Mariana: “Estábamos un poco derrotadas desde la primera parte”
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Mariana: “Estábamos un poco derrotadas desde la primera parte”

Mariana: “Estábamos un poco derrotadas desde la primera parte”
La venezolana, en un partido de esta temporada en Elviña | Alberto Segade

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Mariana Romero (19 de agosto de 1995, Venezuela) es la jugadora que necesitaba el ataque del CRAT Residencia Rialta. En cinco partidos suma cinco ensayos, solo le supera la neerlandesa Quen Makkinga con seis, y el equipo coruñés cuenta tres victorias desde su regreso. El pasado domingo firmó dos posados, pero no fueron suficientes en Majadahonda (45-14).

 

“Estamos un poco cabizbajas, no te voy a mentir”, reconoce la tres cuartos venezolana. Y es que la derrota compromete seriamente las opciones del CRAT para jugar las eliminatorias por el título de la Liga Iberdrola. Quinto clasificado con 27 puntos, en la última jornada necesita ganar con bonus ofensivo y que el Sant Cugat (31), cuarto, no sume en el casillero.

 

“Ha sido una temporada súper irregular”, admite Mariana, que defiende la derrota de su equipo ante uno de los ‘gallitos’ de la categoría, el segundo clasificado. “La semana pasada le ganamos al líder y luego nos tocó jugar contra el segundo, muy buen equipo. Pensábamos que podíamos competir, pero son cosas que pasan en el rugby”.

 

En 45 segundos

 

Y eso que el CRAT se adelantó en el marcador gracias a un ensayo de la venezolana a los 45 segundos de partido. “Era el primer balón del partido. Nicky rompió la línea defensiva y avanzó un montón de metros. Yo estaba detrás y no me lo esperaba. Se enfrentó a su zaguera, cayó y pedimos el balón al lado cerrado. Me fui por velocidad hasta la línea y esquivando un placaje”, recuerda.

 

El 0-7 inicial fue un espejismo para el equipo coruñés, que llegó al descanso 18-14 abajo tras otro ensayo de Mariana, pero que se vino abajo con la expulsión temporal de Alba en la segunda parte. “Estábamos un poco derrotadas desde la primera parte. No creíamos que pudiésemos ganar y no entiendo por qué. Nos sacaron una tarjeta amarilla que nos costó dos ensayos. Les dimos casi todos los balones. Y sin ataques ni balón no se puede ensayar”, lamenta. 

 

Mariana regresó al campo en enero después de dos años parada por las lesiones: una rotura de ligamento cruzado en una rodilla y un problema en su hombro izquierdo del que recayó la pasada temporada. “El año pasado solo jugué dos partidos, pero me siento bien, aunque todavía me falta un poco de cardio y me tengo que adaptar al ritmo de los partidos. No soy la que era, pero estoy trabajando en ello”, se sincera.

 

La venezolana celebra que juega sin molestias: “Fisio, hielo y a seguir”, ríe.

 

Del centro al ala

 

Aunque Mariana juega donde le pongan –“no me importa mientras sume al equipo”– tiene clara su preferencia: “Estoy entre el centro y el ala, depende de lo que busquen los entrenadores, pero me gusta más estar en el centro por el contacto físico porque me gusta mucho placar. En el ala estoy más a la espera, para salir corriendo”.

 

“Creo que todas aportamos donde nos toque, cada una en su rol y con su responsabilidad”, arguye la venezolana, que en su sexta temporada como jugadora del CRAT es una de las veteranas de la plantilla: “Años atrás fui capitana e intento echarles una mano. Me gusta dar caña y animar a las que se vienen abajo, aunque a veces me sobreexcito y entonces me tienen que bajar a mí”, reconoce entre risas.

 

Mariana echa de menos una líder natural en el campo y en el vestuario: “Somos un equipo súper inestable. En la primera vuelta nos faltaron veteranas como Mónica (Castelo, que juega en el Stade Rennais francés), Ture (Lorie, ya retirada) y Alevín (solo ha jugado tres partidos esta temporada), gente que se ponían la mochila y nos llevaba para delante”.

 

Objetivo: acabar con buenas sensaciones 
 

Con opciones remotas de jugar los ‘playoffs’, Mariana apela al orgullo ‘rugbier’ para acabar la temporada con las mejores sensaciones posibles. “Dependemos de otro equipo, es muy cruel, pero nosotras queremos seguir en esta línea y terminar con buenas sensaciones”, desea la venezolana, que destaca el cambio de actitud en la segunda vuelta.

 

“Creo que hemos mejorado un montón y hemos dado un golpe encima de la mesa: tenemos buen rugby y lo hemos demostrado. De eso se trata”, se felicita.

 

Mariana supedita su continuidad en el CRAT precisamente a ese último partido, el 16 de abril contra Eibar en el Universitario de Elviña, además de los posibles cambios en la directiva y el cuerpo técnico: “Mi idea es seguir aquí. Me gusta mucho a Coruña y el CRAT es mi equipo, pero es verdad que me gustaría buscar otras opciones para mi juego y mi vida personal”.

 

Desde que hizo las maletas en 2017 con destino a Coruña, la tres cuartos venezolana no ha vuelto a su país. “Prefiero no viajar hasta que tenga la nacionalidad española porque no quiero arriesgar mi vida aquí. A veces me digo ‘voy a dejar todo esto y me vuelvo’, pero solo es un pensamiento. Quisiera estar con mi familia y poder abrazarlos, pero la situación en mi país es bastante mala y lo primero es mi futuro”, desvela.

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