El Deportivo percibió en el ejercicio económico que se cerró el pasado 30 de junio 965.000 euros de LaLiga correspondientes al seguro de descenso, de los 2.350.000 euros a los que tiene derecho durante tres temporadas.

Esa cantidad próxima al millón de euros ha sido registrada por el club dentro del epígrafe ingresos excepcionales, una partida muy por encima de la del anterior curso, que apenas pasaba los 60.000 euros.

En el capítulo de gastos excepcionales, el Deportivo incluyó una sentencia judicial por 73.200 euros.

En la temporada 2020-21, las indemnizaciones al personal deportivo inscribible, esto es jugadores de la primera plantilla, entrenador, segundo entrenador y preparador físico, supusieron un desembolso de más de medio millón de euros, según los números que ha presentado el club.

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Gastó 1,6 millones tras el descenso y medio millón el curso pasado 

Aún así, esa cantidad estuvo muy por debajo de la campaña anterior, en la que el Deportivo abonó 1,6 millones de euros por indemnizaciones al personal deportivo de la primera plantilla y cerca de 400.000 euros al resto.

En sueldos y salarios, el conjunto herculino dispuso 10.920.157 euros en la temporada 2019-20, la última en el fútbol profesional, y 7.753.240 la campaña pasada.

Un clásico en las cuentas del Deportivo es lo que representa la cesión del Estadio Abanca-Riazor, de titularidad municipal. En los últimos años se ha reflejado en las cuentas como una subvención por importe de 722.396 euros.

Además, las subvenciones a la explotación ascendieron a 1.658.724 euros, 400.000 euros más que un curso antes, por las ayudas de la Federación Española de Fútbol y LaLiga para el normal funcionamiento de la actividad deportiva del primer equipo.

El ERE

En los hechos posteriores al cierre del ejercicio, el Deportivo refleja el traspaso de Mujaid Sadick al Genk y el Expediente de Regulación de Empleo que acometió “por una grave crisis económica” de la institución.

El Deportivo repasa toda la película. El 8 de julio le comunicó a la plantilla la decisión de iniciar el proceso colectivo de extinción de contratos de trabajo para reestructurar el plantel de trabajadores. Un mes después, el 7 de agosto, se inició formalmente ese ERE que incluyó a dos deportistas profesionales y tres trabajadores no deportivos. El 24 de septiembre se comunicó a la autoridad laboral el cierre del proceso, en el que ya no figuraban los dos deportistas al haber rescindido su relación laboral durante el proceso negociador. Igualmente, se llegó a un acuerdo con dos de los trabajadores afectados, con la rescisión de uno de los contratos y la reducción salarial de otro, mientras que con un tercero se judicializó la desvinculación laboral.

Ahorro de 4,5 millones

El Deportivo explica que se realizaron importantes cambios en la plantilla del primer equipo masculino con la rescisión de once contratos de jugadores con un salario fijo bruto total para la temporada 2021-22 de 4,5 millones de euros.

Seis tenían contrato hasta la temporada 2022-23, pudiendo comprometer otros 2,4 millones en salarios y 3 de ellos hasta la temporada 2023-24, comprometiendo otros 1,8 millones.

Además, esas salidas, según el Depor, permiten un ahorro de medio millón de euros en comisiones de agencia (de representación) que no se tendrán que abonar.

El club asegura en la documentación que facilita a sus accionistas que “los efectos de la Covid en el fútbol perjudicaron las negociaciones de rescisión ante las dificultades de dichos jugadores para encontrar un nuevo equipo, aun reduciendo sus expectativas económicas por debajo de lo percibido en el Deportivo, lo que conllevó la necesidad de indemnizar la mayoría de las situaciones, si bien en un importe muy inferior al de un despido improcedente o incluso del expediente de regulación de empleo realizado”.