Judith Hernández (22 de diciembre de 1991, Tenerife) es una de las principales referentes ofensivas del CRAT Residencia Rialta.

La tinerfeña de nacimiento, pero gallega de adopción, viene de ser la jugadora más destacada de su equipo en el empate cosechado contra el Sant Cugat (20-20) en el último partido del año para el conjunto herculino. En ese encuentro, la tercera línea anotó dos ensayos claves.

Una veterinaria con alma de delantera

Judith Hernández es uno de tantos casos en los que los estudios la llevan a otra ciudad distinta para poder continuar con sus sueños. En el caso de ella, quiso estudiar veterinaria y el destino, quiso que acabase en Lugo. Fue allí donde descubrió un deporte del que quedó enamorada: el rugby.

Fue en el Muralla de Lugo donde debutó, luego regresó a su casa para acabar en el CRAT, equipo en el que lleva cuatro años.

A pesar de estar mucho tiempo en Galicia, “me sigue pareciendo mejor Tenerife porque es mi casa”, indica riéndose. Con todo, afirma que “me adapto muy bien a cualquier situación”.

Fruto de esa cualidad, la tinerfeña puede compaginar, sin ningún tipo de problema, su profesión, veterinaria, con su hobby, el rugby.

“No tengo ningún problema en hacer las dos cosas, en mi trabajo hay bastantes facilidades”, comienza diciendo. “Yo estoy en una empresa que se dedica al sector porcino. Principalmente, yo me dedico a la nutrición y a la salud del ganado”.  Sin duda, con ellos muestra una precaución y calma que no lo hace en el campo, cuando se enfrenta a grandes jugadores.

Fruto de esa, la tercera línea del CRAT suele llegar con “algún moratón pero, sobre todo los de la cara, intento disimularlos, pero en el trabajo ya están más que acostumbrados, así que no hay problema”.
Esa es, quizás, la consecuencia más visible de un deporte tan físico.

Un pilar indispensable 

Judith, como le ocurre en el trabajo, es uno de los pilares del ataque del CRAT. La tercera línea, aunque también puede jugar en la primera, es la única jugadora de la plantilla que ha disputado todos los minutos.

Aunque es un logro destacable, la tinerfeña indica que “mes gustaría que hubiese más terceras líneas porque podríamos rotar más y aprender unas de otras”.

Sin embargo, por el momento, parece complicado que la puedan sentar, puesto que en el último partido del CRAT, ante el Sant Cugat, Judith consiguió anotar dos ensayos para ayudar a que su equipo sacase un valioso empate y le permitiese seguir en la lucha por los puestos altos de la clasificación.

Aún así, “no considero que haya sido mi mejor partido, creo que he hecho otros mejores y sin marcar ningún ensayo”. En este sentido, asevera que “los pude conseguir gracias a Ceci y a Tania, que estuvieron muy bien en determinadas acciones y me permitieron anotar”.

Confianza plena en lograr el objetivo

A pesar de ese gran desempeño, el CRAT empató el partido y no pudo celebrar una victoria  que “creo que nos merecíamos ganar pero así es el rugby”.

Y es que, para Judith, “no gana quien juegue mejor o tenga mejor equipo, sino quien cometa menos errores”, añadiendo que “por lo que sea, nosotras tuvimos algunos y ellas supieron aprovecharlos”.

Con todo, se muestra muy contenta por como está respondiendo el equipo a pesar de los resultados. “En el rugby hay muchas partes anímicas y es díficil recuperarse, pero como demostramos contra el Sant Cugat, podemos hacerlo. Entonces, yo nos veo capaces de superar cualquier cosa”.

Con esta afirmación, la tercera línea muestra la confianza que tiene en el equipo a pesar de las bajas que arrastran. Por suerte, el club ya incorporó a dos jugadores, Anna Caplice y Kaylee Geeerlings, para suplirlas. En este sentido, la tinerfeña señala que “espero que nos aporten un pasito de calidad y  una visión de juego nuevo porque eso nos puede ayudar mucho”.

Sin duda, el primer encuentro donde tendrán que demostrarlo es contra una de las revelaciones, El Salvador, el próximo 15 de enero. Sin embargo,  Judith está “convencida de que vamos a ganar porque en casa somos más fuertes y lo vamos a demostrar”.