Marcos Rey: “Cada vez que entro en Riazor se me remueve todo”
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Marcos Rey: “Cada vez que entro en Riazor se me remueve todo”

Marcos Rey: “Cada vez que entro en Riazor se me remueve todo”
Marcos Rey, entrenador del Alcobendas, dirige a su equipo durante un reciente amistoso contra el Liceo | Javier Alborés

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Patinó con la camiseta verde y blanca desde los siete hasta los 23 años. En la pista protagonizó el histórico ascenso del filial, el Liceo La Paz, a la OK Liga, entonces División de Honor, en 1998. Llegó a debutar con el primer equipo antes jugar en el Tenerife, el Areces, el Vigostick o el Órdenes, entre otros.


Empezó en los banquillos del Compañía de María pero fue precisamente en Ordes donde se dio a conocer como entrenador. También probó en el hockey austríaco y aprendió de los mejores, como Alejandro Domínguez o Carlos Gil, durante un año sabático. Es Marcos Rey Acal (25 de abril de 1976, A Coruña), técnico del recién ascendido Club Patín Alcobendas, que mañana visita al Deportivo Liceo.


Vuelves a casa, aunque no sea la primera vez.

Volver a Coruña para jugar contra el Liceo es siempre una experiencia única. Cada vez que entro en Riazor se me remueve todo. En el Liceo me formé deportivamente, ha sido mi casa durante 15 años, y es uno de los dos grandes del hockey patines en este país.


¿Volverías para quedarte?

Entrenar al Liceo, no solo para mí, sino para cualquier entrenador, sería una gran ilusión. Para mí más, porque me he formado ahí, pero ya no solo para entrenar en la élite. Trabajar con la base o con los júniors también sería algo muy bonito. Soy liceísta.


Es tu quinta temporada en el Alcobendas, no te tratan mal.

Estoy muy contento aquí y estamos haciendo un gran trabajo, no solo con el primer equipo, también con la base y está dando muy buenos frutos. El hockey ha dado un salto de calidad tremendo en Madrid y el año pasado fue probablemente el mejor de nuestra historia. Es para estar muy contento. El miércoles me llegó una carta de la concejala porque me conceden el premio al Mejor Entrenador del Año en Alcobendas por segunda vez. Es para sentirme muy orgulloso.

Soy liceísta y entrenar al Liceo sería una gran ilusión para mí

Y mañana tendrás que intentar que pierda el Liceo.

El partido del sábado es el comodín del Liceo, uno de los dos partidos que puede perder durante el año (risas). Los demás que los gane todos.


¿Cómo se prepara un partido contra un equipazo como el Liceo?

Puedo asegurar que conozco muy bien al Liceo, sé como juegan y las virtudes que tienen, pero esta misma semana he vuelto a ver tres partidos suyos en vídeo porque cada fin de semana te pueden sorprender con algo diferente.


¿Sirven de referencia los dos amistosos que jugasteis hace un mes en Riazor?

No tienen nada que ver porque el Liceo tenía las bajas de los internacionales y completó con varios jugadores del filial. Dentro del mismo fin de semana jugamos dos partidos: el sábado nos pasó factura el viaje y nos pasaron por encima (10-2). Al día siguiente, hicimos muy buen trabajo y empatamos (4-4).


¿Cuál es tu relación con Juan Copa?

Coincidíamos en algunos entrenamientos cuando Juan empezó con el filial. Creo que entendemos el hockey de una manera parecida, pero él viene haciendo un trabajo excepcional, tanto ahora en el Liceo como antes en el Cerceda, con un modelo de juego muy vistoso, para los jugadores y también los espectadores. Es un referente en los banquillos.


¿A qué jugador del Liceo ficharías para el Alcobendas?

Ufff, es que tienen tanta variedad y calidad... Roby (Di Benedetto) está en un momento extraordinario y tiene mucho desequilibrio por la izquierda, pero es que por la derecha tienen a Álex (Rodríguez) y los dos la pegan de maravilla. Dava (Torres) y Marc Grau también están en momento de forma excepcional, (Jordi) Adroher te saca la varita mágica en cualquier momento...

El Liceo puede volver a ser campeón este año

¿Tiene algún punto débil?

Sin César (Carballeira) pierden un jugador que les da una posición muy específica en defensa y que además tiene disparo lejano, pero es un equipo muy completo y que este año puede volver a ser campeón. Nosotros vamos con toda la ilusión de puntuar e intentaremos aprovechar esos desajustes que tienen a veces en defensa para sorprenderles.


Casi dais la sorpresa contra el Barça.

La noche del Barça fue una gran noche para Alcobendas. A pesar de ser un martes colgamos el cartel de ‘No hay entradas’, con 1.200 personas en la grada y se vivió un gran partido. Fuimos creciendo a pesar de ir 0-2, aguantando y haciéndoles daño. Nos pusimos a un gol a falta de tres minutos, pero, en una jugada que teníamos bien estudiada, Pau (Bargalló) le dio un pase magistral a Helder Nunes y se acabó.


¿Con seis puntos en nueve partidos tenéis otro objetivo que no sea  la permanencia?

Trabajar mejor cada día para competir en cada partido. En los primeros partidos de la temporada se notó muchísimo que empezamos tarde la pretemporada, pero luego empezamos a sumar puntos haciendo un buen juego hasta el partido de Voltregá (6-3), con temas de arbitraje y sanciones que nos afectaron mucho a nivel psicológico. Y, a partir de ahí, ya no afrontamos de la misma manera los siguientes partidos.


Alcobendas no está tan lejos de Cataluña como A Coruña, pero la complicación logística es parecida.

Es un hándicap, pero intento anticiparme a todo. Por ejemplo, la semana pasada ya estaba planificando los partidos que tenemos fuera en febrero y marzo, buscando billetes de AVE lo más barato posibles, pidiendo ayuda a los equipos rivales para adaptar los horarios... En los próximos días jugamos tres partidos fuera: el viernes (hoy) salimos en furgoneta para Coruña, volvemos el mismo sábado, entrenamos el lunes y el martes, el miércoles volvemos a coger la furgoneta para Alcoi y el sábado nos vamos en AVE a Barcelona y, desde allí, en autobús hasta Calella de Palafrugell.


Y a todo esto se suma el repunte del covid.

Ayer mismo hablé con Juan (Copa) para saber cómo están sus jugadores y cómo han salido los test PCR. Ya no sabemos ni lo que hacer: pasamos controles cada semana, pero estamos en época de catarros y nosotros hemos tenido bastante mala suerte con procesos víricos que también nos han pasado factura. Es una pesadilla.

Marcos Rey: “Cada vez que entro en Riazor se me remueve todo”

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