Recibimiento de la Copa de España de 1912 —séptimo título de la historia del Deportivo, aunque realmente fue el primero— (eso sí, no lo entregó el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, sino el de la Gallega, Rafael Louzán) y triunfo —sudado gota a gota— ante el ‘malvado’ Fuenlabrada para quitarse el mal sabor de boca de la pasada semana en Salamanca, sumar el duodécimo partido consecutivo invicto en Riazor y auparse al segundo puesto de manera provisional. Los blanquiazules se sitúan a un punto del líder y aventajan en uno al Castilla y en dos al Racing a la espera de que el Alcorcón, el filial madridista y el cuadro ferrolano jueguen mañana sus respectivos duelos.
El ‘Fuenla’ no tuvo un recibimiento demasiado caliente en su regreso a Riazor, quizá porque ya han transcurrido tres años desde aquel ‘paripé’ que certificó la despedida del Depor del fútbol profesional en 2020 o por la necesidad herculina de ganar para no decir prácticamente adiós al ascenso directo. Eso sí, se llevó una despedida que no olvidará en mucho tiempo, con fiesta en la grada y un 4-2 que escuece.
Más tensa fue la bienvenida a Óscar Cano, recibido con una sonora pitada. Eso sí, se jugaba la 'cabeza' y terminó salvándola con la remontada obrada en los instantes finales.
El técnico blanquiazul, que contaba con las bajas de Olabe por sanción y Pepe Sánchez por lesión, sorprendió concediendo la titularidad en el lateral izquierdo a Raúl Carnero, quien no jugaba desde el pasado 8 de enero y no formaba en el once inicial desde el 18 de diciembre. Lebedenko se cayó del equipo por primera vez desde su fichaje.
Empezó el conjunto coruñés con ganas de mandar y asomándose con cierta facilidad al balcón del área madrileña. Fruto de ese dominio, en el minuto 6 llegó una ocasión clarísima por medio de un gran centro de Rubén Díez que Mario Soriano desperdició en boca de gol.
Quien no falló fue Iban Salvador, un futbolista con 122 partidos en Segunda. Tras una pérdida de Rubén Díez en el centro del campo en el minuto 19, el mediapunta del Fuenlabrada recogió el esférico y prácticamente desde 50 metros se sacó un disparo de lujo con el que pilló adelantado a Mackay y marcó el 0-1.
La escuadra herculina reaccionó como un torbellino, mientras el cuadro madrileño ponía el autobús en su área. Quince minutos de asedio deportivista en los que el portero Craninx se erigió en héroe de los visitantes para salvar hasta dos remates de Lucas, uno de Antoñito y otro de Pablo Martínez. El guardameta hispano-belga se convirtió en un frontón que lo escupía todo hasta que en el 32’ Lucas recibió una pelota de Raúl Carnero y se sacó un centro medido que Quiles cabeceó al fondo de la red para hacer el 1-1.
El empate, en lugar de devolver la calma dio origen a un final de primera parte de locos. Así, en la siguiente acción los de Alfredo Sánchez pillaron a la defensa deportivista dormida y se adelantaron de nuevo en el marcador por medio de Santi Jara.
Los coruñeses reaccionaron a los tres minutos con un golazo de Soriano. El madrileño recogió un pase de Lucas en la frontal del área y batió a Craninx con un potente disparo raso ajustado al palo.
El 2-2 no sació el apetito del Depor, que dio otro arreón en los cinco últimos minutos del primer acto en busca del tercero, pero se marchó a los vestuarios con la igualada.
La segunda mitad arrancó con el Depor teniendo el dominio de la pelota, tocándola en busca de cualquier resquicio en la defensa del Fuenlabrada para completar la remontada. Pero el cuadro madrileño, muy replegado, no concedía ni un solo espacio. Los madrileños estaban cómodos esperando un nuevo fallo deportivista para asestar otro puñetazo.
Cano movió el equipo en el minuto 59 con un cambio ofensivo para intentar desatascar el duelo. Svensson entró al campo en lugar de Isi Gómez y el Depor dio un nuevo paso adelante, ahora sí lanzado hacia un triunfo tan necesario como merecido por el fútbol y las ocasiones generadas.
En el 70’, Rubén Díez envió un pase en profundidad a Quiles, que remató cruzado, pero Craninx tocó lo justo para despejar a córner.
Y sólo tres minutos después, estalló la grada con el 3-2. Gol en el que participaron los mismos protagonistas que en el primer tanto del Depor. Raúl abrió a la banda para Lucas, que volvió a poner un centro a medida para que Quiles se luciera con un nuevo testarazo y marcara su decimotercera diana de la temporada.
Con el marcador a favor por primera vez en todo el encuentro y a falta de cinco minutos del tiempo reglamentario, Cano optó por reforzar el equipo y darle oxígeno con la triple entrada de Lebedenko, Saverio y Álex Bergantiños por Raúl, Quiles y Rubén Díez.
El triunfo no podía cerrarse sin la guinda de Lucas Pérez, que había asistido en los tres primeros tantos y merecía el suyo. Y llegó con un golazo para quitarse el sombrero. Libre directo ejecutado con maestría con un zurdazo que se coló pegado al palo, donde no puso llegar Craninx.