Los porteros de la selección española estarán a partir de ahora en las manos del coruñés José Sambade, que revolucionó los entrenamientos de los porteros cuando se hizo cargo de la preparación de los del Deportivo a principios de este milenio. La página de los equipos nacionales informó ayer de que el coruñés suple a José Manuel Ochotorena como entrenador de los guardametas de la Roja.

Sambade, de 48 años, estuvo trece ligado al primer equipo del equipo de su ciudad, con el que dio el salto a la elite. Allí apostó por la innovación, por artilugios a medio camino entre el fútbol y la magia.

“Siempre ha sido un estudioso y un innovador en las técnicas de entrenamiento de los porteros”, explica Dani Mallo, con quien coincidió.

Él recuerda el momento en que Sambade llegó al primer equipo del Depor, que acababa de ganar la Liga y tenía a Javier Irureta como técnico.

“Coincidió con grandísimos porteros y, a pesar de su juventud, desde el primer momento se ganó nuestro respeto gracias a su capacidad de trabajo, sus conocimientos y su capacidad para transmitirlos”, sostiene el excancerbero blanquiazul, que también pasó por el Elche, Girona, Albacete y Lugo, entre otros equipos.

Sambade ha buscado la excelencia y ha sido un referente en la preparación de los porteros. “Muchos de los elementos que implementaba en sus tareas o bien los hacía él o los encargaba, siempre orientado a hacer más efectivo y ameno su trabajo”, apunta Mallo.

Desde el primer momento, sus sesiones sorprendían. A los periodistas, los aficionados y a los guardametas. “Recuerdo una superficie de rebote irregular, una lona para simular el bote en campo mojado, una lona vertical que limitaba la visión del guardameta”, enumera el exportero del Deportivo.

En aquella época, Sambade coincidió con el ahora director deportivo de la Federación Española, José Francisco Molina, al que entrenó y acompañó en un momento delicado de su vida, ya que el exguardameta padeció un tumor testicular que pudo superar.

Sambade fue partícipe de los éxitos del Deportivo. Con él, compitió cinco temporadas seguidas en la Liga de Campeones, ganó una Copa del Rey y dos Supercopas, pero también estuvo en dos descensos y tuvo que saber llevar momentos tensos como una pelea entre Dudu Aouate y Gustavo Munúa en el vestuario de la Ciudad Deportiva de Abegondo en la temporada 2007/08.

Esa labor la compaginó con una importante experiencia docente, tanto como director del Máster Especialista en Entrenamiento de Porteros de Fútbol de la Real Federación Española de Fútbol como en numerosos congresos por todo el mundo.

En 2013, dejó el conjunto deportivista y emprendió su primera experiencia lejos de España, en el Besiktas turco. Más tarde, en el Fulham inglés y también en el Mónaco de Robert Moreno.