A falta de 48 horas para la celebración del Deportivo-Pontevedra, correspondiente a la 16ª jornada de Liga, el cuadro blanquiazul rebajó la intensidad de sus entrenamientos, en un test matinal que conjugó preparación física y carga táctica.
Después del pertinente calentamiento, el entrenador Rubén de la Barrera puso énfasis en los movimientos tácticos sincronizados entre su plantilla, tanto los ofensivos como los ofensivos.
El míster no quiso arrojar muchas pistas acerca de la posible alineación que planea para oponer resistencia al cuadro granate, si bien probó con variantes como el desplazamiento de Mujaid Sadick al lateral derecho, dejando a Bóveda y a Gandoy como improvisados centrales, con Álex Bergantiños dejándose caer al eje de la zaga para la salida de balón.
De la Barrera ensayó una formación inicial en la que mezcló a previsibles titulares con suplentes, con un equipo más similar a su once tipo, conformado esta vez por Lucho García; Valín, Derik, Granero, Héctor; Keko, Villares, Uche, Lara; Galán y Miku.
Precisamente el delantero internacional venezolano continúa siendo el único miembro de la plantilla sin el alta médica —podría obtenerla tras la sesión de hoy—, si bien todo el grupo profesional y el joven fabrilista Adri Castro tomaron parte en el penúltimo entrenamiento semanal.
Más estrategia
Al igual que el jueves a puerta cerrada en Riazor, el plantel herculino prestó atención especial a los lances a balón parado en el tramo final de la actividad matinal.
Con Keko, Rayco, Héctor y Salva Ruiz como lanzadores, el Depor estudió diversas variantes de este tipo de jugadas, que esta temporada no le están ofreciendo rédito en forma de puntos.
Los coruñeses ensayaron también diversas señas para que todo el equipo sepa si el balón va al primer o al segundo palo desde la esquina.