Ya lo decía el director de este diario, Alberto Torres, hace un par de semanas en una tertulia televisiva: el Deportivo parece que tiene un imán para las situaciones, digamos, “raras”. El caso DUX, que se ha resuelto expulsándolos de la competición (“desinscripción” le llaman) y sustituyéndolos por el Talavera y sus consecuencias: primero que si nos darían los tres puntos, luego que si se aplazaba el partido, luego que si liga de 19, luego que se aplazaba pero no para jugar contra el DUX sino contra otro que ya te diremos quien… Pues al final este caso ha sido uno más de los infinitos en los que nuestro RC Deportivo se ha visto envuelto sin que hayamos hecho nada y nos hayamos visto en el ajo sin comerlo ni beberlo.
Hasta hace unos años éramos los que habíamos ascendido a Primera después de quemar una cubierta de una de las gradas. Éramos los que habíamos ganado la final de Copa empezando el partido un sábado y acabándolo el martes. Fuimos los que sentamos precedente cuando nos quitaron un jugador el último día y no nos dejaron tiempo para fichar otro. Y en estos últimos años hemos sido los que bajamos sin jugar un partido porque otros viajaron sin avisar que tenían el covid, los que le aplazaron otro partido porque había sólo dos casos aislados, los que jugamos contra un equipo con dos jugadores sancionados… Y ya paro, que me canso de enumerar cosas raras.
Pues bien, este fin de semana nos toca jugar contra el Mérida AD, heredero de aquel CP Mérida que llegó a jugar en Primera División en 1995 y 1997 y que hasta nos eliminó de la Copa en la 92-93, cuando ya teníamos a Bebeto y a Mauro en nuestras filas. El partido se iba a jugar ayer sábado a las 21:30h. Pues no. Resulta que un “evento multitudinario” que podría comprometer la seguridad aconseja cambiar el horario del partido. Hasta ahí todo normal y todos lo entendemos. Lo gracioso del asunto es cuando el Deportivo propone jugar al día siguiente a las 11:30h. Asume el club coruñés el cambiar todo el plan de viaje, hoteles, etc, pero propone ese horario para poder así abandonar el hotel antes de las 12 y así, además, jugar a una hora en la que el calor no es aún muy sofocante. Pues nada, que la RFEF lo entiende, pero como parece que le da algo si nos da la razón pues pone el partido media hora más tarde, a las 12h. No da ninguna razón, pero da la impresión de que desde la federación tienen que decir siempre la última palabra como para demostrar que son ellos los que mandan y deciden. En fin, que no tiene más recorrido el asunto que el de relatar la anécdota.
Y a mí se me ha ocurrido buscar cuál es ese “evento multitudinario” que tanto compromete la seguridad. Pues bien, es un concierto de Pablo Alborán. Sólo eso. Y llegados a este punto uno se pregunta si los fans de este cantante son gente que puede comprometer la seguridad. Es posible que el tema sea por problemas de tráfico o algo por el estilo. También puede ser porque haya gente que quiera acudir a los dos eventos, que tendría su lógica. Pero vaya, que el resultado final de la ecuación es que Pablo Alborán ha modificado el plan de viaje del Deportivo y hasta puede que la preparación del partido. Por si nos faltaba alguna cosa rara en nuestro largo historial pues ya la tenemos.
Y ya acabo. Hoy jugamos contra el AD Mérida. El heredero de aquel equipo que jugó dos temporadas en Primera y donde llegaron a militar jugadores con pasado deportivista como Mariano, Kiriakov, David Pirri, Radchenko, Nuno, Braulio o Aldana. Primer partido fuera de casa. A ver cómo responde el equipo.