Finalmente se consumó el partido de la vergüenza, el paripé, la pantomima que LaLiga y la Federación Española de Fútbol obligaron a representar en el estadio Abanca-Riazor. Y la parodia, la humillación futbolística se consumó con un triunfo del Deportivo, que, pese a todos los obstáculos que los estamentos le han colocado en su camino desde el pasado 20 de julio, cerró la temporada 2019-20 (al menos de momento y en el terreno de juego, ya que el curso aún continuará en los despachos e incluso podría llegar a la Justicia Ordinaria) demostrando tener mucha más honra y profesionalidad que el resto de protagonistas de este esperpento en el que se ha convertido el final en Segunda División.
El Fuenlabrada, el equipo que peleaba por ganarse un puesto en el playoff, el conjunto por el que se suspendió el encuentro hace 18 días debido a que viajó a A Coruña con varios futbolistas contagiados por Covid-19, el club que exigió una y otra vez que se disputara este encuentro, se presentó ayer en el ‘verde’ con solo siete jugadores con ficha profesional. De risa.
El Depor, sin embargo, al que ni LaLiga ni la RFEF tuvieron en cuenta su petición de repetirse la jornada entera por no haberse respetado el criterio de horario unificado, el equipo que se ha visto descendido a Segunda División B (al menos, de momento, salvo que haya una salvación administrativa) sin poder defenderse en el campo, el conjunto que vio incluso cómo su capitán tenía que declarar ante la Policía por un audio privado a la plantilla en el que tildaba el duelo de ayer de “paripé”, saltó al césped con catorce profesionales.
El conjunto coruñés llevó la iniciativa en los primeros minutos e incluso se acercó en un par de ocasiones al área rival, pero sin generar peligro.
Sin embargo, fue el Fuenlabrada quien golpeó primero al aprovecharse de la principal carencia de los herculinos esta temporada, sus constantes desajustes y errores defensivos.
En el minuto 11, la escuadra madrileña sacó en corto una falta lateral. Alberto colgó el balón al área, el portero Jovanovic, en su estreno con la escuadra blanquiazul, despejó mal de puños y la pelota le cayó a Pathé Ciss, que marcó el 0-1 con un remate ajustado al poste izquierdo.
El cuadro blanquiazul intentó reaccionar, pero sus tímidos acercamientos al área del conjunto que dirige José Ramón Sandoval apenas inquietaban a la zaga fuenlabreña. Borja Valle probó puntería en el minuto 18 con un disparo desde la frontal del área, pero el esférico salió desviado.
El cuadro visitante sí mordía, sin embargo, metiendo el miedo en el cuerpo a los coruñeses cada vez que pisaba el área deportivista.
Así, en el minuto 24, Caye Quintana sacó los colores a Mujaid al romperle la cintura y forzar un córner. Y en el saque de esquina, tras un barullo, Jovanovic se vio obligado a sacar los puños de nuevo para alejar el peligro.
La escuadra madrileña pudo matar el encuentro en el 28, con un excelente balón largo que se tragó Mujaid —muy inseguro ayer— pero Jeisson falló el control y Jovanovic se anticipó para arrebatarle la posibilidad de rematar a placer.
Respondió el equipo herculino, primero con un disparo de Aketxe en el minuto 29 que atajó el guardameta visitante, y posteriormente con un potente y cruzado chut de Borja Valle, que despejó el guardameta Ruvira y que, aunque el balón quedó muerto en el área, no llegó ningún deportivista para aprovechar el rechazo.
Apretaron los pupilos de Fernando Vázquez en los últimos veinte minutos de la primera mitad. Fruto de su dominio, llegó la ocasión más clara de los blanquiazules.
En el 40, Aketxe metió un gran pase en profundidad al área rival, pero Ciss despejó cuando Beauvue se disponía a rematara en boca de gol.
El segundo tiempo siguió por los mismos derroteros, con el Fuenlabrada controlando la situación y exhibiendo más ganas ante un Depor al que costaba engancharse al encuentro por falta de alicientes. Aun así, tras un par de llegadas con peligro del cuadro visitante, los herculinos tuvieron su oportunidad por medio de una falta de Aketxe, desde la frontal del área, pero el lanzamiento salió alto.
Más clara fue la oportunidad en el minuto 63. Aketxe sacó un córner y Sabin Merino remató de cabeza, pero la pelota no encontró la portería.
Solo un minuto después, los coruñeses probaron de nuevo. El ‘10’ blanquiazul, que estuvo en todas las acciones de peligro, se sacó un potente disparo desde el balcón del área, pero el esférico salió fuera besando el poste.
Vendaval
La escuadra deportivista protagonizaba sus mejores instantes, liderada por un Aketxe muy activo, que en el 68 lanzó un obús ajustado al poste izquierdo, pero Ruvina respondió bien.
Y solo dos minutos después, el mediapunta vasco puso un buen balón a Borja Valle en un saque de esquina, pero el testarazo del berciano, solo ante el cancerbero, se marchó alto.
De tanto asomarse al área fuenlabreña, los pupilos de Vázquez encontraron su premio en el minuto 85. Como no podía ser de otra forma, la acción del empate nació de las botas de Aketxe, que sirvió un centro exquisito a Beauvue, quien se aprovechó de una indecisión del arquero visitante para hacer el 1-1.
El Fuenlabrada, que había jugado con fuego al menospreciar a su rival, empezaba a quemarse.
Mollejo pudo marcar la segunda diana de los herculinos con un remate de cabeza que salió desviado.
Los locales tuvieron el 2-1 de nuevo en el minuto 88. Keko Gontán, que tan solo llevaba cinco minutos en el terreno de juego, protagonizó una gran acción personal y, tras un doble recorte dentro del área, metió un balón que se paseó por delante de la portería del Fuenlabrada sin que ningún compañero lograra enviarlo al fondo de la red.
Los coruñeses lograron quitarse la rabia de encima en el último suspiro del encuentro. En el minuto 95, el colegiado, tras consultar con el VAR una posible mano de José Fran, señaló penalti y Beauvue convirtió la pena máxima para darle al Depor tres puntos que, aunque no sirven para lograr la permanencia, permiten a los blanquiazules despedirse de la categoría con honra y cobrarse la venganza por el trato recibido por LaLiga, la Federación Española y el Fuenlabrada en las dos últimas semanas.
Ahora, salvo que lo eviten los juzgados, el club tendrá que empezar a confeccionar una plantilla nueva para asumir la aventura de jugar en Segunda B 40 años después con el objetivo de volver al fútbol profesional cuanto antes. l