La gallega Adiaratou Iglesias fue la gran protagonista en la jornada de este martes del atletismo español en los Juegos Paralímpicos de Tokio tras conquistar la medalla de oro en los 100 metros de la clase T13 (discapacidad visual), mientras que Yassine Ouhdadi El Ataby y Deliber Rodríguez no pudieron sumar nada en sus respectivas finales.
La velocista de Lugo, de 22 años, nacida en Mali y debutante en unos Juegos, cerró el día para España con una enorme alegría. Iglesias dio el tercer campeón paralímpico del atletismo tras Kim López y Yassine Ouhdadi El Ataby y fue el noveno de la delegación nacional, que ya ha igualado los metales dorados que logró hace seis años en Río de Janeiro (Brasil).
La gallega era seguramente la gran favorita del hectómetro de la clase T13, en la que le situaron tras la pandemia por tener un rango de visión diferente. Pese a ello, se presentaba en Tokio como la más rápida del año y como la única de bajar de los once segundos (11.83), pero se topó con un rival inesperado con la fuerte lluvia que azotó durante un tramo de la tarde la capital japonesa.
Pese a ser la más rápida en el tiempo de reacción, Iglesias no salió del todo bien y tuvo que ir de menos a más para terminar remontando y conquistar con 11.96vuna medalla de oro muy disputada, ya que la segunda clasificada, la azerbaiyana Lamiya Valiyeva, se quedó a tres centésimas de arrebatarle la gloria.
Por su parte, Yassine Ouhdadi El Ataby no pudo despedirse de sus primeros Juegos Paralímpicos con una segunda medalla tras finalizar en la sexta posición la final de los 1.500 metros con un tiempo de 3:56.73. El hispano-marroquí, campeón de los 5.000, no se pudo colocar bien esta vez en los últimos 400 metros y no pudo pelear en la recta final por subir al podio de nuevo.
"Esperaba haber hecho un poco más, pero he llegado a los últimos 400 m mal posicionado y después ya he doblado por el carril 2, que fue muy duro y en los últimos 200 era difícil recuperar. Pensaba que llegaría más cansado del 5.000, pero llegué muy bien e iba muy cómodo y me sentía seguro, excepto los últimos 400 metros, que han sido a un ritmo muy fuerte", comentó Ouhdadi.
De todos modos, tras un oro y un diploma, se marcha de Tokio "muy satisfecho". "Si antes de venir me hubiesen puesto en un papel que iba a ganar un oro y un sexto puesto, lo firmo sin pensármelo un segundo. Han sido dos años muy duros y sin parar, ahora quiero cogerme un descanso y volver con muchas ganas, con más ganas que nunca", sentenció.
También tenía opciones de subir al podio el hispano-dominicano Deliber Rodríguez en los 400 metros de la clase T20 (discapacidad intelectual) después de haberse clasificado para la final con el mejor tiempo (48.57) y mejor marca personal. En la pelea por las medallas, mejoró ese registro (48.05), pero no le alcanzó para poder adjudicarse alguna con todos sus rivales logrando bajar de los 48 segundos.