Nuevo palo para un Atlético Arteixo que merece más pero le ha mirado un tuerto en este inicio de liga. Un gol en propia puerta de Samu en un córner ejecutado por Cañi puso por delante al equipo de Juan Riveiro al inicio de la segunda mitad pero, en el añadido, una falta en la frontal evitó la primera victoria de la temporada del conjunto rojiblanco.

Con la novedad de Iago Blanco en el once inicial actuando en banda izquierda –Iker en la otra y Vela por dentro junto a Óscar y Fabio– el Arteixo monopolizó, a base de dominio y de ocasiones, un primer tiempo en el que el Viveiro apenas cruzó la línea del medio del campo con la pelota controlada.

Eso sí, la escuadra de Alberto López pudo hacer el 0-1 en el minuto 41 en un centro lateral de Adrián Lombao que Ramón no consiguió atajar y Arturo, incomprensiblemente, no encontró portería cuando parecía que el 0-1 subiría al marcador.

Antes de eso, Iago Blanco pudo adelantar al Arteixo con un tiro desde dentro del área. Un defensa del Viveiro evitó el gol con despeje sobre la línea de meta. Ya en la segunda mitad, Cañi, que jugó por dentro, en la mediapunta, recibió en la espalda de los medios rivales, consiguió girarse y encarar la portería de Ayoub, pero no acertó a fusilar al portero visitante después de recibir un ligero contacto de un defensa del Viveiro.

El Arteixo consiguió tomar ventaja en el marcador nada más empezar la segunda mitad. Fue en una jugada de córner ejecutada por Cañi desde la esquina y cabeceada entre Otero y Samu. El árbitro dio gol en propia puerta.

La ventaja en el marcador debía dar tranquilidad al equipo rojiblanco, pero eso sólo sucedió unos pocos minutos. Al Arteixo le entró el ansia de marcar el segundo para sentenciar el partido y ese deseo se convirtió en nerviosismo. Los jugadores locales jugaron atenazados los últimos minutos pero el tiempo transcurría y el 1-0 no se alteraba.

Superado el minuto 90, una falta (clara) al borde del área del Arteixo le sirvió a Rolle para sorprender a todo el mundo con un lanzamiento por debajo de la barrera. Ramón no pudo evitar el 1-1. Ya no había tiempo para la reacción. La victoria volvió a esfumársele de las manos a un equipo con un problema detectado, la efectividad, que suma cuatro puntos después de seis jornadas. El Viveiro, por su parte, sigue invicto como visitante.