España-Portugal. Final ibérica y esperada en el torneo sub-19 de hockey sobre patines de los World Skate Games. Y otra para el coruñés Jacobo Copa, que no fue titular y le tocó vivir un encuentro accidentado. Las dos selecciones más fuertes y las que mejor habían jugado son las que hoy a partir de las 21.00 horas se citarán para luchar por el oro. Aunque tanto la una como la otra tuvieron que sufrir ayer en las semifinales frente a Italia (6-3) y Argentina (4-5) cuando parecía que dominaban plácidamente sus respectivos partidos.
 

En el caso de los españoles, ganaban por 4-0 en el inicio del segundo tiempo y no habían tenido sensación de peligro. Pero Italia jugaba en casa y tenía que sacar ese orgullo que es su seña de identidad, más cuando en el banquillo está un mito sobre las cuatro ruedas como es Alessandro Bertolucci. Todo cambió en el minuto 30. Hasta ese momento, el combinado nacional había dado una exhibición porque era mejor en todas las facetas. El seleccionador Carlos Cortijo optó por el quinteto azulgrana, es decir, los cuatro jugadores de pista del Barça (Escala, Gabarró, Ortigosa y Casas). Se conocen, se entienden y están acostumbrados a jugar juntos. Se nota. Un plus en las combinaciones y en el pase extra. Aunque fue Biel Nadal el que, desde el banquillo, adelantó a España, lo mismo que Biel Llanes cinco minutos después, ambos aprovechándose de una asistencia al segundo palo.

Dominio inicial

Los de rojo dominaban claramente a los de azul. Eran superiores en conjunto, pero también en las individualidades. Lo demostró Álex Ortigosa al final del primer tiempo en una jugada personal en la que quebró la cintura de su defensor hasta en tres ocasiones para irse con facilidad y rematar cruzado a la escuadra del segundo palo. Y si buena fue su ejecución, no se quedó atrás la de Carles Casas en el inicio del segundo tiempo. Él solo se fabricó su ocasión al robar la bola al borde del área de los italianos y pasársela por la espalda, un movimiento que le permitió quedarse solo frente al portero para no fallar en el remate. Suponía el 4-0.

Era previsible que Italia respondiera. Y dio dos golpes en un solo minuto. Recortó Colamaria. Segundos después, Carrieri. “Hemos bajado”, les advertía el seleccionador español a los jugadores en un tiempo muerto. El partido cambió. Se endureció. Y los porteros reclamaron su protagonismo. Pallejá en el juego y Barrot cuando salía en la bola parada en el bando español. Mugnaini, que incluso sacó la manopla para evitar un gol de espaldas, en el local. España, no obstante, estaba contra las cuerdas. Y más cuando Crocco anotó el 4-3.

A Jacobo Copa le tocó sufrir ese endurecimiento del duelo. En una acción con Crocco, que estaba en todas, éste le golpeó  con el patín en la cara cuando estaba en el suelo. Los árbitros resolvieron con una azul para cada uno. Pudo volver a la pista. El entrenador recurrió a él en el momento más crítico, cuando a cinco minutos para el final Pau Andreu vio azul. Pallejá despejó el peligro inminente de la directa de Crocco. Y en inferioridad, Copa se multiplicó para evitar el empate italiano. Ya en la recta final, España sí aprovechó la bola parada tras la azul a Crocco, tercera (roja por acumulación). Casas, con talento, ejecutó la directa para el 5-3 y ya en el último minuto, Nadal cerró el marcador. Hoy espera otra batalla: Portugal. Con un recompensa todavía más alta: el cetro mundial.