clases, jornadas, entrenadores de porteros y luego dentro de la escuela, durante el año, hay niveles. Hay iniciación, de siete a doce años, de 12 a 19 perfeccionamiento (infantiles, cadetes y juveniles) y por nivel subgrupos”, aunque matiza que siempre es en grupos reducidos y “nunca más de seis niños por entrenador, para tener calidad”.
Subraya que, además, que hay “mucha demanda de porteros nivel cadete, juvenil, que me piden entrenamientos individuales”, unas sesiones que se hacen “fuera del horario de la escuela, en función de la disponibilidad de los monitores que estén”. Una academia para aportar ese plus de tecnificación que buscan los jóvenes arqueros, que en ocasiones no les pueden dar sus equipos, pero, como admite Sambade, que en ningún caso pretende sustituir al trabajo de los metas con sus clubes.
“Somos una escuela de porteros, pero también tienen que entrenar con sus equipos,. La tecnificación es lo que le damos, no la táctica. Es un complemento para ellos. Es difícil para los (clubes) de base el tener un entrenador de porteros. El portero es parte del equipo, tiene que adaptarse a como juega y entrena su equipo, hay cosas que nosotros trabajamos y en su equipo no”, aclara Sambade.
Este regreso a sus orígenes, lejos del fútbol profesional, está siendo muy gratificante: “Esto me hace mucha ilusión, es un stop en mi carrera profesional, pero entrenar niños me gusta mucho. El fútbol profesional desgasta mucho y deja cadáveres por el camino. Me gusta mucho trabajar con ellos, creo que es donde voy a acabar trabajando y espero tener un centro propio.
Trabajo gratificante |
Sambade habla con emoción del día a día con estos jóvenes porteros y lo gratificante que supone entrenar formación, indicando las diferencias con lo que es trabajar en la élite. “No es fácil cuando hablamos de (fútbol) rendimiento no hay tiempo para cambiar cosas, pero los niños lo entienden y ven fácil”, afirma.
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