Tres días después de que el Deportivo alcanzase la cima del fútbol español juvenil sigue habiendo detalles que repasar y que rememorar de una Copa de Campeones imborrable en la que el equipo de Óscar Gilsanz ganó (3-1) al Barcelona en la final. Desde el primer al último futbolista de la plantilla han sido importantes para llegar al éxito colectivo.
Uno de los aspectos que más ha llamado la atención en el Deportivo tanto en la semifinal como en la final fue su puesta en escena y su presencia en el terreno de juego. Ni contra el Madrid ni contra el Barcelona, dos auténticos equipazos con los jugadores más talentosos de España y parte del mundo, el Depor dio la sensación de tener futbolistas juveniles. Por la serenidad defensiva, la templanza con el balón en los pies, la capacidad para saber sufrir y, sobre todo, para tener paciencia y atacar cuando las circunstancias eran favorables, el conjunto de Óscar Gilsanz exhibió una madurez muy llamativa
Pero es cierto que para desequilibrar partidos y poder ganarlos son necesarios chispazos de futbolistas con talento que generen situaciones claras de gol o que las concluyan con acierto. Así se metió el Depor en la final, con un solitario gol de estrategia que remató Fito en el segundo palo, y así derrotó al Barcelona, primero marcando Mario al finalizar una jugada perfectamente elaborada y después con dos zarpazos de poderío y precisión en el remate de un Noel soberbio.
Son para destacar las variantes que empleó el Deportivo en los cuatro partidos y teniendo en cuenta cada contexto. El cuadro de Óscar Gilsanz defendió a la perfección en un repliegue bajo contra el Real Madrid, adelantó líneas manteniendo la seguridad contra el Barcelona, supo tener el balón ante ambos equipos y también dominó el contraataque y las acciones a balón parado.
En cuanto a las piezas que ha utilizado Óscar Gilsanz en la Copa de Campeones, ha habido unanimidad (casi) siempre. Casi porque en la semifinal estaba previsto un cambio: Jairo por Mario. En cambio, la lesión del juvenil de segundo en el calentamiento provocó que la escuadra coruñesa jugase con el mismo once inicial en los cuatro partidos del torneo; los tres últimos en solo ocho días: domingo 20 la vuelta de cuartos ante el Las Palmas en Gran Canaria, jueves 24 la semifinal contra el Real Madrid y domingo 27 la final frente al Barcelona. Y a pesar de ello, el Depor terminó con mejor tono físico que el Barça.
Noel, con el doblete de la final y el 2-1 ante el Las Palmas, fue el máximo goleador (3) del equipo. Brais Suárez, Trilli, Dani Barcia y Brais Val, los cuatro que lo jugaron todo (390).