En nueve de las 24 jornadas que lleva disputadas, el Leyma Coruña recibió más de 100 puntos. Son números muy difíciles de sostener para un equipo que pelea por no perder una categoría que tanto esfuerzo y sudor le ha costado alcanzar.
Es muy difícil agarrarse a la ACB con esa dinámica, a pesar de que tengas en tus filas a un Thomas Heurtel en estado gracia, que cada balón que toca lo mejora y que este sábado firmó dobles dígitos (16 puntos y 12 asistencias). Porque, a pesar de mantener al galo durante 34 minutos en pista, al cuadro naranja la faltó acierto en tiros de campo, por debajo del 50%, y sobre todo desde la línea de 6,75, con solo 9 anotados de 38 tirados, un muy discreto 24%.
A pesar del descalabro ante el Valencia Basket, la derrota del Girona de Moncho Fernández ante Gran Canaria mantiene la línea de salvación a tres victorias. Pero queda una bala menos en la recámara y hay que aumentar la frecuencia de brazada para no hundirse.
Precisamente contra el técnico gallego, al que en su nueva casa le llaman “el Moncho català” como una forma de hacerle ver que ya es uno de lo suyos, tendrán que enfrentarse los de Diego Epifanio el próximo sábado en el Coliseum. Un duelo que huele a final y destila necesidad para ambos contendientes, aunque con más urgencias para el Leyma Coruña. Un compromiso solo apto para gladiadores, sabedores de que un nuevo paso en falso puede suponer que el pulgar señale hacia abajo. Un designio que quieren evitar los naranjas, obligados a mostrar más dientes para seguir agarrándose a la ACB.