El Deportivo rinde más fuera que en Riazor. Lo dicen los números (11 puntos a domicilio por 9 en su feudo), lo gritan los goles (19 marcados, 14 en tres partidos, ante Albacete, Cartagena y Almería) y las estadísticas (tres victorias, dos empates y cuatro derrotas).
Mientras, en su campo ha logrado dos victorias, tres tablas y el mismo número de derrotas y solo ha marcado cinco goles. Además esas 19 dianas que lleva el equipo en sus nueve jornadas como visitante superan ya al total de goles marcados a domicilio con respecto a varias temporadas.
Entre ellas, la penúltima en Segunda, la 2018-19, cuando el Dépor se quedó a las puertas del ascenso a Primera División. Entonces, primero de la mano de Natxo Fernández y después bajo la batuta José Luis Martí los coruñeses hicieron en campaña regular 18 tantos a domicilio. Ganaron 6 choques, empataron 9 y perdieron cinco y su mayor goleada fue el 1-3 ante el Nàstic de Tarragona.
Anotó menos goles lejos de Riazor en la 2019-20, antes del último descenso a Segunda B. Ese año, con tres entrenadores (Anquela, César Sampedro y Fernando Vázquez). Entonces el Dépor solo fue capaz de perforar la portería rival en 14 ocasiones, con un balance de cuatro triunfos, siete empates y diez derrotas. Ninguno fue por goleada y el equipo blanquiazul, con sufrimiento, ganó por la mínima ante Numancia, Albacete, Alcorcón y Elche. Un año precario y que tuvo como terrible final el controvertido descenso a Segunda B, en el contexto del ‘Caso Fuenlabrada’.
Volviendo a la tercera categoría del fútbol español, los guarismos de este año también superan a los del curso 2022-23, en el se sentaron en el banquillo Borja Jiménez, Óscar Cano y Rubén de la Barrera. Se marcaron a domicilio 18 goles, en cinco victorias, ocho empates y seis derrotas.
También son números muy superiores a la campaña 2020-21, la última de Segunda B. El Dépor solo logró cinco dianas como visitante, pero hay que tener en cuenta de que ese curso apenas se disputaron partidos, fue una competición corta, dividida por fases y en la que el equipo se quedó a un punto de jugar los playoff. Una temporada en la que empezó Fernando Vázquez y acabó De la Barrera.
No obstante, hay dos campañas cuyas dianas fuera están por encima de los números actuales. La pasada el Dépor firmó 32 goles como visitante, en 11 victorias, cinco empates y tres derrotas. En la 2021-22 se quedó a un partido de subir a Segunda y rubricó 23 a domicilio. Lo hizo en ocho triunfos y mismo número de tablas y derrotas (5).
¿Qué razones hay detrás de esa capacidad para puntuar y marcar más lejos de Riazor? Uno de los motivos pasa por el papel que tiene el Dépor en los partidos. En el campo coruñés los blanquiazules suelen llevar más la iniciativa, los encuentros son más cerrados y el rival espera atrás agazapado.
Por el contrario, fuera el conjunto herculino aguarda más a su adversario y cuando roba alto, algo que sucedió sobre todo en la segunda parte en el Nuevo Mirandilla, mejora sus prestaciones. Es entonces cuando encuentra esos espacios para la velocidad de Mella y Yeremay. Son esos partidos de ida y vuelta en los que el Dépor es más letal. Producto de ello logró sumar sendas ‘manitas’ ante Albacete y Cartagena y la última goleada, este sábado contra el Cádiz (2-4).
No siempre más es mejor en el fútbol y en el caso del Deportivo el no tener tanta posesión le favorece. Contra los gaditanos gozo del 47% de la misma. Tampoco disfrutaron de mucha más ante el Albacete, al que ganaron por goleada.
En casa, espoleado por su afición y lógicamente con la necesidad de mandar en el tempo del partido y en la posesión, los coruñeses sufren para desatascar los encuentros.
Es precisamente en Riazor, donde la afición no baja de 20.000 espectadores de media por duelo, donde los herculinos tienen una asignatura pendiente. Si mejoran sus números en casa y con sus actuales registros fuera, el Dépor subirá en la clasificación.
Queda fuera el choque contra el Tenerife para seguir la buena senda y en casa Zaragoza, Castellón y Mirandés para mejorar en Riazor y cerrar bien el año.