Con el último en la cabeza, tanto Liceo como Calafell querían finalizar las cuentas pendientes que tiene por los partidos europeos, donde el cuadro herculino ganó un duelo y empató otro ‘in extremis’. Además, estaba el factor liguero, ya que quién venciese, se tenía la segunda posición.

Por estos antecedentes el partido estaba muy cargado de tensión, y así se demostró en la primera jugada, donde un disparo de Miras impactó, involuntariamente, en la cara de Àlex Rodríguez, que le obligó a perderse la mitad de la primera parte del partido.
 

Tras ese pequeño parón, las ocasiones se sucedieron para ambos equipos, llevando el mayor peso el Calafell. Por suerte, no estaba fino.Tampoco el Liceo. Esto, probablemente, se debiese al cansancio acumulado en el último mes, por el exceso de partidos.

Tanto perdonar...

Aún así, los dos equipos ofrecían un gran espectáculo, con muchas ocasiones locales y alguna que otra visitante. 
El Calafell estaba perdonando mucho y ya se sabe, quien perdona lo paga. Y así fue. 

Àlex, tras una gran presión, robo la bola en campo rival y  con el camino despejado,  lanzó un cañonazo que se coló por la escuadra, rompiendo la igualdad del partido, poco antes del descanso.

Tras el intermedio, el partido siguió con la misma línea, multitud de ocasiones y que los porterosse mostraban infranqueables, especiamente Martí Serra, que detendría una falta directa y un penalti.

La sentencia

Tras estas intervenciones salvadoras, ocurrió lo mismo que en la primera mitad, el Liceo aprovechó la ocasión más clara que tuvo y puso el 0-2, gracias a un remate, en el segundo palo de Bruno Di Benedetto.

Este segundo tanto dolió mucho al conjunto catalán. Estuvo sin reaccionar varios minutos. Cuando lo hizo, fue en una tarjeta azul a Escalas, lo que supondría una falta directa para el Liceo.

Àlex la fallaría pero, dos jugadas después, pondría el 0-3 definitivo. Con este triunfo, los hombres de Juan Copa recuperación la segunda plaza en la Ok Liga.