Pedro López, más conocido como ‘Pery’, es el entrenador del Miño, la gran revelación del inicio de temporada en Preferente Norte. Ha perdido puestos en la clasificación en las últimas semanas -ahora es séptimo-, pero llegó incluso a ser primero, todo un logro para un recién ascendido. “Queremos llegar cuanto antes a los 45 puntos, para estar tranquilos” señala el técnico, que se sienta con dxt campeón para repasar su carrera y el inicio de este nuevo proyecto.
¿Qué tal las Navidades? ¿Son unas fechas que te gustan y te han servido para desconectar?
Soy navideño porque tengo tres hijos, entonces no me queda más que serlo. Antes no lo era, pero ahora sí. Y desconecté mucho porque nos hacía falta. Llegamos un poquito con el gancho al parón en cuanto a gente lesionada: Pablo, Kevin... pocos efectivos. Nos hacía mucha falta, lo que pasa es que ya volvimos el miércoles a los entrenamientos, ya estamos otra vez a tope.
¿Cuándo habíais parado de entrenar y cuál va a ser la dinámica hasta el próximo partido?
Estuvimos diez días de vacaciones y para la próxima semana ya va a ser normal: martes, jueves y viernes.
¿Entrenáis siempre tres días a la semana?
Sí, siempre, excepto pretemporada, que alternábamos semanas de tres, cuatro o incluso cinco sesiones. En verano le dimos mucha caña, porque al ser nuevo teníamos que conocernos todos un poco.
Llegamos un poquito con el gancho al parón en cuanto a lesionados
¿Cuál era el objetivo del Miño a principio de temporada?
El objetivo es la permanencia, lo sabemos todos, directiva, jugadores y creo que la afición también. No nos movemos de ahí. Es verdad que llevamos buena puntuación y que estuvimos primeros, pero yo siempre dije que era algo circunstancial. No anecdótico, porque si estabas ahí era por algo, pero sabía que era cuestión de tiempo y que tendríamos que volver a nuestro sitio. Y nuestro sitio va a ser pelear hasta la última jornada, y más viendo un poco lo que hay, una igualdad tremenda. Tenemos 25 puntos y la permanencia estará en 45. Quizá con 42 o 43 llegue. Queremos llegar lo antes posible para vivir más tranquilos.
Empezasteis muy bien. ¿La pretemporada ya te pareció prometedora?
No, si te soy sincero, no. Era un grupo que venía de un ascenso, que yo ya conocía, porque estaba en la misma categoría, pero que lo había logrado con otro entrenador. Y en el que seguían once jugadores, es decir, la mitad de los jugadores de la plantilla no continuaban. Había nueve fichajes nuevos, gente joven a la que acoplar, y sé que esas cosas llevan tiempo. Entonces en verano veíamos cosas positivas, pero también muchas negativas. Y las seguimos viendo, a día de hoy creo que el equipo tiene muchísimo margen de mejora a pesar de los puntos que hemos hecho. No esperábamos una primera vuelta tan plácida, pero nuestro objetivo era empezar la primera vuelta a tope, por el factor sorpresa de que los otros equipos no te conocen.
Acusamos la lesión de Kevin, que no es el que más marca, pero genera mucho
Fueron avanzando las jornadas y al término de la jornada 12 contra el Dubra no tenéis a nadie por encima. ¿Cómo vivísteis ese momento?
Con naturalidad, la verdad. Por lo menos es lo que intentamos transmitir, ya que tanto la directiva como el cuerpo técnico vamos muy de la mano en ese sentido. Sí que fue especial, porque muchos jugadores vienen de Primera y está el caso de Prosi, que con 18 temporadas de experiencia en Preferente, me decía que nunca había estado ahí a esas alturas de la liga, entonces es normal la alegría y la mayor facilidad para trabajar. Pero más allá de eso lo vivimos como algo normal, con naturalidad.
Y desde ahí, una mala racha. Dos puntos de doce.
Tras el partido contra el Dubra éramos el equipo más goleador de la categoría, llevábamos 25 goles. ¿Qué pasa? Que se lesiona Kevin, que quizá no es el que más marca, pero genera mucho en cuanto a juego, y la verdad es que lo notamos. De esos cuatro partidos, contra San Tirso, Montañeros y Noia generamos muy poquito, y es algo que tenemos que trabajar, pero contra el Victoria sí que son puntos que echo de menos, porque creo que merecimos ganar e irnos con una amplia renta al descanso. Al menos sumamos en los dos partidos de casa.
Estáis invictos en Gallamonde. ¿Qué tipo de campo es?
En cuanto a las dimensiones es más o menos como el de la Grela, y luego el césped está espectacular, sólo tiene uno o dos años, está nuevo. Tenemos la sensación de estar muy cómodos, una sensación que tuve pocas veces, de saber que para el rival va a ser difícil y que el que nos quiera ganar va a tener que hacer mucho. Ojalá hubiera más partidos en casa, la verdad (risas).
Y en cuanto a la afluencia de público, ¿qué tal?
Bien, bien. A ver, va un poco por rachas, de si juega el Depor en casa, del tiempo, etc. pero estoy contento. Vengo de un equipo de ciudad, el Orillamar, y en los equipos de ciudad ya sabes que va muy poquita gente. Aquí por ejemplo el día del derbi ante el Eume fue un espectáculo, pocas veces vi un un campo tan abarrotado en el fútbol modesto. Incluso hemos ido a campos como del del Ribadeo y el Lemos, y teníamos mayoría de gente de Miño a pesar de jugar como visitantes, por lo que no hay ninguna queja en ese aspecto.
En otra competición, la Copa de Ferrol, ya estáis en cuartos de final. ¿Os ilusiona?
Sí, claro. Pasamos la primera eliminatoria contra el Barallobre, ya con las bajas de Kevin y Pablo, con un 0-1, sufriendo. Ahora jugamos contra el Maniños, un equipazo que está haciendo una gran temporada en Primera y al que ya conocemos porque nos costó mucho sacar un amistoso de verano contra ellos. Y sí, al final lo bueno que tiene la Copa de Ferrol es que empiezas en octavos ya y si lo haces bien te puedes plantar rápido en unas semis que son a doble partido, cerca de la final. Ya sé que no tiene la repercusión de la Copa Coruña, pero es un título que está ahí y si se puede optaremos a ganarlo.
El derbi contra el Eume fue un espectáculo, el campo estaba abarrotado
Ya más centrado en tí, tienes pasado en el fútbol sala. ¿Cómo fue aquello?
Es algo que viene de familia, porque mi abuelo fue uno de los impulsores del fútbol sala en esta ciudad. Tuvo un equipo, Recreaciones y Artesanía, por lo que en mi casa se ‘mamó’ fútbol sala. Yo jugué en el Breogán, que era el equipo alternativo de fútbol sala del Imperator, donde también jugaba. Por otra parte, mi prima es Pili Neira, y en su momento cogió la directiva del Ventorrillo y me pidió que le echara una mano. Estaba de segundo entrenador den el Silva, pero acepté y ayudé en tema fichajes, entrenador y esas cosas. ¿Qué pasa? Que me tira más el fútbol once y no podía compaginar las dos cosas. Aquello fue sólo una temporada.
Tras el Silva y el fútbol sala, te llega la oportunidad de ser primer entrenador en el Sporting Sada y en el Orillamar. ¿Qué tal esas experiencias?
Siempre digo que el del Sada fue un año de aprendizaje, porvienes de estar de segundo entrenador, no tienes que tomar las decisiones y era mi primera experiencia. Fue un año duro para mí en lo personal, porque perdí a mi hermano y lo pasé mal, y todo eso se juntó con que el equipo no empezó bien. Aprendí mucho, realmente. Después en el Orillamar no diría ‘coser y cantar’, pero me encontré muy bien desde el primer momento. Es un poco todavía mi casa, de hecho el viernes pasado estuve de cena con los jugadores, sigo hablando con el presidente y con el actual entrenador, etc. Hicimos un grupo espectacular.
Y este verano te surge la oportunidad del Miño...
Sí, además yo vivo cerca. Tenía la posibilidad de seguir en el Orillamar, pero pensaba que se había acabado la etapa, que entrenábamos a las 22.00 y llegaba a casa pasadas las 00.00, etc. Lo hablé mucho en casa, porque el tema de los desplazamientos pesó. Luego me llama el Miño, un equipo al que ya conocía por haberme enfrentado. Conocía a la directiva, a muchos jugadores, al anterior entrenador, Manel, con el que tengo una relación muy buena y con el que hablé para ver como era la plantilla, como se comportaba el vestuario, etc. y tomé la decisión en 48 horas. Y muy bien, súper contento, adaptándome, porque el primer año de entrenador creo que es el más difícil, en el que todo el mundo se adecúa a la forma de proceder del otro.
Soy muy cercano, pero este año ha cambiado un poco mi rol
¿Cómo te gusta que juegue tu equipo? ¿Eres de adaptarte a la plantilla?
Sí, sí. Es verdad que en mi cabeza tengo una idea en la que todo es en torno al balón, de posesión, conservación de balón, juego de posición y todas esas cosas; pero tienes que adaptarte. Al final para eso necesitas presupuesto y unos jugadores determinados, y nosotros peleamos ante equipos que tienen muchas más posibilidades. Lo bueno es que hemos acertado en casi todos los fichajes que hemos hecho.
Y en el carácter, en el trato con los jugadores, ¿qué tipo de entrenador eres?
Soy muy cercano, pero este año ha cambiado un poco mi rol. Siempre me ha gustado saber de los jugadores, es más, en muchos casos me llevo amigos, me invitan a sus bodas, a sus cumpleaños, etc. porque al final yo entiendo que en el fútbol modesto va antes la persona que el jugador. Eso lo tengo claro. Entonces tanto en el Orillamar como en el Sada pues siempre he sido muy cercano a los jugadores. ¿Qué pasa este año? Que tengo un cuerpo técnico, que aparte de maravilloso, es más joven que yo. Yo soy más mayor. Entonces ellos hacen un poquito esa labor de cercanía, y yo soy un poquito más distante con ellos. Esto no quiere decir que si hay una cena no vaya a la cena, pero noto algo más la distancia con los jugadores respecto a otros años. Un poquito más. Ha cambiado mi rol, pero entiendo que es por tener un cuerpo técnico tan joven, que es más afín a ellos. Al final son chicos todos de 25-30 años, y mi cuerpo técnico va por ahí, 28, 29, 32. Pero bueno, ellos saben que conmigo pueden contar para lo que sea. Siempre se lo digo, que para lo bueno, para lo malo, para lo que pasa en el fútbol, me gusta hablar con ellos. A veces hasta les doy explicaciones de por qué se queda afuera, porque al final el de entrenador es un trabajo súper ingrato. Y siempre les digo, “a mí no me gusta dejarte fuera o llevarte de viaje a Lalín y que no juegues, pero lo hago por el bien del grupo”. Me gusta también saber lo que ellos sienten, tener un ‘feedback’ de ellos de aquellos que están a disgusto o que sienten que no están siendo ellos mismos. Creo que ese es el botón que tenemos que apretar en la segunda vuelta, el de recuperar a esos jugadores que saben que no están dando el nivel. Creo como Fabio que los mejores fichajes los tenemos en la plantilla.