Franco Emanuel Platero Figueroa (22 de julio de 1992 – San Juan, Argentina) es presente del Deportivo Liceo, aunque pronto será pasado. Llegó en 2019 procedente del Forte dei Marmi italiano y la próxima campaña jugará en el Oliveirense portugués. Su objetivo es despedirse del equipo coruñés con un título. Y la Copa del Rey, que se jugará en el Palacio de los Deportes de Riazor del 10 al 13 de junio, parece su última opción.
¿Qué tendría que ofrecerte el Liceo para que te quedases? Sinceramente no hay ninguna opción. Ya se habló en su momento. Cuando me llamaron del Oliveirense el Liceo me hizo una oferta… lo analicé mucho y me costó decidirme porque estoy muy bien acá, en este club y en esta ciudad, pero el hockey portugués es una opción muy linda para seguir creciendo. Es la mejor liga del mundo, esto es una profesión y tengo que buscar lo mejor para mí.
¿Cómo te ha afectado que tu marcha haya trascendido? Cambiar de equipo y que se sepa mucho antes es algo que ya me pasó en Italia. No me mete más presión. Lo que me motiva es irme de aquí de la mejor manera. Y me gustaría marcharme ganando la Copa para el Liceo y para la ciudad.
Me costó decidirme porque estoy muy bien acá
Cuatro puntos de desventaja a falta de tres partidos, ¿das la OK Liga por perdida? Antes de la derrota (el pasado jueves en Vendrell) ya sabíamos que estaba muy complicado. Ganando nos quedábamos a un punto, pero el Barça es un equipo que rara vez pierde y se deja muy pocos puntos. Vamos a tratar de pelearla hasta el final, pero eso no quita el gran campeonato que hemos hecho. Tenemos que estar tranquilos por eso.
¿Cómo afrontáis los tres últimos partidos? Trataremos de ganar todos los que quedan, sobre todo para la parte anímica y la confianza del equipo. Sirven como preparación, tanto física como táctica para la Copa que se juega en casa. Tenemos muchas ganas de que llegue.
¿Te gustaría jugar una final contra el Barça? Sería muy lindo, pero primero hay que ganar los dos partidos anteriores. Entre los ocho equipos participantes (Reus, Caldes, Lleida, Voltregà, Noia y Girona, además de Barça y Liceo) hay un grandísimo nivel y, aunque en la liga les sacamos muchos puntos, juegan muy bien. Cualquiera que nos toque va a estar complicado y tendremos que hacer valer nuestra localía para llegar a la final, que debe ser nuestro objetivo.
¿Os sentís un poco más favoritos por jugar en casa? No sabemos cuánto público va a poder entrar en los partidos, pero tenemos que aprovecharlo. Contra el Barça sabemos que no somos favoritos, pero también sabemos que podemos ganarle. Ya lo demostramos en su cancha. Tenemos un grandísimo equipo, muy joven, pero de gran calidad.
Sabemos que podemos ganarle al Barça
Cinco temporadas en Italia y dos en España, ¿qué diferencias te has encontrado de una liga a otra? Hay una diferencia importante respecto al hockey italiano. El español es mucho más táctico y tiene una intensidad mucho más alta. Venir al Liceo era un sueño muy lindo y me ha ayudado a mejorar. Es lo que vine a buscar aquí.
¿En qué aspectos dirías que has progresado desde tu llegada al Liceo? Como digo, he crecido muchísimo en la intensidad y, sobre todo, la táctica. En Argentina se prioriza más la técnica individual que el juego grupal. Y acá en España es al contrario.
Ocho años lejos de tu país, ¿lo echas de menos? Claro, siempre lo echo de menos: la familia, el asado con los amigos… Pero venir a Europa es una elección que hice para mi futuro. En los primeros años era más complicado, pero ahora me he acostumbrado, mi cabeza se abrió y crecí mucho en la parte personal.
En mi país el hockey se vive con la misma pasión que el fútbol
Explícame cómo se vive el hockey en San Juan. En mi país se vive mucho el hockey, con la misma pasión que el fútbol y todos los deportes. La gente que ha vivido un Mundial en San Juan te lo puede explicar.
Hay mucha afición, pero no tenéis buenas condiciones profesionales. Lamentablemente no se puede vivir del hockey en Argentina y todos los que queremos ser profesionales intentamos dar el salto. Se habla muchísimo del hockey europeo allá porque es lo máximo a lo que se puede aspirar. Empecé a jugar a los cuatro años y desde que era chico mi sueño era jugar en un equipo como el Liceo.
¿Y qué impresión te llevaste cuando llegaste? No me sorprendió porque cuando uno está acá siente toda la historia que este club tiene detrás. Es lo que me esperaba y lo estoy viviendo al máximo.
¿Cuál es tu sueño en el hockey? Ganar un Mundial con Argentina, pero para eso primero tengo que ir con la selección... Es muy difícil porque hay muchos jugadores y muy buenos, pero no pierdo la esperanza.
En Vendrell no perdimos por los árbitros
El Gordo Platero, como le llaman en su país –"siempre he sido grande, pero de chico era más gordito", se ríe– fue uno de los tres jugadores que recibió una tarjeta azul en la derrota del pasado jueves en El Vendrell (5-4), marcada por la polémica y el ruido en la grada y que enterró casi todas las opciones del Liceo en la lucha por la OK Liga.
¿Crees que la actuación arbitral condicionó el partido? No perdimos por culpa de los árbitros. Creo que fue nuestra culpa por errores que no cometemos habitualmente. Es cierto que no es la primera vez. Los árbitros nos complican más las cosas siempre que vamos a Catalunya, pero esta vez se vio más impresionante porque perdimos.
¿Te sientes perjudicado? No me gusta hablar de los árbitros. Son humanos, se equivocan y puede que la presión también jugara en su contra.
Hablas de la presión, ¿te costó abstraerte del ruido que había en la grada? Cuando hay gente que te grita no es fácil mantener la concentración, pero a la vez es lindo. Yo extrañaba ese ambiente.