El Attica21 Hotels OAR Coruña volvió a mostrar su mejor cara y venció al equipo más en forma del Grupo A de la Primera Nacional, el Balonmano Ribeiro, de una manera contundente (33-40).

El conjunto herculino comenzó el encuentro como mejor sabe, ahogando al ataque rival con una presión asfixiante y buscando los contraataques para conseguir goles fáciles.

Sin embargo, los locales, sabedores de este estilo de juego, bajaban muy rápido a defender por lo que obligaban al OAR a jugar en estático. Con todo, eso no fue ningún problema porque entre Diego Martínez, con sus cañonazos, y Mauro Jaureguiberry, con sus penetraciones, daban las primeras ventajas a su equipo (2-3).

El Ribeiro, que estaba teniendo varios problemas en ataque, aprovechó que la suerte estaba de su lado para coger los rechaces de Iago Gómez o de la defensa visitante y así mantenerse vivo en el partido.

Esta situación, en lugar de frustar a los oaristas, les dio una energía extra y lograría un parcial de 0-3, encabezado por Diego, para comenzar a construir su primera ventaja (9-12).

Pero, el Ribeiro no se dejaría ir tan pronto. Le devolvió el parcial al OAR para apretar el encuentro (12-12).

Fue en ese momento en el que entraron en juego los extremos herculinos (Pablo Martínez y Joel Rabade). Ambos, guiados por Diego, Matías Payá y Mauro, comenzaron a encontrar nuevos huecos en la defensa ourensana.

El técnico rival, Alberto Miguelez, visto este nuevo problema, paró el encuentro. Su táctica funcionó ya que el conjunto coruñés salió un poco dormido y los locales volverían a acercarse (15-16).

Aun así, en los últimos dos minutos, el OAR metió una marcha más y se fue al descanso con cuatro goles de diferencia (16-20).

Juanka, el salvador

Tras el paso por los vestuarios, el equipo entrenado por Marcos Rodríguez continuó con la misma dinámica que finalizó la primera mitad. Cada oportunidad que tenía iba para la jaula. La pena, que el Ribeiro también había recuperado parte de su puntería, pero sólo le servía para que la diferencia no incrementase.

Mauro Jaureguiberry y Pablo Martínez buscaron una y otra vez que la renta subiese, pero con una energía redoblada, los ourensanos se fueron acercando poco a poco hasta llegar a empatar el partido con apenas quince minutos por disputarse (25-25).

Pero, el club coruñés se encomendó a Juanka Ortiz para salir de esta apretada situación y éste no decepcionó. El carballés comenzó a anotar de todas las manera habidas y por haber, para desesperación de unos jugadores locales, que miraban a su entrenador pidiéndole ayuda para detener al primera línea oarista.

Ninguno sabía pararle. Mientras, en el otro lado de la pista, Iago y la defensa liderada por Miguel Simón, detenían cada uno de los ataques del Ribeiro (30-34).

Con cinco minutos por jugarse, el OAR no aflojó y fue a buscar la máxima diferencia y la lograría con el tiempo casi cumplido (33-40).