Una sede gallega para el Mundial de fútbol
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Una sede gallega para el Mundial de fútbol

Una sede gallega para el Mundial de fútbol

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El Mundial de fútbol es uno de los eventos con mayor difusión mundial. Un evento que es capaz de hacer que millones de personas nos sitúen en el mapa. Las administraciones públicas, que invierten todos los años cantidades muy importantes en promocionar nuestra tierra, no deberían dejar pasar esta oportunidad única. Con Asturias, Cantabria y León fuera de la carrera, tenemos una magnífica oportunidad en nuestra comunidad para convertirnos en la sede del noroeste español.


Mi temor es que el localismo endémico de Galicia se lleve por delante esta oportunidad. Para evitarlo, la elección de la ubicación de la sede gallega debe ser tomada con estrictos criterios objetivos. Algo difícil cuando hablamos de decisiones en las que están involucrados los políticos.


¿Cuáles son esos criterios objetivos? Fácil. Un estadio de fútbol es una infraestructura y debemos considerar los criterios que se utilizan en el análisis de inversión en infraestructuras.


Pongamos por ejemplo las autopistas. Uno de los principales factores que se evalúan a la hora de conectar dos localidades mediante una autopista en lugar de una carretera normal es la demanda de tráfico y la proyección de crecimiento de ese tráfico. Algo de puro sentido común.


Aplicando ese mismo criterio a los estadios de fútbol, deberíamos de invertir en el estadio que garantice un mayor uso en el futuro. Lo racional y objetivo es priorizar la infraestructura allí donde más necesaria es.

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Vamos a analizar esos datos, que aparecen en el cuadro adjunto. La decisión parece fácil. Cualquier criterio objetivo que evaluemos nos dice que la sede gallega lógica es A Coruña. La ampliación de Riazor es la inversión que garantiza un mayor uso futuro. Y sin considerar que estos datos penalizan a la sede de A Coruña al ser tomados en el momento en que el equipo local viene de estar en su peor momento deportivo en su historia.


El problema es el de siempre. Muchas veces, las instituciones actúan con otros criterios. Tomar decisiones supone asumir riesgos y los políticos muchas veces priorizan los resultados electorales a lo que es mejor para los gallegos.


Mi opinión es que… vamos mal… Creo que los políticos están haciendo el paripé, apoyando a unos y a otros, en lugar de apostar fuerte por la mejor opción. En ocasiones creo que preferirían que no hubiese sede Galicia, no porque no lo consideren positivo para nuestra tierra, sino por el coste político que pudiera tener.


En el asunto de la ampliación del estadio de Riazor “os tempos son chegados”. Tenemos que mantener el espíritu de unión del día del Barça Atlètic para defendernos. Vamos a tener mucha gente en contra, pero la movilización es la palanca que mueve a los políticos.


Por desgracia, tener razón no es suficiente.

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