El Leyma Básquet Coruña se estrena este domingo en sesión matinal en el Coliseum (12.30 horas) con un encuentro ante un histórico de la máxima categoría nacional, el Joventut, el primero de los tres seguidos que los hombres de Diego Epifanio jugarán al amparo de su afición.
Los naranjas llegan a la cita con la moral alta, por la contundente victoria (81-98) en la cancha de un rival directo, el Bàsquet Girona, pero con la plantilla diezmada por las lesiones de Gus Lima, que ya no jugó en Fontajau, donde cayó el escolta canadiense.
Dos victorias separan a los de Epi de los de Dani Miret, el segundo técnico más joven de la ACB. El badalonés ha logrado enderezar el rumbo del equipo tras un mal inicio de campaña (1-3). Pero solo en la competición doméstica, donde ocupa la novena plaza, aunque con el mismo balance que el octavo (Barça) y el séptimo (Manresa).
En la Eurocup las cosas le van mucho peor. Octavo y antepenúltimo del grupo A de la primera fase, el miércoles las pasó algo más que canutas para deshacerse (92-89) del peor equipo de la historia de la competición, el Trefl Sopot polaco, que falló un triple sobre la bocina para forzar la prórroga y sigue sin ganar tras 12 jornadas consumidas.
Yannick Kraag (20 tantos, 17 de ellos en la primera mitad) fue el mejor elemento de la Penya, que encajó demasiados puntos contra un rival muy flojo. Algo que contrasta con su solidez atrás en la ACB, donde, con 80,5 por partido, es la cuarta mejor defensa. Por el contrario, el Leyma, con 90,6, ocupa el farolillo rojo del ranking liguero. Ahí está la primera clave del duelo.
Otra de ellas es la de siempre: el rebote. En esta faceta domina el Leyma, tercero en totales y cuarto en ofensivos, apartado este en el que el Joventut figura en una retrasada décimo cuarta plaza.
Destaca en la Penya una peculiaridad en el baloncesto moderno: lo poco que lanza desde el arco. El que menos de la competición doméstica, con 22,2 triples por encuentro, aunque su acierto es más que decente, 36,1%, el octavo mejor. El Coruña es el quinto que más intenta (27,1) y el sexto con más puntería (36,9).
El otro gran abismo entre el equipo naranja y el verdinegro atañe al trato del balón. Los naranjas sufren una hemorragia en los perdidos (15,8, la peor cifra de la liga), en tanto que los de verdinegrod son élite, con 12,4, cantidad que los coloca en el top-4 del ranking.
La otra enfermedad del Leyma se llama tiros libres: 70,0% de acierto, el más bajo del torneo. La Penya no le va la zaga: 72,7%, la tercera peor marca. A los hoy locales ya les ha costado no poder pelear hasta el final en varios partidos; a los visitantes, la derrota, por 96-95, en Zaragoza, donde firmaron un paupérrimo 15 de 26. A saber qué podría pasar en un final apretado en el Coliseum.
A nivel individual, en las filas del equipo verdinegro –el único junto con el Real Madrid que ha disputado todas las ediciones de la máxima categoría– destaca un nombre por encima del resto: Ante Tomic. Con 37 años ya en el DNI, el pívot croata está jugando como si tuviera 10 menos. Promedia 14,8 puntos (60,6% en tiros de dos), 6,6 rebotes, 3,1 asistencias y 20,2 créditos de valoración, la cifra más alta de la competición.
Kassius Robertson (14,1 tantos, con 38,5% en triples), Kaiser Gates (10,3, con 40% desde el arco, y 6,8 capturas), Artem Pustovyi (8,6 y 3,3) y Devon Dotson (12,1 y 4,0 pases de canasta) completan el núcleo duro de la Penya, que también cuenta con secundarios de lujo como Adam Hanga y el temporero Sam Dekker (en principio dejará el equipo en 18 de enero), viejos rockeros en modo jugador de equipo como Pau Ribas y Guillem Vives y jóvenes en proceso de crecimiento como Kraag, Michael Ruzic y Miguel Allen, estos dos últimos actualmente en el dique seco.
Además, el equipo catalán, que la pasada jornada doblegó al La laguna Tenerife (93-86), que llegaba a Badalona como segundo clasificado, incorporó esta misma semana al escolta exNBA Miye Oni. Una ayuda muy necesaria para Miret, que debe hacer un descarte en tre sus tres extracomunitarios: Dekker, Gates (lo fue la pasada semana) y Dotson.
Un problema con el que no tiene que lidiar Epi. El suyo es otro: la falta de dos efectivos, ambos titulares en los primeros partidos del Básquet Coruña en la ACB, condición que Scrubb ha perdido en los tres últimos. Se antoja más importante la de Lima, ya que deja solos a Atoumane Diagne y a Goran Huskic ante las dos imponentes torres, Tomic (2,17 metros) y Pustovyi (2,19).
Un partido con mucho que ganar y no demasiado que perder para el Leyma, esta útima apreciación si se tiene en cuenta que la Penya no es, en principio, de la particular liga por la permanencia. Tampoco lo es el Zaragoza, y salió vapuleado de un Coliseum cuyo aliento puede ayudar a paliar las bajas.