El entrenador Óscar Cano sufrió una sonora pitada al inicio del duelo que a la postre se llevó el Depor ante Fuenlabrada, pero el preparador se refirió a la importancia de volver a sumar. “No quiero centrar la atención en el entrenador, un día caerá la segunda bomba atómica y dirán que fue un entrenador. El entrenador es el gran apaleado del fútbol, es increíble. Soy capaz de relativizar, la protección que hago de mí mismo trata con darle lo mejor a los chicos, dar estabilidad a los chicos. No me voy a enfrentar a alguien que va con la misma camiseta (que yo). Si a alguno le caiga peor no puedo hacer nada, lo importante es que el Depor gane”, dijo en sala de prensa.
No obstante, cree que es algo que “va fluctuando. Lo importante es que nos respetemos, que los que tienes cerca te sigan queriendo y este grupo está a prueba de bombas”, aseguró.
Sobre el ‘otro fútbol’ y las múltiples interrupciones del partido, muchas motivadas por los visitantes, quiso restar importancia. “Ese otro fútbol del que se habla como está permitido, me parece bien que la gente lo haga, lo que no me parece bien si se saltan (las normas). Ellos han hecho su partido, a los rivales aquí la portería les queda muy lejos, se hace cuesta arriba y buscan sus momentos de parar el juego, darse un respiro. Ellos han intentado condicionar al cuarto árbitro y nosotros de que no lo sea, pero nada importante”, explicó sobre sus conversaciones con algunos jugadores contrarios.
Cree que el equipo, a pesar de verse dos veces abajo en el marcador, fue capaz de tener la calma que la faltó en otras ocasiones para darle la vuelta. “Dimos un paso adelante, manejando la situación, que es otra cosa que los ritmos y marcar el ritmo nosotros. Nos ha pasado a todos, a mí también como entrenador, la precipitación nos ha llevado a cometer errores. Cuando el equipo ha bajando las pulsaciones y darle tres-cuatro pases en la jugada y creo que ahí se ha dado un paso adelante con respecto a todos enfrentamientos”, afirmó.
Además, mostró su alegría por el buen rendimiento y como Svensson ayudó al equipo. “El cambio de Max ha espoleado a la gente y muy contento por todos, por el deportivismo y porque los demás tendrán que ganar mañana (pensando en el Alcorcón, que juega contra el Pontevedra) si quieren seguir manteniendo la distancia", zanjó.