Mariana: “Sentí que no estuve tanto tiempo fuera”
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Mariana: “Sentí que no estuve tanto tiempo fuera”

Mariana: “Sentí que no estuve tanto tiempo fuera”
Mariana Romero, sonriendo por volver a disfrutar del deporte que ama | Diego Dolan

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Mariana Romero (19 de agosto de 1995, Venezuela) es la viva imagen de la superación de graves lesiones para volver a practicar el deporte que ama: el rugby.


La venezolana, que estuvo dos años parada por diversas lesiones, pudo volver a sentirse deportista al jugar, el pasado sábado, en el último encuentro del CRAT Residencia Rialta contra El Salvador.

 

Llegando al rugby de pura casualidad

Mariana Romero, a pesar de ser una amante del rugby, afirma que al principio, no le gustaba por ser un deporte con muchos golpes.


“Yo empecé a jugar en Venezuela, pero de casualidad. Yo practicaba atletismo, concretamente lanzamiento de jabalina, y un día, estaba, donde yo entrenaba, el preparador físico de la selección de ruby y me dijo si quiería probarlo”, relata la centro del CRAT.


“Yo me animé a probarlo pero no me gustaba porque era un deporte con muchos golpes y contacto, entonces me fui de allí”, a lo que añade que “dio la casualidad de que la capitana de la selección se interesó en mi, me buscó y me invitó a su club. Allí, vi cómo te trataban y los valores que tenían y me enganchó”, afirma la venezolana.


Precisamente, en el Club de Rugby de la Universidad Católica Andrés Bello, fue donde inició su carrera antes de llegar a España. Allí, consiguió ir con la selección venezolana y decidió que quería nuevos retos.


“Yo tenía la ambición de jugar fuera, así que hablé con gente de Italia, Portugal y España”, empieza relatando. “Sin embargo, no sería hasta que el mánager de una amiga me puso en contacto con el CRAT, que supe que esa posibilidad podía ser real”. A partir de ahí, se creó una conexión que todavía perdura.

 

El lado más amargo del deporte

Cuando se dio esa conexión, ella sabía que le cambiaba la vida para siempre y así fue. Aunque todo parecía ir bien, llegaron las temibles lesiones.


La venezolana vivió un calvario desde la temporada 2020/21 hasta la actualidad. Primero, una rotura en el ligamento cruzado, después una rotura de bíceps y por último unos problemas en su hombro, ocasionaron que estuviese para dos años.


“Una lesión es muy complicada para todos porque no esperas estar tanto tiempo fuera”, afirma Mariana. 
Eso  sí, con su impertubable espíritu, la venezolana indica que “aprendí muchas cosas  que sin las lesiones no lo hubiese hecho”.


Por suerte, se pudo recuperar y el pasado sábado, pudo hacer su debut en la victoria contra El Salvador.
Ella sintió una alegría inmensa cuando pudo jugar y además “todo fue súper bien, estuvimos muy conectadas, muy agrupadas. Sentí que no estuve tanto tiempo fuera”.


Además, puedo debutar con una victoria que “puede ser un cambio de chip, porque con las vacaciones, pudimos relajarnos y centrarnos en el objetivo que nos marcamos”.

 

Confianza ciega en lograr el objetivo

Como dice Mariana, las vacaciones fueron, junto a este partido, el punto de inflexión. 


En Elviña se apreció un cambio en la sintonía que se percibía. Con este nuevo ambiente, está claro que el CRAT Residencia Rialta puede pelear contra todo y todos para meterse en los playoffs.


“Creo, ahora mismo, que somos un equipo para estar en el playoff, podemos estar ahí y lucharemos para que así sea”, asevera Mariana.


Con esa rotundidad con la que lo afirma, está claro que el equipo herculino dio un golpe en la mesa y ahora va a ser mucho más peligroso.

 

La venezolana, además de jugar, también es entrenadora 

na que respira rugby. La venezolana, además de jugar en el CRAT, también es entrenadora de las categoría inferiores del club herculino y en las selecciones gallegas sub 16 y 18 junto a Vanesa Rial y Rocío García.


“Este deporte te da mucho, yo ya les digo a mis amigas que estoy enferma de rugby”, dice Mariana. Fruto de esa enfermedad o amor por este deporte, la venezolana decidio dar el paso para entrenar y así “poder transmitir el amor y toda la pasión que siento por este maravilloso deporte”. 


Además, al tener esa perspectiva desde el puesto de jugadora y de entrenadora, Mariana considera que “es necesario que nos involucremos más porque tenemos que hacer equipo, ser una familia y cuidar de nosotros”.


Sin duda, ella es el claro ejemplo de es objetivo que predica, siempre está ahí para ayudar y sin ninguna duda, la vida le va a compensar todo lo que otorga por ayudar a los demás.

Mariana: “Sentí que no estuve tanto tiempo fuera”

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