Sin prisa, pero sin pausa. El Bergantiños va casi a novedad por día y está muy cerca de cerrar su planificación. En el día de ayer anunció la incorporación del central Diego Rodríguez (A Coruña, 2004), que llega procedente del Gran Peña.
En el segundo filial celeste cuajó una magnífica temporada, disputando un total de 36 partidos (35 como titular) y superando la barrera de los 3.000 minutos. Hizo dos goles.
Formado en las categorías inferiores del Ural, firmó por el Celta en el año 2021 para jugar con el Juvenil A en la División de Honor. Le costó adaptarse (387 minutos en su primera temporada y 857 en la segunda), pero su campaña en el Gran Peña muestra que le ha cogido el pulso a la primera al fútbol como sénior.
“Para mí este ha sido un año de aprendizaje, de adaptarme al fútbol senior, de salir de esa burbuja en la que estás en División de Honor y de afrontar el fútbol de verdad. La verdad es que acabé el año bastante contento por mi rendimiento, aunque es cierto que tuve tramos mejores y peores, pero satisfecho en general. Esto viene dado del gran grupo que hicimos en el Gran Peña y de todo el trabajo general durante el año. Gracias a ellos todo ha sido más fácil”, explica en declaraciones a este diario.
El defensa desgrana los motivos que le han llevado a decantarse por el Bergantiños para continuar su carrera, que todavía está en fase incipiente: “el proyecto deportivo, la profesionalidad, el trato y el interés desde el primer día que se pusieron en contacto conmigo. Es un proyecto ilusionante, en una categoría superior y lo afronto con muchas ganas. Vi el año pasado que estaba la grada llena todos los partidos, además de la competitividad, el buen juego y los números, que hablan por sí solos”.
Diego Rodríguez se marca el objetivo individual de estar al cien por cien siempre que el entrenador Jorge Cuesta lo requiera. También el colectivo de salvar la categoría.
“Espero poder hacerlo de la mejor manera posible y aprovechar todas las oportunidades que me den para demostrar mi nivel en el campo. Por otra parte, en el aspecto grupal espero y deseo poder cumplir el objetivo que nos pongamos en la plantilla, sea salvar la categoría o pensar más hacia arriba. Aún es pronto para ponernos un objetivo, pero como mínimo tenemos que pensar en mantenernos otro año más en Segunda Federación”, reflexiona.
De vuelta a su buen año en el Gran Peña, entiende que se dio así por una serie de factores. “El primer partido quedé fuera por decisión técnica y seguí trabajando, esperando mi oportunidad. Tuve la fortuna de que en el siguiente, contra el Arosa, Fredi cambió el planteamiento y al no encontrarse disponible Piay, que estaba con el filial, encajé en el esquema y a partir de ahí el trabajo en el día a día y aprovechar todas las oportunidades creo que fueron la clave de haber tenido ese protagonismo durante toda la temporada”, explica.
Por último, rememora su etapa en el Ural, equipo al que llegó “en edad infantil” y que le aportó muchas de las cualidades que tiene como jugador.
A partir del lunes estará junto con el resto de sus compañeros en As Eiroas, ya que es el día en el que el conjunto carballés inicia la pretemporada. Por delante, casi dos meses de preparación antes de afrontar los primeros compromisos en la nueva categoría. La idea es clara, comenzar fuerte para sufrir lo menos posible.