El Deportivo salió con el freno de mano puesto, con el habitual 4-2-3-1, la sorpresa de Miku en el banquillo, pensando ya en el Racing de Santander, y la responsabilidad en el ataque de Alberto Quiles, .
Hubo mucha presión del Depor ante dos líneas muy juntas de la SD Logroñés. Llona pasó de 4-4-2 a un 4-5-1 y cuando tuvo el marcador a favor fue peor.
El Depor desbordaba por bandas pero estaba poco resolutivo en el área, aunque hubo sendos palos de Trilli y Soriano. Y el gol en el córner pilló desajustada la defensa, libre de marca el delantero Soberón y a partir de ahí se sentenció el partido. Trato de arreglarlo en los minutos finales Borja con cinco cambios, pero no fue suficiente el arreglo. Y si recurres a hacer los cinco trueques no marchan bien las cosas.
El equipo no estuvo al nivel que se esperaba, Juergen jugó con una marcha menos, pendiente de las cuatro tarjetas y que no podría jugar el miércoles y al final fue algo sí que le marcó.
Borja lo tuvo demasiado tiempo en el terreno de juego y en balones divididos y en segundas jugadas no iba a meter el pie y es algo que le condicionaba a él y al equipo, como al doble pivote, porque tienes que ceder la responsabilidad a otros.
No jugó mal el Depor aún así, tuvo la posesión mucho tiempo pero lo que le pudo faltar fue la finalización, no se tiró apenas a gol.