Deportivo y Tenerife vagan ahora mismo por la zona baja de la Segunda División, pero durante varios años, hace tres décadas, cruzaron sus caminos luchando por otros objetivos de mayor enjundia. Si la promoción del curso 1989-90 es su enfrentamiento más recordado, no lo es tanto el hecho de que ambos clubes se clasificaron para competición europea por primera vez en su existencia en la misma temporada y en el mismo torneo.

Deportivistas y chicharreros acaban el curso 1992-93 en la tercera y quinta plaza, respectivamente, de Primera División, por detrás solamente de Barcelona y Real Madrid y con el Valencia entre ellos. Los azulgrana se clasifican para la Copa de Europa. Los blancos, para la desaparecida Recopa de Europa, tras conquistar la Copa del Rey en la final ante el Zaragoza. Valencianos, coruñeses y tinerfeños, junto al Atlético de Madrid, sexto clasificado, obtienen el pasaporte a la Copa de la UEFA, actual Europa League.

Aalborg y Auxerre

Por tanto, ambos equipos debutan en Europa al mismo tiempo. Aunque siendo puntillosos, el Dépor lo hace un día antes. Los blanquiazules disputan su encuentro de ida de los treintadosavos de final, la primera eliminatoria, el martes 14 de septiembre de 1994, a las 20.30 horas. El Tenerife se estrena el miércoles 15, en el Heliodoro Rodríguez frente al Auxerre. Los pupilos de Arsenio Iglesias caen por 1-0 en tierras danesas ante el Aalborg, un equipo semiprofesional. La formación dirigida por el argentino Jorge Valdano empata (2-2) frente a uno de los mejores equipos franceses del momento.

El Dépor cae en suelo escandinavo, víctima del frío, la lluvia y un pepinazo de Sören Thorst, un desconocido defensa cuyo padre Kjeld había sido 26 veces internacional con Dinamarca en los años 60. En la vuelta, en Riazor, el guion es totalmente opuesto. Bebeto iguala la eliminatoria mediado el primer tiempo. Tras el descanso, dos goles más del brasileño y otros dos de Claudio ponen el 5-0 que da la clasificación al Deportivo.

El Tenerife sufre bastante más. El Auxerre del eterno Guy Roux es un hueso, comandado por varios internacionales Bleus, como el portero Bruno Martini, el defensa Franck Silvestre o el extremo Pascal Vahirua, y el futuro deportivista Corentin Martins. Un tanto de Felipe Miñambres en el estadio Abbé-Deschamps desempata la igualada del choque de ida.

Birmingham y El Pireo

El sorteo de la segunda ronda, los dieciseisavos de final, contrariamente al de la primera, beneficia al Tenerife y perjudica al Deportivo. Los canarios se cruzan con el Olympiacos griego. Los herculinos, con el Aston Villa inglés.

El subcampeón de la Premier League demuestra en Riazor que es un coco. El australiano Mark Bosnich detiene un penalti a Bebeto a los tres minutos de juego. El galés Dean Saunders adelanta a los ‘villanos’. Pedro Riesco, en su mejor noche como blanquiazul, iguala la contienda al filo del tiempo reglamentario. El choque de vuelta, en el mítico Villa Park, en la primera vez que el Deportivo pisa la tierra en que nació el fútbol, lo decide un testarazo de Manjarín a centro de Nando.

El Tenerife suda de lo lindo ante el equipo de El Pireo, a priori inferior. Dirigido por el serbo-bosnio Ljupko Petrovic, que el curso anterior se había sentado con escaso éxito en el banquillo del Espanyol, apenas cuenta con jugadores de renombre. Su figura es Bent Christensen, un veloz ariete danés que pocos meses después ficha por el Compostela.

Precisamente el pequeño delantero adelanta al equipo heleno en el Heliodoro Rodríguez. Julio Llorente y el peruano Chemo del Solar dan forma a la remontada para conceder una ligera ventaja al ‘Tete’. La vuelta es un infierno, del que los chicharreros evitan salir achicharrados por los pelos. Tres goles de Christensen no resultan suficientes para el Olympiacos, que vence por 4-3. El valor doble de los goles en campo contrario da al Tenerife el pasaporte a octavos.

Frankfurt y Turín

La tercera ronda depara dos adversarios durísimos a ambos equipos. El líder de la Bundesliga, el Eintracht Frankfurt, le cae al Deportivo. Al Tenerife le toca el, posiblemente, mejor equipo europeo del momento, la Juventus. El Dépor sale indemne del Waldstadion, donde cae por la mínima, sin un congelado Bebeto, merced a un solitario tanto de Mirko Dickhaut. Sin embargo, en Riazor no es capaz de romper la solidez defensiva de los alemanes, que además aprovechan un error de entendimiento entre Voro y Djukic para ganar también en A Coruña, en este caso con gol de Maurizio Gaudino.

Para el Tenerife, el sueño ya se acaba en el encuentro de ida, en el desangelado Delle Alpi de las pistas de atletismo. Los goles del germano Andy Möller, Roberto Baggio —de penalti— y Fabrizio Ravanelli sentencian el cruce. El cuadro tinerfeño, de todos modos, se da el gusto de derrotar al Dream Team turinés en el choque de vuelta (2-1), con tantos de Carlos Aguilera y, de nuevo, Del Solar.

Deportivo y Tenerife iniciaron y remataron su bautismo europeo al unísono. Eran otros tiempos más felices en Riazor y en el Heliodoro Rodríguez.