“El mar y el surf son una vía de desconexión y, a la vez, de conexión con la naturaleza”. Habla Juan Fernández, excampeón de España de olas grandes. El coruñés vivió uno de sus días más especiales con una tabla de surf en la playa de Bastiagueiro junto a una decena de jóvenes con diversidad funcional.
La iniciativa impulsada por La Vieja Escuela y la tecnológica gallega MN program, en colaboración con la Fundación Adcor, Aspanaes y Down Coruña, nace con el objetivo de integrar a través del surf y se desarrollará un día a la semana hasta el 25 de septiembre en el arenal oleirense.
“Nunca habíamos hecho algo igual. Fue brutal y súper gratificante ver las caras de los alumnos al salir del agua y a sus familias flipando”, detalla Juan, coordinador de la actividad tras la primera jornada de surf inclusivo en Bastiagueiro.
Ocho monitores acompañaron a los participantes en todo momento. “Antes de empezar hablé con los padres para conocer el nivel de dependencia de los chavales e hicimos una explicación previa, con mucha calma y una adaptación al medio antes de coger la tabla. Estaban todos encantados y los padres nos llamaron pidiendo por favor si podíamos meter a sus hijos en el siguiente día. Por un momento fueron los niños más felices del mundo después de dos horas con nosotros”, celebra el surfer coruñés.
La demanda también es alta entre los propios monitores de la escuela coruñesa de surf. “Muchos quieren unirse a la causa”, revela Fernández. Y, ¿por qué no?, que terminen el verano surfeando de pie sobre la tabla. “Esto significa mucho para ellos y también para nosotros. Tengo muchas ganas de seguir ayudándoles”, zanja Juan.
Todas las personas tienen su sitio encima de una tabla en las olas de Bastiagueiro. Es lo que tiene el poder sanador e inclusivo del mar.