Coge ventaja el Noia en el grupo Norte de Preferente al batir al San Tirso (0-1), quien todavía es su más inmediato perseguidor. Con este resultado lideran la clasificación con cuatro puntos de margen; mientras los de Fabio Rodríguez sufren su segundo traspié consecutivo tras una magnífica racha de resultados que les había llevado a lo alto de la tabla.

No tuvo demasiada historia el partido en cuanto a ocasiones. Sí en lo referido a la entrega de ambos conjuntos, máxima en todo momento.

Partió el San Tirso con un once que mezclaba, como siempre, veteranía y juventud. Dos de los más inexpertos -el portero Adri y el centrocampista Cagiao- realizaron un gran partido. De otros como César huelga decirlo. Imperial al corte como siempre el central.

El Noia sabía a dónde venía y adaptó su juego, renunciando al toque y basándolo todo en el juego directo. Daba igual que fuera un córner, una falta en campo propio o un saque de banda. A la mínima, enviaba el balón al área rival.

De ese modo consiguió tener más volumen de acercamientos que el San Tirso en la primera mitad, pero los locales dispusieron de la única realmente clara de ese periodo. Meijide inicio con criterio una contra y el centro de Rellán desde banda izquierda se paseó por el área, rematando en el segundo palo Carlos a los pies de un Cristopher que salvaba el 1-0.

Seguramente habría sido demasiado premio para alguno de los dos conjuntos irse ganando al descanso, pero el primer acto dejaba la sensación de que detalles como ese iban a ser determinantes en el signo del partido. Era una de esas tardes en las que las oportunidades eran escasas y había que aprovecharlas.

Y eso hizo el Noia. Sobre el papel, el conjunto dirigido por Iván Carril es uno de los dos grandes favoritos para conseguir el ascenso, por contar en sus filas con jugadores que pueden marcar la diferencia. Nando es uno, y a falta de 25 minutos para el final realizó un excepcional lanzamiento de falta directa, que se estrelló en la cruceta, rebotando para infortunio del San Tirso en la espalda de Adri y siendo aprovechado eso por Paco para marcar a puerta vacía.

A partir de ahí el equipo local lo intentó por todos los medios, pero fue un ejercicio de impotencia. Todos los envíos al área eran repelidos por la pareja Queiruga-Maroñas, que no dieron opción al San Tirso por mucho que lo intentara con Denis, Carlos o incluso el central César.