De la primera fase, el Bergantiños solo conserva el juego ofensivo y la capacidad para crear ocasiones. En cambio, se ha convertido en un equipo vulnerable defensivamente. Si contra el Alondras tuvo que remontar un 0-2, ante el Arosa se vio con un 3-0 en contra propiciado por errores individuales garrafales. Por si fuera poco, después de que Lemos hiciese un cambio ofensivo –Duque por Abel– y de que el Bergan recortase distancias, el árbitro se inventó una falta para anular el 3-2 Cano a falta de más de 20 minutos para el final. Entre el colegiado y el campo, que en la segunda parte se transformó en un patatal indigno para la categoría, anularon los intentos del conjunto carballés.
José Luis Lemos no quiso hacer inventos en un partido tan importante como el de ayer. La derrota del Polvorín el sábado dejaba medio ascenso en bandeja al Bergantiños. Tal vez ese colchón fue el que provocó relajación. Y la relajación errores impropios de futbolistas de esa talla. Solo un cambio respecto al once de la primera jornada: Uzal fue titular y Concheiro suplente.
Rafa Sáez sí que sorprendió. No entraba en las quinielas que Javi Otero y Julio Rey fuesen suplentes. Sidibé y Mon formaron pareja en el doble pivote, Róber fue mediapunta en ataque y delantero en defensa, Fajardo fue la novedad como extremo izquierdo y Kilian la otra cara sorprendente en el costado derecho. Este último tuvo protagonismo en los dos primeros goles.
La puesta en escena del Bergantiños no fue nada mala. Empezó mandando, provocando una falta lateral que ejecutó Remeseiro y que Cano no transformó en gol de milagro, Además, tuvo un córner a favor. Todo iba sobre ruedas hasta que, en el minuto 3, Brais Pereiro cometió el primer error clamoroso. Iago López le cedió la pelota ante la presión rival, el portero del Bergan hizo control ante el acoso de Kilian y, cuando quiso deshacerse del balón, tenía al atacante del Arosa encima. Brais trató de remediarlo haciendo una entrada que sería penalti si el rechace no le hubiese caído a Pedro Beda, que marcó a placer. El Arosa no había construido ni una sola jugada de ataque pero ya estaba por delante en el marcador.
Por si no era suficiente con un error, el Bergan volvió a liarla en el 2-0. Minuto 18, Róber estaba solo en la medular, en campo contrario, y lanzó una diagonal sobre Javi Fontán. El lateral derecho controló y sacó un centró al punto de penalti. Lo único que tenía que hacer Abel era estar pegado a Kilian mientras esperaban el envío lateral. Pero no, le dio dos metros, los suficientes para que el catalán conectase una volea perfecta con el interior y mandase el cuero cerca de la escuadra. De un centro a media altura y a una distancia considerable de la portería, el Bergantiños permitió al Arosa marcar un golazo.
Misma película que contra el Alondras. El Bergan fue mejor que su rival con 2-0. Primero (min.25) fue Iago López el que cabeceó a la red una falta lateral botada por Yelco, pero el asistente detectó fuera de juego. Cinco minutos después, Cano tiró con la zurda a los guantes de Cobo cuando Remeseiro le metió un buen balón interior. Tras dos minutos, Lamelas cabeceó sin fuerza en el área pequeña. En el 40, Vela se deshizo de Ross y, con poco ángulo, sacó un trallazo a media altura que Cobo escupió por la línea de fondo. Fueron seis las veces que sacó el Bergan desde la esquina. Ninguna un Arosa que pudo hacer el 3-0 en un nuevo despiste de los carballeses: centro de Cotilla y remate de Róber totalmente solo.
Concheiro por Uzal en el descanso. En teoría, más creatividad para el centro del campo, aunque Antón no estuvo fino con los desplazamientos en largo. Diez minutos duró el 2-0 en el segundo período. En el único córner del Arosa en todo el partido, Róber sacó desde la izquierda buscando el segundo palo. Allí estaba Beda, con Iago López y Aarón al lado, pero totalmente solo. Inexplicable. Remató a placer y sentenció: 3-0. Sentenció conociendo el marcador final, sabiendo lo que haría el árbitro y teniendo en cuenta el patatal que es A Lomba. Todo y más a favor del Arosa.
Lemos reaccionó al 3-0 con un cambio ofensivo que podía hacer que el resultado fuese escandaloso a favor del Arosa o que su equipo metiese el miedo en el cuerpo al rival. Un central –Abel– fuera y un delantero –Duque– al campo. Tres minutos tardó el Bergantiños en recortar distancias. Conducción de Lamelas de derecha hacia dentro y trallazo imparable al segundo palo. Golazo: 3-1.
Entre el 69 y el 70, el encuentro llegó a su fin. La primera ocasión fue de Yelco a centro de Vela. Córner. En ese saque de esquina, el balón fue directo al corazón del área pequeña, donde Cano cabeceó limpiamente ante Sidibé. ¿3-2? No. ¿Para qué permitir que el Bergan diese un paso más hacia la remontada? Gol anulado. Nadie sabe por qué. Y lo dicho, ya no hubo más. Entre las amarillas de Abel Bruzos para cortar cualquier intención de continuidad en el juego, que el césped se convirtió en un campo de minas y que el de las tarjetas le enseñó la segunda a Marcos después de que Joel diese una voltereta digna de olimpiadas, no pudo pasar nada. Con todos esos obstáculos y los gravísimos errores en defensa, es imposible ganar.
Ficha
3 Arosa: Álex Cobo; Javi Fontán, Piay, Ross, Cotilla; Sidibé, Mon (Pillado, min.84); Kilian (Javi Otero, min.82), Róber (Adrián, min.69), Fajardo (Julio Rey, min.69); Pedro Beda (Joel Sanabria, min.84).
1 Bergantiños: Brais Pereiro; Vela, Abel (Duque, min.60), Iago López, Aarón; Uzal (Concheiro, min.45), Remeseiro; Lamelas, Carlos López (Marcos Rodríguez, min.63), Yelco; Cano.
Goles: 1-0, min.3: Pedro Beda. 2-0, min.18: Kilian. 3-0, min.54: Pedro Beda. 3-1, min.63: Martín Lamelas.
Árbitro: Abel Bruzos (Lugo). Expulsó a Marcos Rodríguez, del Bergantiños, con doble amarilla, en el minuto 85. Amonestó a Álex Cobo, del Arosa; y a Brais Pereiro, Duque, Cano, Aarón, del Bergantiños.